Pronto

ME PROPUSE VOLVER A “SALIR CON MUJERES PERO NO HUBO CASO”

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Se define como un hombre sensible y en el último tiempo particular­mente estuvo con las emociones más a flor de piel que nunca. Haber sido elegido para protagoniz­ar el espectácul­o musical Siddharta -que hizo durante el año en el Teatro Broadway de Buenos Aires y ahora presenta todas las noches en el Luxor de Carlos Paz- conectó a Facundo Mazzei (29) con situacione­s personales de su niñez que tenía adormecida­s y reconoce que en 2018 se emocionó y lloró más de lo habitual. Días atrás, en Intrusos, contó un hecho traumático que había silenciado durante años: que lo habían violado cuando tenía 13 años. “Cuando Mery del Cerro lo contó también me quedé helado y después me desvanecí. Porque esto lo saben tres personas. Yo también de chico tuve una situación de violación que me la guardé durante muchos años. Era un alumno del ballet de mis papás. Hace unos años me enteré que estaba en silla de ruedas y sentí como que era merecido, porque me arruinó una etapa de mi vida”, comentó en el programa de Jorge Rial. Y agregó: “La verdad que fue muy horrible la forma, fue reiteradas veces y me costó un montón en mi vida íntima también. Fue muy difícil para mí… Entonces imaginate lo que fue mi cabeza desde que apareció el relato de Thelma y el de tantas mujeres y niños. Yo hice mi posteo ‘Mirá como nos ponemos’ y me sumé a dar una mano, mi contención y mi apoyo, pero adentro de mi cabeza no sabía cómo resolverlo”.

-Te animaste a contar algo muy duro. -Si, nunca conté nada. Sentía que le iba a hacer mal a mi mamá. Era chico, no entendía bien lo que pasaba y además el tipo me decía que no debía contar nada porque en ese momento mi papá era policía fede- ral y nos iba a matar. Solo se lo conté hace unos años a unos amigos. Pero no quiero decir nada más sobre este tema. Me hizo bien hablarlo y punto.

-¿Cómo te sentís ahora?

-Tranquilo. Llegué a Carlos Paz con mucho entusiasmo porque es la primera vez que protagoniz­o un espectácul­o de esta magnitud en una temporada de verano. Y tengo una historia bastante particular con Siddharta: hace seis años una amiga me regaló el libro y me dijo que me iba a sentir identifica­do. Y hace tres años, otro amigo me regaló de nuevo el libro y me dijo que yo era muy parecido a Siddharta. Me atraviesa mucho la historia en lo personal porque coincide con muchas situacione­s que he vivido con mi papá, Marcelo. En el proceso de entrenamie­nto actoral escarbé mucho en mi vida y me iba llorando a casa y muy movilizado.

-¿Tu papá vive?

-Sí y por suerte ahora tengo vínculo con él. Antes no y ahora mejoró mucho. Cuando yo tenía 7 años se separó de mi mamá, Amanda. Papá me abandonó y hasta los 15 no volví a verlo. Si bien nunca ejerció violencia física, sí verbal y presencié situacione­s feas entre él y mi mamá. Ella no lo perdonó, nunca más se hablaron y de grande me acerqué a mi viejo.

-¿Te costó perdonarlo?

-Sí. Cuando murió mi mamá, empecé a hablar con él y nos fuimos acercando. Nunca pudo ser buen padre ni se hizo cargo de su rol. Pero este año, con lo de Siddharta y todo lo que me movilizó esta obra, estuve muy sensible y mi papá no me pudo acompañar en ese proceso. En una función me quedé sin voz, me asusté mucho, terminé en la guardia y le mandé un mensaje de texto porque no podía hablar. Le pedí que viniera, me acompañara y estuviera a mi lado porque me sentía súper vulnerable. Vino, compartimo­s una comida y me hizo muy bien.

-¿Por qué te habías quedado sin voz? -La laringólog­a me hizo un estudio en las cuerdas vocales y me dijo que me pasaba eso porque no tenía resuelta mi parte emocional. En la garganta se manifiesta todo lo que se calla, lo que no se dice y eso también me lo dijeron mis profes de canto. Ahora con mi papá tenemos un vínculo más copado. No el que me gustaría pero al menos hablamos.

-¿Qué te gustaría que pasara?

-Quiero que nos veamos más y que el vínculo sea más fluido. Me gustaría un papá más presente. Es bastante depresivo, nunca está con la misma energía y me cuesta levantar el teléfono y escucharlo raro. -¿Está en pareja?

-Sí, tiene una novia. Y con su mujer anterior tiene tres hijos, Nahuel (19), Ailén (18) y Nazareno (14), que son mis medio hermanos y los veo seguido.

En la semifinal del Bailando pusieron un video en el que aparecía tu mamá. -Sí, fue hermoso. Haber vuelto a ser titular en el Bailando fue re lindo y me encantó conocer a Flor Vigna y Mery del Cerro, dos mujeres genuinas y muy bondadosas. Encontrarm­e en la semifinal bailando folklore, verla a mi mamá en un video y a mí en fotos de chico vestido de gaucho y tomado de su mano, me partió al medio. -¿Aparece Amanda en algún momento del día?

-Todo el tiempo, todos los días. Mi mamá murió hace cinco años de cáncer. En Siddharta hay muchas frases que me guían y ligan a ella. Al final de la obra, Flavio me dice: “Soy tu madre y el calor de sus caricias que no pudiste conocer”. Es un espectácul­o muy sensible y con muchos mensajes. -La coprotagon­ista es Karina La Princesita. ¿Cómo es tu vínculo con ella? -Es una mujer muy especial, compartimo­s muchas charlas y salidas apenas nos conocimos. Después se cortó un poco porque entré en el Bailando pero quiero desmentir que ella se haya enojado o sentido desplazada. Eso es un invento y ella también lo desmintió. Karina es lo más y tenemos la misma energía.

-Tuvo un episodio de violencia con su hermano en Año Nuevo. ¿La contuviste? -Sí. Justo ese día teníamos un ensayo, ella llegó bastante movilizada al teatro, le dije que se quedara tranquila y la felicité porque pudo hablar y contar bien lo que había sucedido. En este momento que estamos viviendo, celebro que las mujeres se animen a hablar y a denunciar. Es una valentía para destacar que las chicas se animen a alzar la voz.

María del Cerro reveló en el Bailando que había sido abusada de niña.

-Fue muy fuerte. Me movilizó un montón y por eso me desvanecí en la pista. La

conocí mucho a Mery en este tiempo, es una súper mujer y escuchar ese relato a su lado, viéndola temblar y tan emocionada, me afectó mucho. Me desmayé por un bajón de presión y al día siguiente me fui a hacer todos los estudios.

-¿Qué resultados te dieron?

-Arritmia. Me dijo el médico que tengo una arritmia ligada a la ansiedad y las emociones. 2018 fue un año con todo a flor de piel. Me hice una ergometría, ecodoppler y otros estudios. Me dio todo bien pero por un mes tomé medicación para bajar la arritmia. Tengo que frenar la cabeza y bajar decibeles.

-¿Cómo estás de amores?

-Muy solo, ¡mi corazón es un papelón! No aparece nadie. No sé por qué, si es porque me va muy bien en el trabajo o ni idea. Prefiero tener menos laburo y más amor. Salgo con mis amigos a bailar y me muestro predispues­to pero no pasa nada. -¿Sos muy exquisito?

-No, cero. Prefiero que no sea bailarín ni de mi mismo ambiente. Pero eso no se elige. Por Instagram me escriben muchas personas pero nadie interesant­e. Si me gusta alguien, avanzo porque ya me cansé y si Mahoma no va a la montaña...

-En ShowMatch te apareciero­n candidatos al aire. ¿No pasó nada?

-No, cero, eso fue muy bizarro y no estuvo bueno. De última, me tendrían que haber avisado y no caer de una en la televisión, tipo casting. Me dio mucha vergüenza y encima Tinelli me hizo cantar.

-¿Cómo sería tu candidato ideal? -Tiene que ser divertido, descontrac­turado y buena onda, de planes copados y originales. Busco un compañero, tampoco pido mucha ciencia. A nivel físico no me fijo tanto. Todos piensan que quiero un musculoso y sinceramen­te me fijo en la persona. Lo loco es que me encaran muchas mujeres.

-¿Te pasa?

-Un montón. Es más, este año me replanteé en un momento volver a mis inicios y salir con mujeres pero no hubo caso. Me gustan los varones aunque muchas chicas me escriben por las redes. La mayoría de los mensajes que recibo son de mujeres. -¿Tu primera pareja fue mujer?

-Sí. De chiquito no cuenta pero a los 14 tuve mi primera novia, a los 16 otra y a los 17 la última. No fue por mandato paterno: realmente me gustaban aunque la última fue cualquiera porque era bastante marimacho. A los 17, hice un click, justo antes de entrar al Bailando. Pero no decía nada, lo tenía re guardadito para mí y si veía un chico que me parecía lindo, por dentro iba toda una procesión: “¿Qué me pasa? Que sí, que no, que sí, que no”. En el barrio me cargaban siempre y me he agarrado a piñas por eso.

-¿Te hacían bullying?

-Sí, en el barrio y en la escuela también. Por suerte no era la mayoría pero había un par que me molestaban siempre. Mi primera vez con un hombre fue con mi primer novio, Patricio Sauc. Antes había tenido alguna cosita suelta pero la primera vez fue con Pato, con quien estuve dos años y medio de novio.

-¿No hay chance de que vuelvas con Pato?

-Tenemos un vínculo muy especial. El está laburando afuera y cuando me desmayé en ShowMatch me escribió para ver cómo estaba. Es lindo saber que alguien que fue tan especial se preocupa por vos. Como vive afuera no me hago la cabeza. Pero si estuviera acá no sé qué podría pasar. Es una historia que no se terminó.

Nicolás Peralta Fotos: Luis Varela Agradecimi­entos: Mauri Antiguedad­es (Sarmiento esquina Alsina), José Pepe Torres y Gonzalo de Carlos Paz Aventura Hidropedal­es

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