NO LO DEJEN DE BUSCAR
Emiliano Sala venía protagonizando una hermosa historia de superación. Nació el 31 de octubre de 1990 en Cululú, Las Colonias, en Santa Fe, Argentina y se mudó a Progreso a los tres años. Su primer y único club hasta los 15 años fue el Atlético y Social San Martín. No debutó en Primera División ya que con sólo 20 años viajó a Europa. Sus inicios en el fútbol profesional fueron en el Us Orleans (2012), equipo de tercera de Francia, al que fue cedido por el club Girondins de Burdeos, dueño de su pase. Después llegaría su auspicioso paso por el Niort, de la segunda división, hasta que finalmente tuvo su oportunidad de jugar en la Ligue 1, también conocida como Le Championnat, primero en el Caen y finalmente en el Nantes, donde se destacó anotando tantos goles que le peleó el primer puesto en la tabla de goleadores a la superestrella del PSG, Kylian Mbapee. Su lucimiento provocó que el equipo galés Cardiff City lo comprara hace unos días en la cifra de 17 millones de euros. Emiliano, a los 28 años, iba a cumplir el sueño de jugar en la Premier League. Aquí es donde el cuento del chico de pueblo que triunfa en las grandes ligas se transforma en una cruel y absurda tragedia. El lunes 21, después de que el jugador había acudido a la Ciudad Deportiva La Jonelière, del Nantes, para despedirse de quienes habían sido sus compañeros hasta hace pocos días, tomó un avión privado PA 46 Malibu de regreso a Cardiff. Viajaba solamente acompañado por el piloto, Dave Ibbotson, británico, de 60 años, padre de tres hijos. El avión sobrevolaba el Canal de la Mancha a unos 27 km al norte de Guernsey al momento de su desaparición. Las búsquedas inmediatas realizadas por la guardia costera resultaron infructuosas. Días después se viralizó un audio que el futbolista le mandó a sus ex compañeros desde la avioneta, en el que si bien se lo escucha en cierto tono de broma, evidenciaba que el vuelo le generaba temor. "Hola, hermanitos, ¿cómo andan loquitos locos? Hermano, estoy muerto. Estuve acá en Nantes haciendo cosas y cosas y no termina más, no termina más. Así que, nada, muchachos, estoy acá, arriba del avión, que parece que se está por caer a pedazos y me estoy yendo para Cardiff, loco, que mañana sí ya arrancamos a la tarde a entrenar con el nuevo equipo, a ver qué pasa. Así que… ¿cómo andan ustedes, hermanitos, todo bien? Si en una hora y media no tienen novedades mías, no sé si van mandar a alguien a buscarme, porque no me van a encontrar, pero ya saben… Papá, qué miedo que tengo".
Fue una trágica premonición. La avioneta no aparecía y las declaraciones de los encargados de buscar la nave eran cada vez más desalentadoras. Debido a la temperatura de las aguas del Canal de la Mancha en esta época del año, aún si Sala y el piloto hubieran sobrevivido al impacto de la nave en el agua, la posibilidades de encontrarlos vivos son remotas. Ante ese panorama, el jueves la policía inglesa decidió suspender la búsqueda. La desesperación de la familia de Emiliano fue creciendo. La conmoción mundial también. #PrayforSala (Reza por Sala) fue el hashtag que se viralizó en las redes. "Lo único que pido es que lo sigan buscando. No puede ser que desaparezca así", imploró Horacio, el padre. La familia abrió una cuenta privada para recaudar fondos buscando retomar la búsqueda, a la que aportaron varios futbolistas como Mbapee (30 mil euros), Adrien Rabiot (25 mil), además de los argentinos Lucas Ocampos (5.000 euros), Alejandro "Papu" Gómez (2.002) y Fernando Forestieri (2.000). El propio Lionel Messi se pronunció reclamando que no se cesara en la búsqueda de Sala, al igual que Gonzalo Higuaín, Lucas Biglia, Nicolas Otamendi y numerosas personalidades a nivel mundial. Estas declaraciones públicas sumadas al dramático pedido de la familia de Emiliano permitieron recaudar más de 300 mil euros. Por eso, desde el lunes, un barco de inspección equipado con equipos de búsqueda de última tecnología, están realizando un rastreo submarino de los restos en el área donde el radar tuvo el último contacto. La historia ya no parece poder tener un final feliz. Pero aún si los oscuros presagios de los especialistas se cumplen, la familia merece poder encontrar a Emiliano, La incertidumbre sobre el paradero de un ser querido es una angustia demasiado intolerable. Por eso, nos sumamos al pedido de todos: #NoDejenDeBuscar a Emiliano.