Pronto

TRAER UN BEBE AL MUNDO “PARA SALIR EN UNA REVISTA CONMIGO NO VA”

Volvió de trabajar en España para girar con el musical Fuego y pasión. Hace seis meses que está sin pareja y reconoce que la paternidad no es una cuestión pendiente en su vida: “Para ser padre uno tiene que estar muy preparado, no sólo en lo económico sin

- Nicolás Peralta Fotos: Luis Varela

Acaba de llegar de España, donde estuvo los últimos dos meses trabajando, y aterrizó en la Argentina con novedades artísticas. Hernán Piquín (45) este verano presenta en una gira nacional el espectácul­o Fuego y pasión, de su propia autoría, donde además sube al escenario y demuestra que sigue siendo uno de los mejores bailarines del país. Estrenó el show en la costa y el próximo 4 y 5 de febrero se presentará en Oye Chico Complejo Malambo de Villa Carlos Paz. “A esta altura de mi vida, poder compartir el escenario con amigos es lo mejor que me puede pasar. Es bueno y es imprescind­ible para que la pase bien. Además, tengo un artista de lujo invitado de España: el bailaor flamenco Agustín Barajas. El espectácul­o combina tangos, boleros y flamenco y va surfeando distintos sentimient­os, desde el romanticis­mo a la pasión”, cuenta Hernán.

-¿Lo creaste vos?

-Sí, en un trabajo en equipo con Sol Viviano y Osmar Odone, que son los directores junto conmigo. Estrenamos en San Bernardo a sala llena y no lo podía creer. Siempre agradecido a la gente que me apoya, me sigue y me acompaña. -¿En España qué hiciste?

-Fui a bailar con Rafael Amargo a un espectácul­o, donde me presentaro­n como “estrella invitada”. A mí esos rótulos me causan gracia pero bueno, ellos lo llaman así. Fue una experienci­a muy linda y en la que encontré a muchos amigos. Ahí lo conocí a Agustín Barajas y lo convencí a venirse este verano a hacer la gira por Argentina conmigo. Hasta el 24 de marzo estaremos girando.

-Sos ultra reconocido en la danza. ¿Por qué decís que no te sentís una estrella? -Porque me parece que eso de ser estrella es demasiado. Yo qué sé, me parece

mucho. Soy un tipo común y corriente que tiene el privilegio de poder vivir de lo que amo hacer, que es bailar. Para mí las estrellas están en el cielo, no hay estrellas en la tierra. Todos somos iguales, nacemos de la misma forma y vamos a terminar en el mismo lugar. Esto de tener más o menos dinero, más o menos nombre me da igual. Si sos feliz haciendo lo que hacés y encima podés vivir de eso, es lo más importante. No necesito ningún título de estrella ni de artista ni de nada.

-Dijiste: “Vamos a parar al mismo lugar”. ¿Pensás en la muerte?

-No, no pienso y tampoco me da miedo. Creo que cuando uno está tranquilo consigo mismo y con su conscienci­a, la muerte se convierte en un momento más que hay que pasar. No sé dónde terminarem­os y no tengo idea si hay vida después de la muerte, aunque me encantaría saberlo. Soy curioso de todo eso pero es un misterio enorme que jamás sabremos. Vivo el momento, trato de no hacerle mal a nadie y de ser amigo de todos. Quiero mucho a la gente que me quiere y la que no me quiere tampoco me hace enroscar porque es un problema de ellos. Con mi conciencia y mi amor voy siempre para adelante.

-Tenés 45 años. ¿Estás pensando en tu retiro?

-No. Sé que tengo 45 años, ¡gracias por recordárme­lo! Realmente a mi alma no la siento de 45. Quizás al cuerpo a veces sí pero al alma jamás. Los dolores después de una función ya no son como cuando tenía 20 años pero es tan gratifican­te poder bailar y que la gente se emocione con lo hago que eso me llena. Que me agradezcan después de una función me encanta. A veces, pienso en el retiro y se me vienen a la cabeza cosas del estilo cómo me voy a retirar, con qué espectácul­o, de qué manera.

¿Vas a hacer una gran fiesta?

-No, ¡ni loco! ¿Así como hizo Julio Bocca cuando se retiró? No, ni cerca. Ojo: no me quiero comparar con Julio ni mucho menos pero no me veo en un show multitudin­ario en la 9 de Julio. El día que vea que la gente deja de disfrutar de lo que hago, ese día va a ser mi última función. Tengo la suerte de haber bailado mucho en mi carrera, primero solo, luego como primer bailarín de la compañía de Julio Bocca, primer bailarín de San Francisco, en Italia, en Salerno, en Nápoles, en Francia... He bailado tantas cosas que me gustaron y otras que no me gustaron, que siento que estoy realizado en la danza. Tomo cada propuesta que me ofrecen como el reto más importante de mi vida pero sinceramen­te siento que ya lo hice todo.

-¿No te quedó nada por explorar? -¿Sabés que no? Hice de todo: musicales, revistas, fui el primer bailarín del Teatro Colón, bailé con Bocca, hice una película, una telenovela, gané dos veces el Bailando, ¡hice tanto!

-¿El cuerpo te pasa factura?

-Sí. Tengo la suerte de tener una genética privilegia­da y se lo agradezco a mis padres por haber pensado en eso en el momento en que me hicieron. Desde ya que no tengo 20 años y lo siento. El cuerpo me duele un poquito más pero con el entrenamie­nto que tengo encima no lo siento tanto. Arranqué a los 10 y nunca paré así que tengo 35 años de tomar clases y estirar el cuerpo.

-¿Te cuidás mucho?

-Sí, me cuido con los alimentos aunque tampoco soy un obsesivo. No voy al gimnasio porque me aburre pero antes de cada función hago una clase, me estiro y estiro con todos los chicos de la compañía. Cuando vuelvo del teatro me ducho, ceno y me voy a la cama. Me preparo para que el cuerpo aguante. Sino no estaría a esta edad bailando.

-¿Sos el tipo que de chico imaginaste ibas a ser a los 45?

-No. ¿Sabés que yo nunca me imaginé ni me imagino qué va a pasar más adelante? No sé qué va a pasar el mes que viene, ni siquiera mañana. Vivo el día a día y tomo cada cosa que me llega con el mayor amor, respeto, disciplina y cariño. Lo único que quería de chico era llegar a ser el primer bailarín del Teatro Colón. Jamás imaginé todo lo que se vendría: a los 16 me fui a vivir un año a Londres, a los 17 otro año a París, volví al Colón, entré como cuerpo de baile, a los 2 años me llamó Julio Bocca para su compañía, dos años más tarde firmé como primer bailarín del Colón, después me fui cinco años a bailar a San Francisco, de ahí tres a Italia y en mis vacaciones volvía a bailar con Bocca, recorrí Japón...

-¿Tuviste que relegar mucho de tu vida personal por tu profesión?

-Sí. Pero como nunca tomé lo mío como un trabajo no lo sufría. Nada de lo que hice fue un sacrificio. En vez de irme de viaje de egresados de quinto año a Bariloche, me fui de gira por España con Julio y eso era lo mejor del mundo para mí. Nada fue sufrimient­o. Jamás fui de salir de noche a los boliches, nunca en la vida me emborraché y jamás me pesó tener que ser tan correcto. Porque si no sos correcto y ordenado no podés dedicarte a la danza clásica.

-Con tantos viajes, ¿podías tener una pareja estable?

-Es difícil pero no imposible. Depende mucho de la persona con la que das en ese momento. Si te acompañan, se puede. Tuve mucha suerte en mi vida y la gente

“ME CUIDO CON LOS ALIMENTOS

AUNQUE TAMPOCO SOY UN OBSESIVO”

que se me acercó para hacerme daño, sola se fue. Y la que se arrimaba porque me amaba, siguió estando a mi lado. El destino de las personas está marcado y las energías se juntan o se separan.

-¿Estás en pareja?

-No, estoy solo, tranquilo y muy bien así. Me separé de mi última pareja hace seis meses y no volví a formalizar. Así estoy muy bien. Me la pasé trabajando mucho, estuve haciendo giras con Rafael Amargo por España y tenía la cabeza muy ocupada. Me salió mucho trabajo en Europa y tuve

que rechazarlo porque tenía prevista esta gira con Fuego y pasión durante el verano en la Argentina.

-¿A qué trabajos les dijiste que no?

-Me ofrecieron ser el profesor de danza del programa de televisión Fama, en España, y hubiese estado buenísimo pero no pude tomarlo. También me propusiero­n participar del reality Sobrevivie­ntes, donde dejan a 10 personas en una isla y tienen que sobrevivir con lo que encuentren. Ahí capaz tenés que comer raíces, te descomponé­s o te enfermás y no tenía ganas de someterme a eso. Lo bueno es que trabajo no me falta: llegué a España, se revolucion­ó todo y me empezaron a llamar. ¿Si soy conocido en España? A ver: no sé si soy famoso pero he bailado mucho con Julio Bocca en las giras y la gente me tiene.

-¿La paternidad es una cuenta pendiente?

-No. Para ser padre uno tiene que estar muy preparado, no sólo en lo económico sino mentalment­e. No es fácil tener un hijo y traer un bebé al mundo para salir en una revista conmigo no va. En este momento, si tuviera un hijo no podría darle ni el espacio, ni el cariño, ni el tiempo que necesita. Hoy por hoy, no sería padre pero en un futuro no lo descarto. Me encantan los chicos, tengo sobrinos postizos por todos lados y miles de niños que me llaman “el tío Hernán”. Ahora, un hijo propio por el momento no.

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Pura facha y talentoEn su show tiene un artista español invitado: el bailaor flamenco Agustín Barajas. “El espectácul­o combinatan­gos, boleros y flamenco y va surfeando distintos sentimient­os, desde el romanticis­mo a la pasión”, cuentaHern­án.
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