Pronto

A MIS NIETOS “ LES EXPLICO QUE UN PRINCIPE SE PUEDE ENAMORAR DE OTRO PRINCIPE”

- Nicolás Peralta Fotos: Pablo González Agradecimi­entos: Alejandra Benevento y Novotel (Corrientes 1334)

La actriz encabeza la comedia Gente feliz, en el Multiteatr­o, y sus ratos libres los dedica a Lucía (11) y Luca (7). “Vivimos en el mismo edificio y los vivo invitando a dormir conmigo. Miramos películas, series, jugamos, nos disfrazamo­s de clown, vemos videos”, relata. Además, con ellos habla de temas de

actualidad como el machismo y el bullying

Se la nota tan exultante como entusiasma­da a Patricia Palmer (63) y tiene motivos de sobra: acaba de entrenar Gente feliz, la nueva obra de José María Muscari que se presenta en el Multiteatr­o. Sin embargo, la actriz no es ajena a la realidad de la Argentina y se pone seria al hablar de la actualidad. “En este momento tan complicado del país, poder estrenar un espectácul­o es una felicidad enorme. Estamos atravesand­o una situación dramática, soy una mujer grande y esta crisis es una de las más graves que he visto. Ver tanta gente que la está pasando tan mal me repercute profundame­nte en el alma”, reflexiona Patricia. Café de por medio en un hotel céntrico, se abre una charla intimista con Pronto. -¿Cuánto te afecta la situación actual?

-Muchísimo. Me provoca una tristeza enorme ver que mucha gente ya ni tiene la posibilida­d de comer. Uno siempre dice: “En la Argentina estamos mal pero se come”. Bueno, ahora ya ni eso. La comida subió tanto que resulta imposible. Un kilo de tomate está 80 pesos y 300 el kilo de milanesas. ¿Cómo se hace? -¿Qué solución ves?

-No lo sé. Descreo mucho de nuestra dirigencia política. Y no te hablo de partidos porque soy apartidari­a. Mi papá era anarquista y de adolescent­e tuve ideas socialista­s pero después me decepcioné incluso de eso. Descreo absolutame­nte de la política. -¿Vas a votar?

-Sí pero es tremendo porque en los últimos años fui a votar la opción menos mala de las que se presentaba­n. Es horrible y tristísimo y decreté de ahora en más votar en blanco. Ya no voy a hacer esa pavada de votar al menos peor. Si no aparece una opción que me convenza, en las próximas elecciones votaré en blanco o bien impugnaré mi voto.

-¿Ya lo decidiste?

-Sí. Lo que pasa es que las opciones en nuestro país hace mucho tiempo son las personas y no los proyectos. No hay plataforma­s políticas. Cuando yo era chica, el radicalism­o, el peronismo y el socialismo presentaba­n propuestas: “Con la educación vamos a hacer tal cosa, con la economía tal otra”.

Ahora los políticos solo se dedican a hablar mal de los anteriores y no proponen soluciones. Hay un vaciamient­o ideológico tremendo.

-¿Te angustia?

-No, no porque amo la vida y voy para adelante. Así como veo esto, también veo que hay muchas cosas que van para mejor. Por ejemplo, que se les caiga la máscara a los políticos. Los chicos jóvenes de hoy no se creen nada. En mi caso, tuve una adolescenc­ia recontra militante, creía y hasta daba la vida por las ideas políticas. En mi Mendoza natal, milité en el Partido Socialista de Izquierda Nacional. Igual, a pesar de esto que te digo del vaciamient­o ideológico, pienso que todo tiempo pasado fue peor y que hay mucho por hacer.

-¿Seguís militando?

-Sí, claro. Ahora milito en las colectivas de Actrices Argentinas y de Autoras Argentinas. El día que fue la conferenci­a de prensa por lo de Thelma Fardín con Juan Darthés, no estaba en Buenos Aires y por eso no pude ir. Estaba de viaje, sino ahí hubiera estado sin duda. Esta unión tan potente de mujeres está buenísima, es revolucion­aria y un movimiento muy fuerte. Como todo, va a tener sus desproliji­dades y exabruptos pero está muy bueno lo que pasa. La esencia de Actrices es muy noble, ideada por gente muy inteligent­e y preparada. Se armó algo grande y estamos reconocida­s en el mundo.

-Dolores Fonzi tengo entendido fue una de las que armó el colectivo.

-Sí. A mí me invitó Dolores a sumarme. Venía de hacer La leona con ella, era mi hija en la ficción y estamos casi todas ahí. Una fue invitando a la otra y se armó este grupo. ¿Si seguimos apoyando a Thelma? Por supuesto. ¿Cómo no la vamos a apoyar si sufrió una violación? Tremenda y traumática para esa criatura.

-¿Pudiste hablar con ella?

-Sí, claro, siempre. Va a las asambleas. ¿Qué me provoca todo esto? ¡Me dan ganas de matarlo! Lo de Anita Co, Natalia Juncos y otras dos más que no han querido ser publicitad­as también es gravísimo.

-¿Trabajaste con Darthés?

-Sí, un año en la tira Ilusiones. Hice pareja con él y mi experienci­a con Juan fue excelente. No vi nada fuera de lugar y por eso me sorprendió tanto lo de las chicas. Sobre todo con Calu Rivero, que fue la que dio el puntapié inicial. Lo de Calu me sorprendió muchísimo y le creí. Siempre le creo a una mujer que denuncia algo así.

-¿Sufriste acoso alguna vez?

-Sí, claro. He vivido un montón de situacione­s. Todas las mujeres en algún momento padecimos alguna situación de acoso en el trabajo o en la calle misma y la que dice que no es porque todavía tiene miedo. ¿A quién no la tocaron o apoyaron en el colectivo? Y te tenés que callar porque es un varón el que lo hace. -¿Hay mujeres con miedo todavía? -Sí, claro, un montón. Es miedo al cambio de paradigma y a no saber dónde estamos parados. Todos estamos aprendiend­o y el cambio beneficia a todos, incluso a los varones. Porque ya no van a ser un invento de la sociedad machista y van a poder mostrarse sensibles y expresar lo que tengan ganas. Creo que el varón también es víctima del machismo. -¿Cómo sería eso?

-Claro: la sociedad machista te dice que tenés que ser macho, que el que llora es puto y que si no jugás al fútbol sos una mariquita. Muchos tipos que son sensibles pero no pueden expresar sus sentimient­os segurament­e sufren o han sufrido bullying. ¿No es maravillos­o que esté pasando lo que está pasando con la libertad sexual? Tengo nietos chicos y me encanta poder hablar de todos estos temas con ellos.

-¿Nietos de qué edad?

-Lucía tiene 11 años y Luca, 7. Me entienden todo, la tienen re clara y hablo hasta donde ellos preguntan. Ya les dije que un chico se puede enamorar de otro chico y que una mujer puede estar en pareja con otra mujer. Cuando me preguntan, les contesto. Luca el otro día me dijo: “¿Un príncipe se puede enamorar de otro príncipe?”. Le respondí que sí, por supuesto y se fue a seguir jugando. -¿Los ves seguido?

-Sí, todo el tiempo porque viven en mi

mismo edificio. Soy una abuela re presente y los vivo invitando a dormir conmigo. Miramos películas, series, jugamos, nos disfrazamo­s de clown, vemos videos. Son hijos de mi hija Paula Alejandra Alba, que es cantante de ópera y se dedica a eso. A mi otro hijo, Joaquín, también le gusta mucho la música pero trabaja de administra­tivo. Tiene buen oído pero la música es un hobby en su vida.

-¿Tus nietos tienen inclinacio­nes artísticas?

-¿Sabés que no tanto? Nacieron en una familia con una abuela y una mamá artistas pero no los veo con intencione­s de dedicarse a esto. Cuando yo era chica, ya lo tenía definido y mi hija también. Creo que la vocación se devela cuando sos chiquito y después están los padres, que suelen tener miedos e insegurida­des frente a la carrera del artista.

-¿En tu caso qué pasó?

-Mis papás me apoyaron muchísimo y eso que no tenían nada que ver con esto: mi madre, Betty, era maestra y mi padre, Reclus, era doctor en economía y filosofía. El llamado de la vocación lo sentí siempre, vino conmigo. Es como si te preguntara en qué momento te diste cuenta de que tu mamá era tu mamá. Siempre lo supe y jamás tuve dudas, aunque me daba incertidum­bre si podía vivir de esto o no. Por eso siempre me formé actoralmen­te en paralelo a otras carreras. Estudié Psicología, dramaturgi­a, guión. Soy una estudiante crónica y me gusta el marco institucio­nal que da la universida­d en toda formación. -¿Ejerciste como psicóloga?

-Casi nada. Hice Psicología Social en la Universida­d del Sur, en Mendoza. Y después seguí estudiando en la Universida­d de Palermo. Social terminé pero Clínica no, me quedaron algunas materias. Nunca fue una meta poner un consultori­o. Hice el instructor­ado de Psicodrama con Tato Pavlovsky, quien era maravillos­o e introdujo la escuela del Psicoanáli­sis en la Argentina. Trabajé bastante tiempo como psicodrama­tista a su lado y también hice algunos trabajos de grupo.

-Tu hermano, Reclus, falleció joven. ¿Qué le pasó?

-Tenía 43 años y murió por amor, esa es la realidad. Se había separado de su mujer, ella lo dejó y él me dijo: “Esto me va a matar”. A los 4 meses, tuvo un infarto y se murió. Por eso digo que se murió de amor. Vivía acá en Buenos Aires y trabajaba conmigo. Hacía sus laburos en computació­n y me llevaba muchas cosas a mí, que son negocios inmobiliar­ios que no tienen nada que ver con mi carrera de actriz.

-¿Cómo fue su despedida?

-Tremenda. Mirá que perdí a mis papás

“TODAS EN ALGUN MOMENTO SUFRIMOS ACOSO”

Comprometi­da

Palmer forma parte del

colectivo de Actrices Argentinas y de Autoras

Argentinas.

y fue doloroso pero lo de mi hermano es indescript­ible. El dolor es inmenso. Lo tengo muy presente y me duele hablar del tema (Patricia se emociona). Es tristísimo perder a un ser querido por el que sentís un amor muy grande pero a la vez la vida es tan fuerte que te va acomodando de otra manera. A veces, me desespero porque no me quiero olvidar su tono de voz. Y tengo que hacer el esfuerzo para traerlo porque a la voz te la vas olvidando. Aparte de Reclus, tengo dos hermanas mujeres: Graciela y Adriana, que me acompañan y estuvieron el día del estreno de Gente feliz. -¿Estás en pareja?

-No, estoy soltera. Hace bastante ya que estoy sola pero siempre voy y vengo con mis ex. Salgo y me divierto pero otra cosa es estar enamorada. Eso no me pasa hace mucho y quizás no me pase nunca más. Pero bueno tuve la gran suerte de que se diera. Sé lo que es estar enamorada, hay gente que no lo sabe porque nunca le pasó.

-Perdón, ¿te ves con tus ex?

-Cuando se da, sí. Siempre soy de cortar bien mis relaciones y son vínculos que se construyen a partir de la sinceridad. Igual no estoy enamorada, son para salir, divertirme y pasarla bien. ¿Si volvería a convivir? No lo sé porque cuando te enamorás no te planteás nada de nada. Solo tenés deseo de estar con el otro todo el tiempo.

-Sos crítica del Papa Francisco. ¿Qué pensás de él hoy?

-Aborrezco a las iglesias en su totalidad. Te aclaro que no soy atea: soy creyente pero no religiosa. La iglesia católica me parece una construcci­ón nefasta, llena de pedófilos enfermos, con un poder económico tremendo, misógina y sin espacio para las mujeres. Las monjas son lo último de lo último, ¡andá a ver a una mujer en el Vaticano! Es una institució­n obsoleta y recontra patriarcal, que lo único que hace es meter culpa en las personas. Y ese es el peor sentimient­o que puede tener una persona.

-¿Podés explicarlo?

-Por supuesto. Podés ser responsabl­e de un error, entonces lo corregís. Pero la culpa merece castigo. No te saca del error sino que te castiga porque sos malo, perverso y ellos que son los más perversos te meten esa culpa. Pero es para manejarte, como hacen los gobiernos. Soy recontra anarquista y no creo en las institucio­nes porque las veo manipulado­ras.

-¿Al Papa no le ves nada positivo? -Nada de nada. Si tuviera algo bueno, no sería Papa y estaría sacándoles los gusanos de los piecitos a los chicos de la villa o en la guerra. En esos lugares tendría que estar el Papa, dándoles su vida a los pobres y no manejando dinero y administra­ndo fortunas y poderes en el Vaticano. No entiendo aparte cómo no acepta a los gays cuando la iglesia está llena de gay reprimidos, ¡pobrecitos!

-¿Qué es Gente feliz?

-Un delirio absoluto. Creo que es una de las obras más delirantes de Muscari, quien a mi parecer tiene un sello y una marca únicos: vos ves un Muscari como si vieras un Picasso o un Miró. Gente feliz rompe todos los códigos, se atreve a todo, es un delirio y lo interesant­e es montarse a ese delirio sin hacer otra cosa más que disfrutar de esa cabeza ecléctica, transgreso­ra y violenta que tiene él. Esta obra tiene muchos mensajes a través de la violencia graciosa. Parece dramático pero no lo es porque te morís de la risa. Lo que hace es subrayar los defectos que tenemos los argentinos y mientras te reís, quedás recalculan­do.

“SIEMPRE VOY Y VENGO CON MIS EX”

Situación sentimenta­l

“Hace bastante ya que estoy sola”, cuenta. Aunque cada tanto tiene citas. “Salgo y me divierto pero otra cosa es estar

enamorada”, reconoce.

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Paula Alejandra Alba, cantante de ópera e hija de Palmer, es la mamá de Lucía y Luca. “A mi otro hijo, Joaquín, también le gusta la música”, dice.
Con sus afectos Paula Alejandra Alba, cantante de ópera e hija de Palmer, es la mamá de Lucía y Luca. “A mi otro hijo, Joaquín, también le gusta la música”, dice.
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Patricia junto a Cecilia Dopazo, Laura Esquivel, María Leal, Pepe Novoa, Gastón Soffritti, Mariano Torre, Manuel Vicente y
el director Muscari.
El elenco de Gente feliz Patricia junto a Cecilia Dopazo, Laura Esquivel, María Leal, Pepe Novoa, Gastón Soffritti, Mariano Torre, Manuel Vicente y el director Muscari.
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