INVITADOS ESPECIALES
Igual que otros famosos, Analía Franchín (46) decidió pasar Semana Santa en Punta del Este junto a su familia. Pero sin lugar a dudas, lo que la destacó del resto fue llegar a la ciudad uruguaya en helicóptero -modelo Bell 429 que cuesta más de siete millones de dólares-, piloteado por su marido, el empresario Sebastián Eskenazi (55). A puro lujo, la pareja paró en su casa de La Barra junto a su hijo Benicio (8) y la madre de la periodista para pasar unos días de descanso en familia. Allí Analía aprovechó la temperatura agradable para meterse al mar junto a su hijo, que
se divirtió un largo rato barrenando las olas. Más tarde, la ex panelista de Los Angeles de la mañana dio una larga caminata por playa junto a su madre, con quien siempre tuvo una buena relación, que se profundizó aún más tras la muerte de su padre, en octubre de 2017. El Viernes Santo la familia completa visitó la Bodega Garzón, que queda en la sierra de Garzón, a 20 km de la mansión familiar, para recorrer los viñedos y comprar varias cajas de vino para traer a Buenos Aires. Más tarde participaron de un viacrucis que se hizo en la zona. Los días sábado y domingo los destinaron íntegramente a descansar y pasar tiempo al aire libre. Cabe señalar que durante 2018 Analía no estuvo trabajando en la televisión y se mantuvo al margen de los medios, sin ningún escándalo. Y hace un par de semanas dio que hablar cuando publicó una imagen súper hot en su cuenta de Instagram, en la que se la ve de espaldas, vestida con un culotte negro, dejando en evidencia que a los 46 años tiene un cuerpazo. “Los 40 de ahora son los 20 de antes”, escribió la pelirroja y recibió miles de elogios de sus seguidores. Pero no fueron todas buenas para la periodista en los últimos