Pronto

“HACER 100 DIAS PARA ENAMORARSE ME SALVO DE UNA GRAN CRISIS”

- Nicolás Peralta Fotos: Pablo González

Protagoniz­a la obra de teatro Delia y actúa en la serie policial Atrapa a un ladrón, una coproducci­ón hispano argentina. Aún recuerda con cariño a sus compañeros de la tira que en 2018 emitió Telefe, quienes la ayudaron a superar un momento difícil: el adiós a un noviazgo de cinco años y una especie de crisis existencia­l

Acaba de volver de Brasil, adonde se fue de vacaciones por un mes con su hermano Guido luego de un año de mucho trabajo. “Me vino bárbaro porque necesitaba parar un poco la pelota”, confiesa Leticia Siciliani (26). Los últimos meses fueron muy intensos para la actriz: a nivel laboral le dio vida a Carmen en 100 días para enamorarse, la ficción éxito de Telefe que arrasó con todos los premios incluido el Martín Fierro de Oro, y en lo personal se separó de su novia Delfina, con quien estuvo en pareja durante cinco años y eso la golpeó mucho. De regreso en la Argentina, retomó la actividad y todos los lunes a las 21 protagoniz­a la obra Delia, de Sebastián Suñé, en Nün Teatro (Ramírez de Velasco 419). “Este mes que estuve ausente tuve un reemplazo divino en Delia y el lunes pasado tuve la suerte de ver la función y me encantó verla desde afuera. Martina Salazar hizo

una Delia hermosa, súper diferente a la que hago yo y confieso que le voy a robar algunas cositas que me gustaron. La obra cuenta la historia de una chica de 30 que está ajena a toda su existencia: a su familia, a sus amigos, al trabajo, al amor y la vida le pasa por al lado. De repente una tragedia la hace reaccionar y es el puntapié que ella necesita para activar”, cuenta Siciliani.

-¿Te sentís identifica­da con esa historia?

-¿Sabés que sí? Al principio, acepté la propuesta porque vino de parte de Karina Hernández que la amo y cuando leí la historia, me enamoré. Dije: “Hasta el año pasado yo era Delia”. Me pasaba que estaba en piloto automático y viviendo sin pensar demasiado. Con mi novia estábamos ya por inercia y tomar la decisión de separarnos era un re movimiento. No me daba cuenta de que no estaba bien ahí y en realidad

la que estaba mal era yo y difícilmen­te iba a poder estar bien con otra persona. -¿Estabas triste?

-Sentía que la vida me pasaba por al lado y estaba esperando que sucediera algo pero tampoco sabía del todo qué era lo que tenía que pasar. De repente, me desperté. Por suerte no pasó nada trágico pero la separación me hizo dar cuenta de que estaba dormida y que no estaba siendo la protagonis­ta de mi vida. Estoy muy agradecida de haber podido salir de ese lugar. Hace poco hablaba sobre eso con algunos amigos, que me contuviero­n porque la primera mitad del año pasado tuve una crisis muy grande y pasé mucha angustia. -¿Angustia por qué?

-Fue una crisis enorme y me ayudó volver a hacer terapia. Había ido al psicólogo de chiquita y hace un año volví con convicción porque necesitaba hacerme bien a mí. Estaba muy triste y no sabía por qué. Con Delfina nos separamos en abril del año pasado, fue doloroso y ya hacia fin de año, que yo estaba mucho mejor, mis amigos me decían: “Leti mirá lo que sos ahora y lo que eras antes”. Sí, ya era otra persona. Hacer 100 días para enamorarse un poco me salvó.

-¿En qué sentido te salvó?

-Encontré ahí un espacio de contención enorme. Esa novela significó todo en mi vida. Venía de un año de crisis y tristeza y me angustiaba no poder disfrutar de un trabajo que me encantaba hacer. Era una oportunida­d que había buscado mucho, me moría por trabajar en Undergroun­d con semejantes actores, mi personaje era re chiquito y de pronto empezó a crecer y yo no lo estaba disfrutand­o. 100 días fue todo, un gran sostén para salir de ese lugar en el que estaba.

-¿Tus compañeros estaban al tanto? -Sí, todos. Me tocó trabajar con actores que admiraba mucho y de repente me di cuenta de que me estaban dando lugar para hacer mis chistes. A Jorgelina Aruzzi la conocía muy poco porque había trabajado con mi hermana y habíamos compartido un viaje una vez pero no la conocía tanto. Actuar con ella fue espectacul­ar, la amo y fue un re sostén. Me llevaba todos los días en su auto a grabar a Martínez e íbamos hablando, hablando y hablando. Jor y Carla Peterson me acompañaro­n muchísimo y me aconsejaro­n. Recuerdo las grabacione­s con mucha nostalgia y me dan ganas de que siga eso por años y años. Todos nos llevábamos muy bien, había re buen clima y con Aruzzi me mataba de la risa grabando.

-¿Qué tal el viaje a Brasil?

-¡Alucinante! Me fui un mes con mi hermano y la última semana se sumó un amigo mío. Estuvimos en Río de Janeiro y vimos algunos partidos de la Copa América porque tanto a Guido como a mí nos apasiona el fútbol. Como en el verano estuve grabando Para atrapar a un ladrón, la nueva ficción de Pablo Echarri que saldrá por Telefe, no había tenido vacaciones.

-¿Mucha joda en Río?

-No, cero. Pensé que íbamos a vivir de joda y fue todo lo contrario: parecía una abuelita y no salíamos nunca hasta tarde. Descansé un montón y como a las 5 de la tarde ya era de noche, a las 7 ya estábamos en la cama. La joda era durante el día. Compartirl­o con mi hermano fue hermoso. Nos llevamos re bien y nos divertimos mucho juntos.

-¿Volver a la realidad?

-¡Dificilísi­mo! Cuando te vas de viaje, es como que acá la vida queda en pausa y en realidad todo siguió. Por suerte no hubo grandes cambios que hayan modificado la existencia de todos y yo no haya estado.

-¿Seguís soltera?

-Sí, estoy más soltera que nunca, ¡no lo puedo creer! Mirá que uno puede estar soltero pero estoy muuuy soltera. Calculá que tengo 26 años y de los 20 a los 25 estuve de novia con Delfina así que por primera vez me reconozco soltera y adulta. Con Delfi convivíamo­s, crecí con ella y ahora me encuentro sola y madura. -¿Quién se fue de la casa?

-Yo. Creo que ella sigue viviendo ahí pero no tenemos vínculo así que no lo sé. Hablamos muy poco, lo justo y necesario. Terminó todo bien pero no tenemos vínculo. El distanciam­iento se dio natural. Al principio era necesario un aire para terminar realmente y no

mezclar las cosas. El punto final fue súper doloroso, al menos para mí, no sé para ella.

-¿Hubo terceras en discordia?

-No. Ojalá nos hubiera pasado eso porque nos hubiésemos enojado y hubiese sido más fácil. Cuando todos me preguntaba­n por qué nos habíamos separado, no había un motivo puntual. Se terminó y ya. Se desgastó y nos queríamos mucho pero no para convivir y proyectar cosas juntas.

-¿Proyectaba­n una familia?

-Al comienzo sí. Soy re intensa y cuando me enamoro quiero todo: hijos, casa, perro labrador, ¡todo! Cuando te das cuenta de que no va más y la otra persona no quiere lo mismo, en cierta medida la estás cagando. Por eso está bueno ser sincero y hablar. Hace poquito volvimos a chatear, la empecé a seguir en Instagram porque superé ciertas cosas y nos mandamos unos mensajitos. Pero ya está.

-¿La querés?

-Siempre la voy a querer porque fue una relación muy importante para mí y para ella fue su primera relación con una chica. Crecimos mucho juntas y era raro dejar de hablarnos de un momento para el otro. Que yo sepa, ella está en pareja y me da felicidad porque sólo me quedaron recuerdos lindos y ya no siento más nada por ella. Es buena persona y se merece lo mejor.

-¿En Brasil no conociste a nadie?

-¡A nadie! Mis amigos no me creen porque piensan que re voy al frente pero no se cruzó nadie. No sé qué me pasó en Brasil. Muchos pensaban que mi hermano era mi pareja y eso ahuyentaba un poco. “Guido andate de acá, por favor te lo pido”, le decía yo en chiste. Fuimos en otro plan y no estaba buscando nada en especial.

-¿Qué más se viene a nivel laboral? -Ahora estoy con Delia y terminé de grabar Para atrapar a un ladrón, en donde me toca hacer de una policía de investigac­ión que se llama Lucía Savaria. Labura con el personaje de Luis Machín y es muy graciosa pero no puedo contar mucho más.

-Si no la pegabas como actriz, ¿tenías un plan B?

-De chica fantaseaba con mil otras actividade­s y estaba convencida de que iba a ser profesora de Educación Física porque mi mamá y mi hermano lo son y a mí me encantan los deportes. Pero quedó en el plano de la fantasía y me aboqué de lleno a la actuación. No tener un plan B por momentos me preocupa porque no siento tanta estabilida­d pero estoy convencida de mi vocación y no podría hacer otra cosa.

¿Cuánto influyó tu hermana Griselda en tu vocación?

-Mucho. Cuando empecé a tomar clases de comedia musical con Hugo Midón, me encantó. Era una actividad extracurri­cular y si bien mi hermana no era conocida, ya estaba trabajando de bailarina y me encantaba lo que hacía. Me marcó un camino y yo era bastante más grande cuando ella empezó a ser popular. Gri me llevaba mucho a ver las obras de Hugo o las suyas y me encantaba. -¿Cómo reaccionar­on tus papás cuando les dijiste que querías ser actriz? -Re bien, aparte no hubo un momento especial en el que les dije que me quería dedicar a esto. Tomaron por igual el ser actriz mío que el ser socióloga de mi hermana Paulina o el ser profe de Educación Física de Guido. Malena vive en Paraguay y es profe de Artes plásticas y Marilina también es profe y diseñadora de indumentar­ia. En casa nos criaron con mucha libertad mis papás, Norberto e Ida.

-¿Te costó hablar de tu sexualidad? -Maso. Les conté cuando les dije que tenía una novia. No fue un tema en general porque no fue un tema para mí. Igual no fue fácil contárselo a mis papás y sé que me costó en su momento. Más allá de la libertad que nos dieron siempre, sentía un poquito de miedo de defraudarl­os o algo de vergüenza, no lo sé. Para mí nunca fue un rollo y cuando me gustó una chica, no me lo replanteé ni un segundo. Mis viejos son súper afectuosos y fueron lo más conmigo siempre. Delfi fue parte de mi familia y por suerte no fue un tema para nadie en casa.

“CUANDO ME ENAMORO QUIERO TODO: HIJOS, CASA, PERRO LABRADOR”

Amores que vendrán Leticia cortó el año pasado con Delfina, con quien convivía. “Ella ya está en pareja y me alegra. Yo sigo soltera”.

 ??  ?? La misma sangre
Con Guido, su hermano, pasó un mes en Brasil. “Nos divertimos mucho juntos”, asegura. Leticia es la menor de seis hermanos. Las únicas actrices son ella y Griselda.
La misma sangre Con Guido, su hermano, pasó un mes en Brasil. “Nos divertimos mucho juntos”, asegura. Leticia es la menor de seis hermanos. Las únicas actrices son ella y Griselda.
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina