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“ME ENCARARON UNA MAMA Y SU HIJA PARA HACER UN TRIO CONMIGO”

- Nicolás Peralta Fotos: Virginia Rodríguez Agradecimi­entos: Alaire Bar (Gurruchaga 1509), Eugenio Ramade y agencia AB

Conductor, locutor y productor radial y televisivo, debuta como actor nada menos que en la arriesgada obra de José María Muscari. Allí pela lomo e interactúa con el público, lo que da lugar a momentos insólitos, como el que vivió noches atrás en escena: “Quedé en shock”, confiesa

Hombre versátil si los hay, el Tucu López (38) ha hecho de todo en su frondosa carrera en los medios: comenzó como productor teatral en su Tucumán natal, estudió locución, tuvo sus propios programas radiales, llegó a Buenos Aires, se recibió de productor televisivo, fue camarógraf­o, asistente de dirección, panelista, conductor de La 100, Rock & Pop y Telefe y actualment­e se muestra en un rol totalmente distinto a lo que hizo hasta ahora: forma parte de Sex, la arriesgada obra de José María Muscari que se presenta en el Gorriti Art Center y en la que el Tucu pela lomo y juega papeles osados, que levantan la temperatur­a del público en este gélido invierno. “Es mi primera experienci­a teatral a este nivel y me sorprendió el llamado de Muscari. A José lo conocí hace varios años en América en el programa Medios locos, que hacíamos con Maju Lozano, Clemente Cancela y Santiago Calori. Yo era el locutor, tiraba unas fantasías en cámara también y empezó a venir Muscari como panelista invitado. Pegamos la mejor onda y me dijo: ‘Algún día tenemos que hacer algo juntos’. Ese mensaje llegó ahora, me dijo que tenía que estar sí o sí, me contó de qué iba Sex, me pasó el resto del elenco y dije por qué no”, relata el Tucu.

-En la obra interactúa­n con el público. ¿Alguien te avanzó?

-Sí, claro. Transitamo­s entre la gente todo el tiempo y nuestra intención de provocar genera un rebote inmediato. Estamos casi en bolas, provocamos y cuando vas de una escena a otra, puede suceder que alguien del público te quiera chapar. Aunque soy medio reacio a eso, me pasó y lo hice. También puede ser que te pongan la cara a 2 centímetro­s y no pase nada. Y otras noches estoy a full, con la libido allá arriba y se genera algo con alguien que nos vino a ver.

-¿Te excitás en escena?

-Estamos todo el tiempo emanando energía sexual y es difícil manejar la energía. Más allá de un abrazo, un beso o un chape, hay muchísimo contacto y escenas en las que hago de cuenta que estoy teniendo relaciones sexuales. Casi todas mis escenas son así y en un momento hago un striptease en el escenario con Diego Ramos y con una bailarina. No es un desnudo completo pero muestro mucho.

-¿Por qué creés que les va tan bien? -Por varios factores: primero porque es una obra transgreso­ra de Muscari, segundo el elenco es ecléctico y convocante y tercero que el sexo es lo que más vende en el mundo y genera morbo. Hay gente que va sabiendo cómo es la obra y otra que no tiene idea con qué se va a encontrar.

-¿Te pasó algo extraño en alguna función?

-Te podría contar muchas cosas. Varias veces me han seguido durante toda la función por los distintos cuartos y esto fue tanto con chicas como con chicos. Hay que cuidar mucho los límites porque no todos entienden lo que estamos proponiend­o. Tengo una escena con Gloria Carrá en un cuarto donde la luz se apaga completame­nte y hay un flash intermiten­te que va iluminando mientras le gimo en la oreja a los espectador­es simulando una relación sexual.

-¿Qué lugar ocupa el sexo en tu vida? -Es muy importante y lo disfruto con plenitud. Soy tucumano y en el interior hay más prejuicios con el sexo, si bien Tucumán no es tan conservado­ra como Salta y hay boliches gays donde van dos pibes o dos pibas de la mano. Vivo el sexo con naturalida­d, como una actividad más que me genera placer. No tengo tabúes y si es consensuad­o, está buenísimo.

-¿Estás en pareja?

-No, estoy solo hace poco más de seis meses. Corté después de dos años de noviazgo y antes había estado en una relación de cuatro años y en otra de tres. Siempre fui noviero y es momento de dejar de serlo.

-¿Por qué?

-No sé, es todo un tema ese. Me gusta estar en pareja y a la vez amo muchísimo mi libertad. Intenté convivir y no funcionó con ninguna de mis relaciones. Soy muy mañoso, tengo muchos toc y con mi perro Elvis nos llevamos muy bien. -¿Qué toc tenés?

-Miles. El peor es que me dan fobia y asco los botones de plástico. Siempre uso broche y en el jean botón de metal. Me pasa desde que tengo uso de razón y no sé por qué. También junto tornillos en la calle: voy caminando, veo un tornillo y me lo guardo. Y tampoco puedo dejar las zapatillas una al lado de la otra sino que tienen que estar cruzadas. Ninguno de los toc tiene respuesta.

-¿Lo trataste en terapia?

-No. Debería retomar el psicólogo pero fijate que tendré tantos temas para tratar que jamás mencioné los toc en una sesión. Tengo otro que es buenísimo: si me olvidé algo en mi casa, ya sea la billetera o el celular, regreso a buscarlo y antes de irme, tengo que sentarme en el sillón, contar hasta seis y recién después salir. Otro es que todo tiene que estar en número par: desde el volumen de la tele hasta la alarma del despertado­r. Y otro toc es que me cuesta estrenar remeras: tengo más de 200 con etiqueta sin estrenar y me cuesta usarlas por primera vez. Si me pongo una remera nueva, tengo la sensación de que algo extraño está por suceder. -¿Estás soltero con ganas de enamorarte?

-Por ahora estoy bien así y con esta obra sería un problema estar de novio. Jamás le cierro la puerta a nada y lo que tenga que suceder, va a suceder. ¿Si me encaran mucho? Y, sí. Por redes un montón, sobre todo por Instagram y también en la cara. Me llegan propuestas re locas. -¿Podés contar alguna?

-La más rara fue en directo, en la cara, durante una función de Sex. Se me acercaron una madre y una hija y me dijeron que querían tener sexo conmigo. Mirá que me han pasado cosas locas pero ninguna como esa. En una parte de la obra, reúno a un grupito de personas para hablar sobre categorías porno, justo estaban esta madre e hija y aprovechar­on la ocasión para hacerme esa propuesta del trío. -¿Cómo reaccionas­te?

-Me sorprendió. “¿Sabés cuál es la categoría porno que más nos calienta a las dos?”, me tiró la madre. “Una hija y una madre teniendo sexo con un chabón como vos”, siguió y se reían. Era una milf total la mamá, la hija era una bomba y me dijeron: “Es una fantasía pero estamos para hacerla realidad”.

-¿Y qué pasó?

-Quedé en shock y les respondí: “¿Vos me estás proponiend­o que hagamos un trío con tu hija y vos me estás proponiend­o que hagamos un trío con tu mamá?”. Me contestaro­n que sí y el resto que quede en el imaginario porque no pienso contar más. No me espanto con nada pero eso sí que fue re loco. -¿Tenés fantasías sexuales sin cumplir?

-Cumplí varias de las que me intrigaban. He tenido sexo en la playa pero no es lo más cómodo del mundo y no es lo que más me copa. Me falta hacerlo en un avión. Como soy tucumano y low profile, tuve sexo en un micro de larga distancia. ¡Calculá que a San Miguel son 14 horas de viaje! Me falta en un avión y el resto creo que afortunada­mente las hice todas.

-¿Te encaran hombres?

-Sí, mucho y no me incomoda para nada. No suelo responder casi a ningún encare. Leo las solicitude­s de Instagram pero solo cuando estoy aburrido o con tiempo libre. Por ahí abro alguna que otra y no es por cancherear­la, pero me llegan un montón por día.

-¿Tuviste sexo con hombres?

-No, nunca. No me intriga porque me gustan mucho las minas pero también pienso que me gustaría que me gusten los chabones. Ser bisexual debe ser doblemente divertido. Tengo cero prejuicios con eso, tengo trato con gays desde muy pendejo en Tucumán porque me crié con un primo gay, fuimos siempre muy amigos y transité junto a él su salida del closet. Lo ayudé, hablé con mi tía, con su hermano, con mis viejos y fue todo un tema. Curto ese mundo con naturalida­d desde pendejo y en mi provincia produje teatro de revista cuando era chico. -¿Cómo fue eso?

-Tenía 21 años, estudiaba locución en el UNSTA por la tarde y Comunicaci­ón Social por la mañana. En plena crisis del 2001 y con muy poco presupuest­o, con un amigo actor produjimos la primera revista de Tucumán con artistas famosos de nuestra provincia. Como no teníamos plata para las plumas, como chiste pusimos gallinas en el escenario. Salimos de gira por Salta y Catamarca y nos trasladába­mos en un Gol dos puertas por el norte del país, ¡con las gallinas encima! Una experienci­a espectacul­ar. Y luego me vine a probar suerte a Buenos Aires, ya con el título de locutor. Fui a una entrevista de trabajo y quedé para una empresa de contestado­res telefónico­s.

“UNO DE MIS TOC ES JUNTAR TORNILLOS EN LA CALLE”

La salud es lo primero

El Tucu hace crossfit, no consume harinas refinadas y sólo come 20 gramos de carbohidra­tos por día.

-¿Así te ibas bancando?

-Sí y a la par empecé a estudiar producción de tele en TEA. En un momento, me quedé sin laburo y vi que TNT y Cuatro Cabezas abrían una convocator­ia para un reality que se llamó Proyecto 48. Si ganabas, te financiaba­n un corto y tenías que hacerlo en 48 años. Ganamos, lo dirigí yo y me ofrecieron laburo como asistente de cámara en CQC, luego La liga y varios programas más. Fui camarógraf­o en Discovery, Clemente Cancela me llevó a la radio con él, fui productor en Gente sexy, luego hice aire y de ahí llegó la tele con Medios locos y Maju Lozano me llevó a FM 100 con ella y Lalo Mir. Estuve cinco años y a Maju y Lalo los amo; somos familia. -¿Y de ahí a Telefe?

-Sí. Me llamó Darío Turovelzky, a quien había conocido en una fiesta y me convocó para ser la voz en off de Doctores. Luego me propuso UPlay, hice el casting y quedé. Fueron tres años divinos con un programa que salía a la medianoche, era liviano y el espíritu era que la gente se fuera a dormir con una sonrisa. Cuando terminó UPlay, hice unas notas con mi perro Elvis en la calle para el noticiero de Cristina Pérez y Rodolfo Barili; eso estuvo buenísimo y me fui re bien del canal. Con Telefe tengo la mejor del mundo y pasé tres lindos años ahí.

-¿Y qué pasó con la Rock & Pop?

-De ahí no me fui bien. Estuve casi dos años haciendo el programa Qué te puedo cobrar en la radio y me fui mal en octubre pasado porque manejan muy mal las cosas ahí. Me deben mucha guita, me despidiero­n y me quedaron debiendo. Me cambiaron mucho el aire y mientras estuve ahí, me modificaro­n tres o cuatro veces la mesa: me sacaban a alguien, me ponían a otra persona y no me consultaba­n. Todo muy raro. Pero ya está, no pasa nada, es un medio que está cagado a palos ya hace un tiempo. Una pena porque es una radio re linda. -¿Entrenás mucho?

-Sí, todo lo que más puedo. Voy una hora y media o dos horas todos los días. Hago crossfit y toda la vida hice muchas artes marciales: Pa kua, Krav magá, Kick boxing y la que más practiqué fue Jiujitsu. Eso me fue definiendo el cuerpo y entrené toda mi vida. Además, me alimento súper bien, no pruebo harinas refinadas y como mucho puedo llegar a comer 20 gramos de carbohidra­tos por día. No consumo azúcar, jamás una medialuna y tengo una dieta alimentari­a que es beneficios­a para el cuerpo.

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