LA FAMILIA UNIDA DESPIDIO A SANTIAGO BAL
SUS HIJOS MARIANO, JULIETA Y FEDE, CARMEN BARBIERI Y SU HERMANO COCO
Sus amigos y seres queridos le dieron el último adiós al actor que falleció a los 83 años, cuyos restos descansan en el Panteón de Actores
El último adiós a Santiago Bal, que falleció el lunes 9, a los 83 años, luego de estar una semana internado en coma farmacológico en el IMAC, estuvo plagada de dolor y de unión familiar. Todos los que lo quisieron estuvieron presentes en el Cementerio de la Chacarita, durante la mañana del martes 10, donde cumplieron el deseo del artista que era ser sepultado en el Panteón de Actores. Así fue que sus hijos Mariano -fruto de su relación con María Isabel Andina-, Julieta -que tuvo con Silvia Pérez- y Federico, que nació de su relación con Carmen Barbieri, cargaron el féretro junto con Coco, el hermano menor del actor. Cada uno de ellos también habían estado durante el velatorio, en una casa de sepelios de Belgrano, adonde asistieron decenas de famosos y fanáticos del comediante, que marcó a varias generaciones. Después fue el momento del cortejo fúnebre hasta el cementerio. Antes de que sus restos fueran depositados en el Panteón, el capellán del cementerio realizó una misa que encabezaron Carmen y su hijo Federico, que contuvo durante todo momento a su hermana Julieta, que estaba completamente acongojada. Después de tantas peleas mediáticas, los familiares de Santiago mostraron que el dolor los unió como nunca y cuando le dieron la última despedida, Carmen, Federico, Julieta, Mariano y Coco se abrazaron. Después de eso, Carmen y Julieta hicieron lo mismo. Y la capocómica le dijo unas palabras al oído para que estuviera tranquila. Unas horas más tarde, durante una nota, Federico explicó: “Papá se fue y se fue como yo querría irme, con una sonrisa, es fuerte lo que voy a contar, mamá me dijo que entrara a verlo, y yo le decía que no tenía sentido, que ese ya no era mi papá. Pero entré, y él tenía una sonrisa en la cara. La vida es tan linda…y la muerte también es linda si uno entiende la muerte. Yo me ocupo de vivir cada día y de disfrutar. Me ocupo de sacarle la máxima experiencia a todo y cuando llega la muerte tenés que entenderla y abrazarla. Hoy papá se fue con sus tres hijos abrazados, las situaciones límites hacen que todo el resto parezca una estupidez”. Y sobre la despedida a su padre, Bal dijo: “En la sala velatoria pusimos Frank Sinatra y bailamos alrededor de él. No parecía un velorio, era una fiesta. Mi vieja hizo cantar a una amiga y estábamos todos contando anécdotas, parecía el final de la película El gran pez, todos contaban algo de mi viejo y yo me iba cagando de risa”. Después de años como comediante y más allá del dolor por su muerte, Santiago volvió a dibujar una sonrisa a todos sus seres queridos. El teatro lo extrañará.