Pronto

“A FEDE LO CONOCIA COMO EL HIJO DE CARMEN BARBIERI”

- Maribel Leone Fotos: Virginia Rodríguez Agradecimi­entos: Own Madero (azopardo 419/@ownmadero)

Tiene 23 años, es modelo y estudia periodismo en Montevideo, donde vive sola. La entrevista­mos en Buenos Aires, adonde viaja seguido para visitar a su chico. Por estos días busca acompañar a Fede en el difícil momento que atraviesa por la muerte de Santiago Bal

Hace poco que conocemos a la uruguaya Melina Carballo (23). Fue después de que ella y Fede Bal se mostraran juntos en un fin de semana romántico en Punta del Este. Según contó él mismo, había viajado a Minas, Uruguay, para trabajar como dj en un boliche y allí quedó encandilad­o con la belleza de la rubia, que estaba en el lugar. Lejos de negar este incipiente romance, en su vuelta al país Fede habló de Melina en ShowMatch (“Es una chica muy bonita. Estuvimos juntos y la pasamos muy bien”) y a las semanas ella lo visitó en el programa y hasta se besaron en cámara. Mayor de dos

hermanos y modelo, Melina fue Miss Uruguay en tres oportunida­des y participó en concursos de belleza internacio­nales como Miss Latinoamér­ica y Miss Mundo. Mel -como le dicen- se crió en Salto con su familia y actualment­e vive sola en Montevideo, en donde estudia periodismo. Allí, además, es una reconocida influencer en las redes sociales. En el plano sentimenta­l, jamás se le conoció una pareja. “Estuve con chicos, pero nunca me enamoré. No sé qué es el amor”, explica. Aún así, asegura que le pone fichas a esta relación. “Con Fede estamos tratando de llevar la situación de una manera más tranquila. Además, él está pasando por un momento muy duro por lo que pasó con su papá”, dice a Pronto la modelo, quien ya organizó su verano para poder estar cerca de él. “Durante los primeros días de 2020 voy a conducir un programa en Radio X en Punta del Este y después me voy a Mar del Plata, donde él hará teatro”, detalla. -¿Qué sabías de Fede?

-En realidad lo único que sabía que es el hijo de Carmen porque ella es muy conocida en mi país, la admiro y me parece una excelente profesiona­l. A él lo tenía de nombre y sabía que estaba en el Bailando, no mucho más. Eso a él le gustó: “Me encanta que no sepas nada de mí”.

-¿Qué fue lo que te atrajo de él?

-Me copó mucho su actitud y su forma de ser. Yo había salido con chicos de un perfil muy bajo, nunca había estado con alguien del medio artístico. Cuando todavía no lo conocía tanto, me imaginaba a Fede como una persona frívola. Y me sorprendió: nada que ver, es una persona cálida, transparen­te y con la que se puede hablar de cualquier cosa sin problema. Me encantan su forma de ser, su sonrisa y sus pecas. -¿Quién dio el primer paso?

-El, pero yo se la seguí obviamente (ríe). En un momento me dijo: “Me gustás” y le contesté que él a mí también.

-Después del boliche se fueron a pasar el fin de semana a Punta del Este.

-Sí. Teníamos otros planes organizado­s, pero cambiamos todo: Fede, que se volvía a Buenos Aires, canceló el pasaje y el ensayo del Bailando y yo di de baja una producción de fotos.

-Todo fue muy rápido: enseguida subieron a las redes fotos en las que se los veía juntos.

-Dejamos que fluya e hicimos lo que queríamos sin pensar demasiado las cosas. Nos sentimos libres. Igual, el primero en subir un video fue él. ¡Fue un fin de semana tan extraño! Muy inesperado todo lo que pasó. Y que yo haya actuado así también porque no soy tan espontánea. Por lo general, soy de pensar mucho las cosas antes de actuar. Y Fede me dijo que a él le pasó lo mismo. -Fede se acababa de separar y se sabía que lo de ustedes iba a generar repercusió­n. ¿Te dijo algo él al respecto?

-Sí, él me lo advirtió. “Te pregunto con sinceridad: ¿vos estás saliendo con alguien? Te pregunto porque no te conozco y si estás con alguien, no quiero arruinar eso que tenés porque pueden aparecer fotos y no te quiero traer problemas”, me dijo. Yo le contesté que no tenía que ocultarme de nada ni de nadie porque estaba soltera. “Estoy soltero, no tengo que rendirle cuentas a nadie. Vivamos esto”, me contestó. Y así fue. -Confesaste que tienen mucha piel y le pusiste un 10 en el sexo.

-¡Y es cierto! Después me dio un poco de vergüenza que se hiciera público.

Después de aquel fin de semana en el que se conocieron, Bianca Iovenitti dijo que habían vuelto a estar juntos. ¿Cómo lo tomaste?

-A mí Fede me transmite mucha tranquilid­ad y si me dice que está solo yo le creo. A veces se inventan muchas cosas en los medios. Sé que Bianca dijo que había estado con él días previos a que subiera las fotos conmigo, pero...

-Pero fue el propio Fede el que reconoció, en ShowMatch, que se había dado “unos besos” con Bianca.

-Bueno, pero no me molesta. Lo nuestro fue algo inesperado, tanto para él como para mí.

“ME GUSTA SU FORMA DE SER, SU SONRISA Y SUS PECAS”

Cosas del corazón “Yo había salido con chicos de un perfil muy bajo, nunca había estado con alguien del medio artístico”, relata.

¿Entonces no hay exclusivid­ad? ¿Cada uno puede estar con quien quiera? -Mirá... Yo no soy de estar con otro cuando me estoy conociendo con un chico. Eso sí, no tenemos exclusivid­ad, no somos novios, y tampoco me parece ponerme a hablar de esto sabiendo que tiene muchos mambos en su cabeza por su situación familiar. Lo único que quiero hoy es acompañarl­o.

-¿Cómo lo estás acompañand­o en este momento tan difícil?

-Siempre intento estar presente para las personas que quiero y a Fede le tomé un aprecio muy lindo. Le hablo todo el tiempo, le pregunto cómo está y le digo que si necesita hablar con alguien que cuente conmigo. De hecho, el fin de semana previo al fallecimie­nto de su papá, viajé a Buenos Aires porque no lo sentía para nada bien. “Estás pasando un momento muy íntimo con tu padre, pero quiero que sepas que si necesitás algo yo estoy acá. Cuando quieras nos vemos o te voy a dar un beso”, le dije. No lo acompañé a la clínica porque era algo muy íntimo y preferí respetar sus espacios.

-¿Ya conociste a Carmen, su mamá? -No, todavía no. Esas cosas fluyen y no hay que apurar a que sucedan. Fede me habló un montón de sus padres, por los que tiene adoración. Estaba feliz por haber estado en una película con su papá. Y con Carmen se comunica todo el tiempo. Mientras estábamos en Uruguay, ella le mandaba fotos porque le estaba cuidando el perro y él le contaba lo que estábamos haciendo.

-Carmen no siempre aprueba a las novias de su hijo. ¿Dio el visto bueno?

-En los mensajes que intercambi­ó con él tiró mucha buena onda. Lo quiere un montón a su hijo y le desea lo mejor. Lo que ella le dijo es que tiene que ser feliz con quien él quiera.

En Los Angeles de la mañana te acusaron de estar a su lado para buscar fama. -Me parece muy triste que digan que nadie se pueda fijar en Fede por quien es él como persona y que todos tengan que estar con él por quién es. Me resulta muy injusto. Es una persona muy linda y lo que yo vi en él fue eso.

-¿Qué hay de cierto que tenés una propuesta para trabajar el año próximo en Buenos Aires?

-Tengo propuestas, pero prefiero contar las cosas cuando se concretan. ¿Si es en televisión? Sí.

¿Te imaginás viviendo en la Argentina? -A mí siempre me encantó el país. Y con el tema del modelaje viajé bastante y tengo muchas amigas porteñas. Lo que más me fascina es que Buenos Aires nunca duerme y también me vuelvo loca con la comida que hay. Capaz que el año que viene me tienen acá. Es más, para 2020 tenía dos opciones: hacer un máster de periodismo en España o irme a vivir a

Buenos Aires. Pero como soy muy de la intuición, siento que el universo me está diciendo que Argentina es la mejor decisión. Ojalá se dé.

-Marcelo Tinelli te preguntó si te gustaría estar en el Bailando.

-Marcelo me parece un genio. El Bailando es uno de los programas más destacados de Latinoamér­ica, es increíble lo que genera y el arte que hay en cuanto a la producción. Claro que me encantaría formar parte de algo así, sería muy lindo. ¿Cuándo arrancaste a desfilar?

-A los 17, cuando gané en un concurso de belleza en Punta del Este. Ahí conocí a quien hoy es mi representa­nte, Fernando Cristino, y me invitó a que fuera a su agencia de modelos. Desde ahí nunca más paré. A los 18 hice mi primer concurso internacio­nal en Las Vegas, en donde me quedé un mes, y después también viajé a China, Panamá y Miami, entre otros. El mundo de la moda suele ser cruel en cuanto a los estándares de belleza. ¿En algún momento te exigieron que tuvieras un peso determinad­o o tuviste problemas de alimentaci­ón?

-Sí, sí. En uno de los primeros concursos de modelaje en los que me presenté tenían unos estándares de belleza muy marcados: pedían cuerpos muy esbeltos y de contextura chiquita. Como vieron potencial en mí, me pusieron un personal trainer y un nutricioni­sta. Aún así, me di cuenta de que no iba a llegar a tener las medidas que ellos querían y eso me llevó, lamentable­mente, a tener anorexia. Fue muy feo.

-¿Cuándo te diste cuenta de que lo que tenías era una enfermedad? ¿Cómo saliste adelante?

-Gracias a Dios tuve la contención de mi familia. Pese a que estaban lejos porque yo me fui a vivir sola a los 17 a Montevideo y ellos estaban en Salto, se dieron cuenta de que no estaba bien hablábamos muchísimo. “Tengo que priorizar mi salud”, me dije. Fue complicado, pero pude salir adelante. Además, conté con asesoramie­nto médico. El mundo de la moda tiene su lado complicado y lo mejor es contar con una contención emocional. -¿Hoy te cuidás mucho el cuerpo? -Entreno porque me sirve para distenderm­e. Voy todos los días al gimnasio y hago mis rutinas de brazos y piernas y también hago una hora y media de aeróbico. En cuanto a la alimentaci­ón, como muy sano, pero no mucha cantidad porque soy glotona. Pero me doy permitidos, sobre todo con los dulces que son mi debilidad.

“ME ENCANTARIA ESTAR EN EL BAILANDO”

Bellísima A los 17 ganó su primer concurso de belleza en Punta del Este. Luego viajó como modelo por el mundo. Dice que Tinelli es un genio.

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