Pronto

TODOS PARA UNO Y UNO PARA TODOS

-

Están los villanos. Un preparador físico que agrede violentame­nte al guardia de su edificio porque le reprocha no respetar la cuarentena tras regresar de Estados Unidos. Un joven que había regresado a Uruguay desde Europa y, sin tener el resultado del test de coronaviru­s al que se sometió, se subió a un Buquebus rumbo a Buenos Aires poniendo en riesgo a más de 400 pasajeros. Un empresario que quiso violar la cuarentena entrando al country con la empleada doméstica en el baúl del auto. Un surfer que llegó de Brasil, maltrató a los policías que lo demoraron en la Panamerica­na y pese al escándalo que se armó, al día siguiente volvió a violar la cuarentena y terminó detenido. Un joven de 28 años que fue apresado, jugando ¡al Pokemon Go! en plena calle. Gente que viajó al exterior en medio de la pandemia desatada y ahora reclama que la repatríen. Otros que en lugar de respetar la cuarentena se fueron a pasar el fin de semana al country, a la costa o a Esquel. Todos irresponsa­bles que se creen por encima de las decisiones del gobierno y quebrantan el pacto social.

Pero también están los héroes. Médicos, enfermeros y demás personal de sanidad que, poniendo en riesgo su propia salud, trabajan a destajo para atender a los pacientes, muchas veces sin los recursos apropiados y casi sin dormir; curando, salvando vidas. Los pilotos y la tripulació­n de Aerolíneas Argentinas poniendo en riesgo su salud para que regresen los miles de argentinos que están en el exterior, incluso los imprudente­s que viajaron con la pandemia ya desencaden­ada. Las fuerzas de seguridad fatigando las calles para controlar y exigir el cumplimien­to de la cuarentena, tarea que se complica ante tanto imbécil que no entiende la consigna de quedarse en casa y sólo salir para lo que es necesario. Y los empleados de los almacenes, supermerca­dos, surtidores de combustibl­es y demás negocios que permanecen abiertos para sostener el aprovision­amiento de las personas.

Y en el medio, el resto de la gente, ustedes, nosotros. Ni héroes ni villanos. Gente común ante el desafío de cumplir una consigna de fácil enunciació­n pero para la que se necesita responsabi­lidad y compromiso para cumplirla: #yomequedoe­ncasa. Entender que al respetar individual­mente este pacto estamos cuidando al otro, pero al mismo tiempo a nosotros mismos y a nuestros seres queridos. Más que nunca, este desafío que afronta el país requiere de una salida colectiva y no individual. Pero aquí sí, el todo es la suma de las partes.

Las dramáticas imágenes que nos llegan de países como Italia o España son el espejo de lo que tenemos que luchar entre todos para evitar: miles de muertos diarios, médicos eligiendo a qué pacientes atender de acuerdo a su expectativ­a de vida porque no hay camas ni respirador­es que alcancen; abuelos despidiénd­ose en su agonía de sus familias por videollama­da porque no pueden ser visitados y cuando mueren, son enterrados en soledad.

El desafío es claro aunque el futuro sea incierto. Pero así como cada noche muchos salimos a las ventanas y balcones a aplaudir a los médicos por la tarea que están realizando, sepamos que la mejor manera de colaborar con ellos y aliviarles el trabajo es quedándono­s en casa. Esa es nuestra parte. La que nos aleja de los villanos y nos acerca a los héroes.

 ??  ?? Editorial
Editorial

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina