Pronto

CON MATIAS ESTAMOS BUSCANDO UN HIJO Y NOS CASAMOS A FIN DE ANO

ERIKA MITDANK, EN SU MEJOR MOMENTO PERSONAL

- Nicolás Peralta Fotos: Gentileza Erika Mitdank Agradecimi­entos: Marea oficial

La vida de Erika Mitdank (29) trascurre repartida entre Argentina y Estados Unidos, donde reside su pareja desde hace cuatro años, el empresario tecnológic­o Matías Gainza Eurnekián (35). Alejada de la exposición pública y con un llamativo bajo perfil, la ex chica Fort encontró el amor en brazos de uno de los herederos de la familia Eurnekián y sueña con tener hijos con él. “En este momento, estoy de vacaciones y mi pareja trabaja acá, en Miami. Mati pasa mucho tiempo acá y vengo a verlo varias veces al año. Tiene casa en Argentina y en Estados Unidos, va y viene todo el tiempo, pero la mayor parte del

tiempo lo pasa acá”, cuenta Erika vía telefónica desde Miami.

-¿Cómo es llevar la relación a distancia? -Si bien estamos lejos, los dos vamos y venimos todo el tiempo. Ya son cuatro años así y estoy híper acostumbra­da. Los dos aprendimos a llevarla de esta manera y cuando no nos vemos, nos extrañamos un montón y eso hace que tengamos más ganas de vernos. Es todo lindo.

-¿Cuánto tiempo llevás ahora con él ahí? -Estuve todo enero acá en Miami, en febrero me volví a Buenos Aires, y en marzo regresé a Estados Unidos. Segurament­e me quede todo abril porque con el tema del Coronaviru­s, no sé cuándo podré volver.

-USA está en zona roja. ¿Cómo lo vivís? -Trato de no preocuparm­e, pero sí de ocuparme y tomar todos los recaudos. Nos la pasamos encerrados y optamos hacer una especie de cuarentena. Salgo al supermerca­do cuando no tenemos nada más, porque el delivery ya no llega, y me preparo con guantes y barbijo para ir a hacer las compras al súper. Por Twitter sigo portales que informan sobre el tema y estoy al tanto de todo. Es tremendo lo que se está viviendo.

-¿A qué se dedica tu novio en Miami? -Es nanotecnól­ogo y para explicarlo de manera sencilla, trabaja fabricándo­les tarjetas de crédito a los bancos del mundo. Su base de trabajo está en Estados Unidos y si bien tiene fábricas en Ohio y China, labura mucho acá desde Miami. -¿Y vos estás trabajando en USA como modelo?

-La verdad, no. No busqué trabajo acá porque estamos en una etapa más para la pareja. Estoy relajada, aunque en la Argentina sí trabajé bastante en el último tiempo. Pero siempre en perfil bajo. Me alejé de los medios y fue lo mejor que me pudo pasar. Llevo diez años trabajando como modelo, sobre todo haciendo campañas y como hoy ya no se hacen tantos desfiles, laburo con mi imagen haciendo marketing.

-¿Por qué te alejaste de los medios? -Porque no la pasaba bien. Para estar en el medio, tenés que tener un poco de maldad y frialdad... Perdón, me corrijo: maldad no, pero sí ser muy frío. Como no soy una chica fría y me afectaba todo lo que decían, me corrí. Aparte, sufrí ataques de pánico por la exposición. Estando afuera, vi todo diferente. Me di cuenta de que no estaba metida en un mundo sano ni lindo; al menos fue lo que a mí me tocó vivir. -¿Cuándo sufriste ataques de pánico?

-En la época en la que estuve en el Bailando. Era chica, no tenía idea lo que

hacía, estaba deslumbrad­a por los flashes y las cámaras y si bien fue divertido en cierta parte y me ayudó en lo económico, no fue así en lo humano. No me arrepiento porque es parte de mi vida y si volviera el tiempo atrás lo volvería a vivir. Pero hoy no quiero eso para mi vida. Ya estoy por cumplir 30 años y no soy más esa nena de 21 que jugaba a ser la bebota del Bailando. Estoy en otra etapa.

-¿Cómo te pega el cambio de década?

-El 17 de junio cumplo 30 años y siento que voy madurando cada vez más. Siempre digo lo mismo: quisiera tener 20 años pero con la cabeza que tengo ahora. Antes me daba terror crecer. -¿Te gustaría casarte?

-Sí, obvio, ¡nos vamos a casar! Mati me hizo la propuesta el año pasado en Roma y ya tengo el anillo de compromiso puesto. Siempre supimos que queríamos casarnos y formar una familia. -¿Tienen fecha?

-No está definida, pero va a ser hacia fin de año. Todavía no se lo comunicamo­s a nuestras familias, así que tendremos que hacerlo antes de que salga esta nota así se enteran por nosotros y no por la revista, já.

-¿Se casan en USA o en Argentina? -En los dos lados, por partida doble. Estamos haciendo todo legal en Estados Unidos y por una cuestión de papeles, ya empezamos con los trámites. Va a ser una fiesta importante, pero íntima a la vez. No vamos a invitar por invitar: serán a lo sumo 50 personas acá en Miami y en Argentina otro tanto.

-¿Te quedó algún amigo del medio? -Pocos. Tengo, pero pocos. Una de mis mejores amigas es Maypi Delgado y estamos todo el tiempo en contacto. Tenía otras amigas modelos, pero cuando las dejás de frecuentar, se va cortando de a poco.

-¿Qué diseñador te hará el vestido? -El que voy a usar acá ya lo tengo visto y es de una marca de Europa que me encanta. En Argentina no me puse a ver nada, pero como no sé si haremos iglesia, está en veremos también el vestido. Seguro hagamos una unión civil y si no pasamos por la iglesia, dudo que me ponga un vestido de novia tradiciona­l. Será más sutil.

-¿Y después de eso se viene el bebé? -¡Sí, en eso andamos! Hace dos meses que estamos buscando un hijo. Si llegase a quedar embarazada antes de casarnos, daré el sí con pancita o sino de última lo posponemos unos meses y nos casaremos con nuestro hijito en brazos. -¿Qué te enamoró de Matías?

-Se fue dando de a poco. No es que co

“EN MIAMI SOLO SALGO DE CASA PARA IR

AL SUPER”

Pandemia

Erika tenía pensado regresar al país a fines de marzo, pero por el Coronaviru­s está aislada con su novio en su casa. “Ya ni el

delivery viene”, explica.

nocés a una persona y ya decís que es el hombre de tu vida. Después cuando convivís y lo conocés a fondo, es cuando realmente te enamorás de la otra persona. En la convivenci­a uno conoce lo malo y lo bueno y si seguís eligiendo al otro, es porque la cosa funciona. Obvio que al principio me deslumbró, me enamoró y me enloqueció. Pero después tuvimos que ir atravesand­o diferentes pruebas y situacione­s de la vida, como nos pasa a todos. Y al seguir eligiéndol­o, me di cuenta de que sí, que es él.

-¿Por eso lo elegís para que sea el padre de tus hijos?

-Sin dudas. Se lo digo siempre a mis amigas: quiero que Mati sea el padre de mis hijos porque es un tipazo y sé que será un papá increíble. Eso es fundamenta­l: saber que juntos podemos proyectar a largo plazo y que ésto no es algo del momento. Porque llega un tiempo en el que la pasión del comienzo ya no lo es todo. Siempre le recuerdo a Mati por qué lo sigo eligiendo. -¿Cómo se habían conocido?

-A través de Facebook. Me mandó una solicitud, me habló y empezamos a chatear. El vivía en Estados Unidos, me habló así de la nada y como yo estaba medio irascible con los hombres, no lo traté demasiado bien. El insistió y cuando me quise dar cuenta, ya estábamos hablando todos los días. Viajó a Buenos Aires para conocerme, se quedó tres meses por mí y nos pusimos de novios. Esto fue hace cuatro años ya. -¿Tenés vínculo con la familia Eurnekián?

-Sí, claro: es su familia y obvio que conozco a su mamá, sus hermanos, sus tíos y primos. Tenemos una relación hermosa, nos híper queremos e imaginate que llevamos cuatro años pasando juntos Navidad y Año Nuevo. Compartimo­s almuerzos, juntadas, viajes. Lo mismo le pasa a Mati con mi familia: está re integrado a los Mitdank. Somos todos una gran familia. -¿No te dio miedo meterte en una familia tan importante?

-Para serte sincera, cuando él me habló y lo conocí, yo no tenía idea quién era. Te juro por mi mamá que no sabía nada de él. Más allá de eso, yo hablaba con una persona, con otro ser humano como vos, como yo, como todos. No me importaba el apellido, sino conocer a otra persona. Jamás fue un tema y en su familia me recibieron con los brazos abiertos. Soy re afortunada de tenerlos en mi vida.

-¿Cuál es tu gran sueño?

-¡Ser mamá! En eso estamos con Matu, haciendo los deberes como correspond­e y poniendo todo en orden y en regla con el tema del casamiento y los papeles porque lo más probable es que nos quedemos viviendo en Estados Unidos. Me gustaría que nuestro hijo nazca acá en Miami así que tenemos que planificar bien todo eso.

-¿Te siguen acercando propuestas de laburo? ¿El Bailando, por ejemplo? -No me llegan y tampoco iría al Bailando. No está en mis deseos. Además, no soy una persona interesant­e para el Bailando hoy en día. En su momento fui útil porque estaba en ojo de la tormenta. Pero hoy estoy en otra etapa y no me gustaría volver a ese lugar. No me llegan propuestas para ocupar espacios como ese, pero sí para trabajar como modelo, que es lo que más me interesa. Hoy las redes sociales ayudan mucho e Instagram es la mejor vidriera para mostrarse y que te llamen.

“AUNQUE ME LLAMARAN, NO VOLVERIA AL BAILANDO”

Lo pasado...

La Mitdank bajó el perfil, hace algunos trabajos como modelo y no quiere saber nada con la exposición pública: “No la

pasaba bien”, confiesa.

 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina