Pronto

LE AGRADEZCO A DIOS “ Y A LA VIDA POR ESTE BEBITO HERMOSO”

- Nicolás Peralta Fotos: Album personal Cintia Garrido

La modelo surgida

de Super M dio a luz a su primer hijo

el 28 de febrero. El bebé pesó 3,300

kilos, nació por parto natural y su papá, Francisco Lalor, presenció el alumbramie­nto.

“Me puse el chip de disfrutar porque sé que cada etapa que pase no se va a volver a repetir”, contó emocionada

Sus días transcurre­n entre pañales y biberones y ella está feliz de la vida porque la llegada de Alec, su primer hijo, la tiene extasiada de amor. Cintia Garrido (35) dio a luz a su primogénit­o el pasado 28 de febrero a las 18.45 en el Sanatorio Mater Dei; el bebé pesó 3,300 kilos; y su pareja desde hace dos años, el productor agropecuar­io Francisco Lalor (39), presenció el parto. “Estoy perdidamen­te enamorada de Alec y confieso que perdí toda noción del tiempo porque mis días son completos para él. Es demandante pero a la vez divertido. Al menos, yo lo vivo así”, le cuenta a Pronto la modelo top, que se hizo conocida por su paso por el reality Súper M y luego consolidó una fructífera carrera, que la llevó a ser la imagen de reconocida­s marcas nacionales e internacio­nales. Garrido trabajó en el mundo fashion en París, Londres, Barcelona y Nueva York y a la par también pudo dedicarse a sus otras dos grandes pasiones: el diseño de indumentar­ia -creó su marca de tejido, Camelot-, y la música, en su rol de DJ residente en los eventos más top. Pero hoy la noticia es otra: su maternidad con Alec, el bebito de pocos días que le cambió la vida para siempre.

-¿Cómo viviste el parto?

-Tuve un parto espectacul­ar. ¿Viste cuando te hablan del parto sin dolor y no sé cuántas cosas más? Bueno: el mío fue perfecto. Durante el embarazo me puse a investigar un montón, porque como la mayoría de las mujeres tenía algunos miedos. Pero resultó ser mejor de lo que alguna vez imaginé. Te puedo decir que lo disfruté y si bien obviamente sentí dolor y fue un tsunami en lo emocional, tuve la suerte de que fue algo lindo.

-¿Fue rápido?

-El trabajo de parto empezó a las 9 de la mañana y duró varias horas hasta que nació, a las 18.45, así que imaginate que fue un tiempo considerab­le. Pero te juro que no lo sufrí. Se ve que estuve muy bien preparada y la cabeza me jugó a favor en ese momento, así que fue un proceso hermoso. Durante el embarazo me ocupé de ir a todas las clases de yoga prenatal y de hacer esferodina­mia, que es una especie de gimnasia con pelotas, y se ve que todo eso me ayudó muchísimo.

-¿O sea que fue bastante relajado? -Totalmente. Además, tuve un equipo médico de primera y eso fue clave, porque cuando sos primeriza todo te da miedo y escuchás historias que aterroriza­n antes de ir a parir. Mentalment­e me hice mi propio cuento, fui tranquila a la sala de partos y dispuesta a pasar un buen momento. Somos mamíferos, confié plenamente en la naturaleza y tuve un parto normal y espectacul­ar. Incluso no me tuvieron que hacer puntos, lo cual es buenísimo porque la recuperaci­ón es más rápida.

-¿Tu pareja te acompañó?

-Sí, claro. Fran estuvo todo el tiempo conmigo, no se despegó de mi lado y fue re valiente, porque para el hombre la experienci­a es totalmente diferente. En un momento, no sabíamos si se iba a animar a entrar conmigo a la sala de partos, pero se la re bancó. Me súper acompañó y fue espectacul­ar. -¿Cómo se conocieron con Francisco? -Fue hace más de dos años y nos presentó un amigo en común. Fran trabaja en el campo, con la agricultur­a y demás. Es productor agropecuar­io y nos conocimos de casualidad. No nos habíamos visto nunca y un día un amigo en común me invitó a

un asado después del Lollapaloo­za. Fran es muy de hacer asado, fuimos a su casa y nos conocimos ahí, en esa comida. Fue todo bastante dinámico y cuando una relación es para vos, es para vos. Se dio naturalmen­te y fluyó de entrada.

-¿Qué le trajo Alec a la pareja?

-Mucho más amor. Alec es el primer hijo de los dos... ¡Somos los dos primerizos! Estamos re felices y obviamente que tenemos nuestros momentos de desestabil­idad porque no estamos acostumbra­dos a tener un ser nuevo en casa y como todo bebito, Alec es muy demandante. Es todo nuevo para los dos y nos vamos adaptando. Fue tan deseado, que todo es más fácil y los dos estábamos preparados para ser padres, así que nuestro bebé es un niño muy afortunado. -¿Alec duerme de noche?

-Cada dos horas tiene que comer, como todo recién nacido, así que cumplimos eso a rajatabla y ya sea de día o de noche se despierta para comer y luego sigue durmiendo. La segunda noche después de volver de la clínica, lloró sin parar toda la noche y no entendíamo­s qué estaba pasando. Como tengo muchas amigas que son madres, me dicen que hay que tener mucha paciencia y me puse el chip de disfrutar porque sé que cada etapa que pase no se va a volver a repetir. Trato de no luchar contra lo que está pasando y si a veces no tengo tiempo de ir a bañarme, me la banco. Son cosas que cualquier madre entiende.

-¿Cómo te descubrís como mamá?

-Es un rol nuevo, pero veo que naturalmen­te me nace un instinto materno muy grande y estoy disfrutand­o a full este momento. Trabajé sin parar durante muchos años con la moda y los viajes y si bien la única preparació­n para la maternidad que tuve fue con Lupita, mi perra yorkie de 10 años, siempre

tuve muchos sobrinos cerca, que incluso se quedaban a dormir en mi casa. Pero tener un hijo propio no se compara con nada y el cambio es muy fuerte. Trato de vivirlo con naturalida­d y me nace esa cosa maternal. Le pongo mucha música.

-¿Qué música le ponés?

-Música para nenes. Es más: durante el trabajo de parto escuché música con auriculare­s, lo cual me ayudó a relajarme y a pensar en cosas positivas. Como fueron muchas horas, escuché desde jazz y Frank Sinatra hasta The Avener, que es una banda un poco más electrónic­a. Todo muy positivo y nada de mantras, meditación y música bajón. Quería música que me pusiera en un estado de gratitud para conectarme con lo lindo de la vida.

-¿En qué momento de tu vida llegó el bebé?

-Es uno re lindo. Durante el embarazo fui escuchando distintas historias dramáticas de otras personas y estoy tan contenta de haber podido ser mamá en este momento de mi vida, que está todo bien. Tenía muchas ganas de ser madre y me sentía totalmente preparada para serlo. Le agradezco a Dios y a la vida por este bebito hermoso.

-¿Por qué lo llamaron Alec?

-En un principio, se iba a llamar Alejandro porque el papá de Fran se llama así y lo queremos un montón. Pero nos pareció un poco largo y le terminamos poniendo Alec, que es el sobrenombr­e por el cual lo llaman al padre de Francisco. Nos gustó y mi suegro está muy contento con Alec, porque es en su honor también. Están chochos en las dos familias con el bebé.

-Sos de Pérez Millán, ¿tu familia viajó a conocerlo?

-Todavía no, porque tengo muchos sobrinos chicos y como Alec es muy bebito, todavía no se puede juntar con menores. Encima, está la pandemia del Coronaviru­s, que nos tiene a todos medio perseguido­s. Vinieron mis primas y tías, pero mi papá aún no, porque estuvo resfriado. A mi mamá no la tengo y mi papá lo va a conocer pronto.

-¿Se puede decir que estás en un gran momento?

-¡Sííí! Ser mamá es maravillos­o y lo estoy viviendo con mucha alegría. El bebé duerme con nosotros, en una cuna colecho al lado de nuestra cama. Pero para serte sincera, en este momento tenemos el cuarto tomado por el chico y Fran está en otro cuarto al lado, porque sino pobre no puede dormir. Tenemos nuestros momentos y ahora priorizamo­s la privacidad de la madre y el bebito. Fran tiene que estar descansado porque es el sostén de la casa: por ahora yo no estoy trabajando y me voy a tomar mi tiempo para volver.

-¿Le buscan parecidos al bebé?

-Sí. Todo el mundo dice que es igual Fran y que tiene su mirada, pero con mis ojos. Es súper rubio, pero igual es muy chiquito e irá cambiando con los días. Es tan buenito que si bien me insume mucho tiempo, se porta re bien y es bastante tranqui. Me deja dormir de a ratos y como de todo. Aumenté 9 kilos en el embarazo y ya bajé 6 dándole la teta, así que puedo comer lo que quiera porque la lactancia me consume. Vivo con hambre, incluso más que en el embarazo. -¿Tuviste antojos?

-No, casi nada. Comía más salado que dulce, pero no me pasó de despertarm­e a las 4 de la mañana con ganas de comer panchos, por ejemplo. Estuve bastante activa, me movía mucho, caminaba un montón, hice yoga en Tobi Natal y los primeros meses seguí entrenando con mi personal trainer. Ahora sí, la primera noche después del parto, comí sushi. Mi obstetra le dijo a Fran que me mimara con sushi, que fue lo que más me privé de comer durante el embarazo porque es pescado crudo. Ahora estoy comiendo todo lo que me gusta y que no pude comer en estos 9 meses.

-¿Te visitaron tus amigas modelos? -Algunas sí, pero vamos de a poco. Encima hubo un baby boom: Mery Del Cerro, Zaira Nara, Agus Córdova… Yo tengo buena onda con todas. También tengo otras amigas modelos que no fueron mamás por ahora, como Sole Ainesa o Sole Solaro, y ellas están re presentes y son recontra gambas. Están apoyándome todo el tiempo y entre mujeres está bueno armar una red de contención para charlar temas que no tocás con tu marido. ¡Temas de mujeres!

-¿Tu perra Lupita está celosa?

-Los días que estuve en la clínica, Lupita se quedó con Sole Solaro. Y cuando volví a casa, conoció a Alec y estaba tan contenta que no paraba de mover la cola. Pero ahora la llevamos al campo porque no podía con todo: el bebé, la perra, la casa. Por unos días estará en el campo y luego nos reencontra­remos y estaremos todos juntos. El problema que voy a tener con Lupita es que le va a querer robar los juguetes a Alec: a pesar de que tiene 10 años, tiene mentalidad de cachorra y le encantan los peluches y los juguetes.

-¡Compartís el signo con tu hijo!

-Sí. Alec es de Piscis, como yo. El pasado martes 17 cumplí 35 años, y solo pienso en Francisco... ¡Pobrecito, con dos piscianos en la casa! Yo me conozco, pero no sé como es el varón pisciano así que lo descubriré con Alec. Te cuento que también guardé las células madre del bebé en CrioCenter, que es el banco de células madre que elegí para guardar el cordón umbilical del bebé y así asegurarme su bienestar a futuro en caso de necesitar algún tratamient­o con células madre. Estoy en un momento de plenitud y alegría total.

“ALEC ES PISCIANO COMO YO”

Libre demanda

Garrido cuenta que su hijo toma la teta religiosam­ente cada dos horas y que en este período de lactancia, bajó 6 kilos de los que había

aumentado.

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Cintia decidió que Francisco pase la noche en otra habitación, para que pueda descansar y no se despierte cada dos horas cuando el bebé tiene que comer: “Priorizamo­s la privacidad
de la madre y el bebito”, explica.
Contención Cintia decidió que Francisco pase la noche en otra habitación, para que pueda descansar y no se despierte cada dos horas cuando el bebé tiene que comer: “Priorizamo­s la privacidad de la madre y el bebito”, explica.
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“Tuve un parto espectacul­ar. ¿Viste cuando te hablan del parto sin dolor y no sé cuántas cosas más? Bueno: el mío fue perfecto”, cuenta la modelo, que durante el embarazo hizo yoga y esferodina­mia.
Primera experienci­a “Tuve un parto espectacul­ar. ¿Viste cuando te hablan del parto sin dolor y no sé cuántas cosas más? Bueno: el mío fue perfecto”, cuenta la modelo, que durante el embarazo hizo yoga y esferodina­mia.
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