EL ÁLBUM DE LIONEL FERRO
El reconocido inflfluencer, que brilló como actor en la novela de Disney Soy Luna y que luego se abrió paso solo en las redes, es una verdadera estrella digital, con 6 millones y medio de seguidores en Instagram, por ejemplo. Abrió su corazón para dialogar con Pronto y mostró por primera vez las fotos más entrañables de su vida.
Saltó a la popularidad con el exitazo de Disney Soy Luna, proyecto que le permitió demostrar su talento y ser reconocido en países de Europa, Oriente Medio y todo Latinoamérica. Luego continuó su recorrido solo, con su carrera como cantante, youtuber e influencer, que fue premiada por ejemplo con el Martín Fierro Digital en el rubro Mejor Producción Musical. Pero, ¿quién es en esencia Lio Ferro? El artista abrió su baúl de los recuerdos a Pronto y contó su historia en primera persona.
“Nací el 24 de abril de 1992 en una clínica de Once y viví los primeros años de mi vida en un departamento ubicado en Avenida Plata y Cobo, en Almagro”, cuenta Lio, quien se crió solo con su mamá, Silvina, puesto que su padre no estuvo presente en su infancia. “Si bien nací en Buenos Aires, a los 5 años me fui a vivir a Córdoba con mi mamá a la casa de mis abuelos: Dora y Luis. Mi papá, Daniel, se quedó en Capital y tuve poco vínculo con él hasta que crecí y recién de grande me empecé a llevar con él. A mi mamá le salió trabajo en Estados Unidos y aunque me quiso llevar, yo estaba re adaptado a Córdoba y no me quería separar de mis abuelos”, revela. Para ese entonces, el actor tenía apenas ocho años y tomó la decisión de quedarse a vivir con sus abuelos maternos, que fueron quienes lo criaron. “Mamá allá abrió un local de ropa y su pareja puso una concesionaria. Cada cuatro meses, mi mamá venía a la Argentina por mí, a verme. Y en 2001 con lo de las Torres Gemelas se volvió definitivamente. Ella me dio tres hermanos: Diego (23), Julieta Ayelén (20) y Franco (14) y mi papá me dio a Sasha (20)”, cuenta.
Qué tal fue su infancia en las sierras? El la recuerda así: “¡Alucinante! En contacto pleno con la naturaleza y con mucha libertad. A los 13 me puse de novio y me separé antes de venirme a Buenos Aires, a los 17. Toda la adolescencia estuve de novio. Cuando terminé el colegio, justo mi abuela había fallecido y estaba tan triste que necesité un cambio. Por eso me vine a Capital con mi mamá y me puse a buscar trabajo. De a poco empecé a construir el vínculo con mi papá y mi hermana Sasha. Me acerqué yo, lo necesitaba. No soy rencoroso, se fue dando y nos fuimos conociendo y queriendo. Ahora nos llevamos re bien. A Sasha la conocí de grande, a sus 14 años y para ella fue un gran impacto. La situación fue fuerte y supimos llevarlo”. De chiquito, soñaba con trabajar en televisión y tuvo un primer intento fallido. “Cuando vivía en Capilla del Monte, me vine de Córdoba al casting de High School Musical acompañado por mi abuela. Vine de cara rota porque quería ver cómo era un casting. Me hicieron bailar, cantar y actuar, me volví a Córdoba y me llamaron al tiempito para la preselección. De 40 mil quedamos solo mil y no pude presentarme porque mis abuelos, Dora y Luis, no me pudieron traer. ¡Y así se fue mi primera oportunidad fallida!”, recuerda. ¿Cuál fue su primer trabajo en Buenos Aires? “Como estaba recién llegado en la ciudad y necesitaba trabajar, un amigo que laburaba con la tía en el gobierno, me consiguió trabajo en el Ministerio de Desarrollo Social, en recursos humanos. Eran ocho horas diarias, en horario de oficina, sellando papeles y haciendo
“SER PAPÁ DE ROMA ME CAMBIÓ LA VIDA PARA SIEMPRE”
tareas administrativas. Con mi sueldo empecé a tener dinero para salir a tomar algo y en la noche conocí amigos que me ofrecieron ser relaciones públicas en un boliche. Acepté porque me divertía ser PR de boliches. De día seguía en el Ministerio y los fines de semana trabajaba de noche. Cuando podía, me metía en castings de publicidad y sabía que tarde o temprano iba a poder actuar. Solo faltaba que se me presentara la oportunidad”, se emocionada. La primera oportunidad se le presentó de manera inesperada. “Conocí a los chicos de Rock Bones, la serie de Disney, y ellos me presentaron al coreógrafo de Violetta, Sergio Mejía. Fui conociendo gente y me convocaron para hacer castings en Disney. A la par, subía videítos actuando de vampiro a mi canal de Youtube por mi parecido con Edward Cullen, el actor de Crepúsculo. Mi crecimiento en redes fue exponencial y supongo que se debe a que me muestro tal cual soy; soy tan sincero como en esta nota, en la que no tengo problemas en contarte toda mi vida tal cual es. Soy sincero y simple, sin vueltas. Me gusta ir de frente y eso se nota. Disfruto del éxito de mi trabajo pero no me olvido de mi origen y de dónde vengo. Tengo los pies sobre la tierra, reflexiona. ¿Cómo llegó a Soy Luna? “Por mi canal de Youtube me convocaron para una obra de teatro infantil off, Rebelius, con la que estuvimos nominados en los Premios Hugo. Una noche, vinieron productores de Disney y me dijeron que les interesaba mi imagen. Entré a hacer talleres en el canal con Franco Masini, Guido Pennelli y otros chicos más, y nos enseñaron a cantar, bailar y actuar. Me preseleccionaron entre 40 chicos para Soy Luna y quedé en el elenco protagónico. Eso disparó todo lo que vino después”, cuenta.
En lo personal, en 2016 conoció a la modelo e influencer Amira Chediak (24) y pronto se pusieron de novios. “Nos presentó un amigo en común y sentí automáticamente que era mi cable a tierra. Desde el primer día que la vi sentí una conexión tan fuerte que empezamos a salir y no nos separamos nunca más”, confiesa, enamorado. El 26 de junio de 2019 les cambiaría la vida para siempre con el nacimiento de Roma, su primera y única hija, que los tiene locos de amor. “Ser papás es el desafío más grande de nuestras vidas y lo que más me gusta es tener que enseñarle todo de cero a alguien. Educar a una personita es hermoso y es la evolución más grande del ser humano. Estamos en el mejor momento de nuestras vidas”, se emociona el artista surgido de la factoría Disney. “Sin dudas, Roma nos trajo mucho amor y siento que nos encaminó. Nuestra hija nos mostró el camino y creo que todos estamos un poco perdidos hasta que somos padres y conocemos el verdadero amor”, cerró.