MAURO VIALE: DE CASA AL TRABAJO Y DEL TRABAJO A CASA
Su repentina muerte por coronavirus causó sorpresa en el público y mucho dolor en sus familiares y colegas. En su vida fue un profesional obsesivo que hizo vanguardia en la manera de producir las noticias para televisión, primero criticado por sensacionalista y más tarde reconocido e imitado por muchos. Sus ratos libres los dedicaba a llevar una vida muy dedicada a su mujer Leonor, sus hijos Jonatan e Ivana y sus nietos
La noche del pasado domingo 11 de abril trajo una noticia que dejó helados a todos: a dos días de haberse vacunado, Mauro Viale (73), había fallecido debido al coronavirus.
“Lamentablemente me toca dar la peor de las noticias que tuve que dar hoy y es que ha muerto Mauro Viale. Nuestro amigo, colega. Muchos años de trabajar con él. A veces, para nosotros dar una noticia no es solamente dar una noticia. Hoy estuve hablando con Jonatan Viale, su hijo, temprano y me dijo que había mejorado, que estaba saturando mejor. Sin embargo, en las últimas horas se ve que algo pasó. Y Mauro, nuestro querido Mauro, con quien hemos compartido tantos programas, tantas horas, tantas coberturas, tantos móviles, tantas discusiones en cámara y fuera de cámara, se nos fue”, decía ese mismo día Rolando Graña en su programa GPS.
Desde el comienzo de la pandemia (en marzo del año pasado), Viale fue uno de los comunicadores que más se había ocupado de generar conciencia sobre los cuidados para evitar los contagios y divulgar información científica para contrarrestar las fake news sobre el coronavirus. De hecho, el mismo periodista había confesado durante una conversación televisiva con su hijo Jonatan -también periodista- que tenía miedo de contagiarse.
“Estoy aterrado, tengo pánico por el Covid. Cada vez tengo más pánico. Me toco a ver si tengo fiebre. Yo nunca me contagié de nada, ni una gripe tuve. Gracias a Dios, por lo menos hasta ahora. Estoy aterrado por ustedes (los jóvenes). Vos sabés que yo soy un loco de controlar la salud de mi familia. No hay nada mejor que la salud”, decía.
Sobre la muerte de Viale, varios médicos coincidieron en que el periodista se había contagiado Covid-19 días antes de darse
Sinopharm la primera dosis de la vacuna y que su fallecimiento no había estado vinculado con la misma. Esto se debió a que la partida del periodista se produjo sólo dos días después de la inoculación (tiempo insuficiente para que la misma llegara a hacer efecto en su cuerpo). Minutos después de que se conociera la noticia del fallecimiento, cientos de famosos, colegas y televidentes expresaron sus condolencias a través de sus redes sociales. Incluso Pablo Echarri y Alberto Samid, con quienes el periodista tuvo fuertes encontronazos en la televisión lo despidieron de forma cariñosa. Cabe recordar que el enojo del actor se remontaba al 2002, momento en que su padre fue secuestrado y el periodista había realizado una cobertura del tema que no fue de su agrado. “Lamento la partida
de Mauro Viale. Mis condolencias a su familia y amigos. Pandemia de mierda”, publicó en su cuenta de Twitter. Por su parte, el dueño de la cadena de carnicerías, quien se agarró a las piñas con Viale en vivo también en 2002, reconoció que, a pesar de sus diferencias, el periodista era “bueno en su trabajo”. “Estoy muy consternado. Nosotros (él y su familia) lo seguíamos en la televisión, veíamos cómo guardaba las distancias (por el Covid-19). Se cuidaba, se levantaba a las cinco de la mañana para hacer gimnasia. Nos cayó como una bomba”. Sobre su pelea, recordó: “Tuvimos un altercado, él era un provocador nato. Pero yo con el tiempo entendí que él provocaba a todo el mundo, era su forma de ganarse la vida. Fue una discusión y nada más. Yo entendí que era trabajo de él. Cada uno se gana la vida como puede”.
La muerte de Viale por Covid tuvo un efecto colateral desolador: Leonor Amalia Schwadron, su mujer durante 50 años, e Ivana, su hija, no pudieron asistir al velatorio porque habían tenido contacto estrecho con él y podrían haberse contagiado. Esta medida forma parte de los nuevos protocolos para evitar contagios.
En este duro contexto, sólo pudieron asistir al velatorio Jonatan, su esposa Micaela Krolovetzky y algunos pocos amigos. Por su parte, Paulo Vilouta, colega de Viale logró ingresar durante un rato y fue quien ayudó a contener al hijo del periodista en ese momento tan difícil. “La familia me invitó para que pueda ir. Estuve con todos los protocolos. Esta es una enfermedad en soledad y fue una despedida en soledad. La mamá de Jony está aislada porque estuvo conviviendo con Mauro. La hermana también está aislada. Todo su equipo está aislado. Llegué a la calle Loyola y me encontré con un hijo totalmente destruido, sin poder consolarlo. Solo”, contó conmovido el pasado 14 de abril en Intratables.
“En un momento se retiró una persona y me permitieron el ingreso, con doble barbijo. Estaba el ataúd de Mauro, Jonatan y yo. Fue un día tristísimo. Cuando salí del lugar tenía la campera empapada con las lágrimas de Jony. Desde que lo conozco nunca lo vi así. Y lo entiendo, lo comprendo. Sé que para todos el padre y la madre son lo más grande que tenemos.
Pero ahí había un vínculo muy fuerte”, agregó.
El disgusto de Vilouta ante la muerte de su amigo fue tal que, días después, contó que la tristeza le repercutió en el cuerpo: sufrió un fuerte dolor en el pecho y tuvieron que colocarle un stent tras encontrarle una arteria tapada.
“Con el disgusto de Mauro Viale, sentí un dolor por primera vez. Quiero agradecer a los capos de los doctores José Luis Accame que me advirtió de esto y al doctor Cura de ICBA que me operó y a todo su personal por su profesionalismo y calidez. Pasé un susto pero estoy feliz de estar cero kilómetro. El lunes volvemos con más actividad física, con alimentación sana y con la alegría de ser un afortunado en lo personal y en lo profesional. Gracias por tanto cariño”, contó. Alrededor de una semana después del último adiós a su padre, Jonatan Viale decidió volver a su trabajo en Radio Rivadavia. De todas maneras, el joven expresó que, si hubiera sido por él, se “hubiese quedado en la cama”. “Yo estaba tapadito y no quería salir, pero dije: ’Bueno, tampoco puedo hacer eso. ¿Qué voy a hacer si es esto lo que me gusta?’. Además, yo pensaba qué hubiera querido mi papá... ¡Mi papá me cagaría a pedos si me quedo en la cama!”
Con respecto a su mamá y su hermana, quienes todavía hasta el momento no hablaron públicamente, Jonatan agregó: “Mi hermana es la que más golpeada está, pero lo tiene a Alexis y estoy yo, mi mamá, y está Mica, mi mujer. Sin Mica yo me hacía percha, me caía y no me levantaba más. Mica es una leona, encontré en ella a mi compañera definitiva”.
UNA VIDA ENTRE LA INFORMACIÓN Y LA POLÉMICA
Uno de los comentarios que más circuló tras la muerte de Mauro Viale fue el pedido de que no se lo recordara solamente por su pelea con Alberto Samid sino también por ser un hombre que revolucionó la forma de hacer periodismo en televisión en la argentina. Viale comenzó su carrera a principios de la década del setenta en el mundo del deporte, como comentarista de los partidos de la primera división nacional para Canal 7. El latiguillo “Muevo yo, Mauro”, que le decía a cámara el ocasional futbolista que daba el puntapié inicial del partido, se hizo famoso. Fue uno de los privilegiados en relatar el Mundial de 1986 y, entre otros goles, aquellos de Diego Maradona a Inglaterra.
Hacia la década del noventa, Mauro se alejó del periodismo deportivo y pasó a liderar varios programas informativos, en los que trató noticias de economía, política e interés general. Anochecer con Mauro Viale (1993- 1995) y La tarde con Mauro (1994) fueron algunos de ellos. Este cambio marcó un antes y un después en su carrera ya que, al tener su propio programa, pudo darse ciertas licencias (como ocupar minutos del programa realizando dramatizaciones). Si bien esta iniciativa fue celebrada por algunos televidentes, otros la criticaron tildándola de “sensacionalista”. Epocas de una televisión más formal que miraba con desconfianza el show televisivo que hoy predemomina.
En 1996, pasó a conducir Mediodía con Mauro en el canal América, en donde sorprendió al convertir al programa en uno de los primeros talk show: todos los días había invitados que se peleaban a los gritos y debatían sobre diversas temáticas.
Dentro de dicho programa sucedió uno de los momentos televisivos más recordados que fue el escándalo de Samantha Farjat, Guillermo Coppola y el jarrón (que hasta tuvo su propia canción creada por Machito Ponce). Con la decadencia del menemismo, Mauro también decidió cambiar su perfil y, si bien nunca abandonó su tono polémico y picante, decidió enfocarse en programas de noticias más tradicionales. Su último ciclo fue Más noticias en la pantalla de A24 que, tras su fallecimiento, quedará a cargo de Horacio Cabak.
MARIDO ENAMORADO, PADRE EXIGENTE Y ABUELO
BABOSO
A pesar de que era un “obsesivo del trabajo”, como lo definió más de una vez Leonor, su esposa, Mauro Viale también fue muy dedicado a su familia. “Es un adicto al trabajo, un obsesivo del orden”, contaba ella durante una entrevista con Pamela David.
Por su parte, en ese mismo momento, el periodista piropeaba a su esposa, con quien estuvo casado durante cincuenta años:”Es extraordinaria, inteligente y dueña de una visión distinta del resto de las personas”.
Mostrando que su amor por él estaba intacto, Leonor había comentado celosa: “Es muy seductor... Me tengo que cuidar”. Además, recordó que se habían conocido tras salir con un grupo de amigos al cine y que él, “en lugar de ver la película”, le pidió el número de teléfono y “no dejaba de mirarla”.
Fruto de este amor, nacieron Ivana y Jonatan, los dos hijos de la pareja. Ambos, casualmente, decidieron dedicarse a la
misma profesión que sus padres (ella psicóloga y él periodista) por lo que trabajaron más de una vez en conjunto. Durante los últimos años, Leonor, quien tenía su propio centro de terapia infantil, también colaboraba en los distintos programas de Mauro dando su opinión como psicóloga en aquellas temáticas que lo requerían. En cuanto a su relación a nivel laboral con Jonatan, el periodista no tuvo problemas en discutir más de una vez con él por razones ideológicas pero siempre terminó primando su amor filial.
“Yo lo amo, los amo a mis hijos, pero no pienso lo mismo. La gente se confunde, me putea en arameo todo el día… ¿Y a él? Hemos soportado agresiones tremendas. Yo no comparto la ideología de mi hijo, la ideología política”, decía en diciembre de 2019. De todas maneras, cualquier posible diferencia entre ellos quedó saldada cuando nacieron Romeo y Rafael, los dos nenes de su hijo. “Nos contaba que a Jonatan de chiquito lo llevaba a sus programas de radio y lo mismo ha hecho ahora más acá con algunos de sus nietos. Me lo he cruzado más de una vez por el canal de la mano de su nieto mayor, el hijo de Ivana. Él lo llevaba orgulloso y le mostraba el canal por dentro para que el nene conociera dónde trabajaba su abuelo”, recordó la periodista Cora de Barbieris. Finalmente, en uno de sus últimos post en su cuenta de Instagram, Jonatan decidió homenajear a Mauro no tanto por su rol como padre sino como abuelo. “El mejor abuelo de la historia. Te amamos tanto”, escribió nostálgico junto a algunas fotos.