“ME LLAMARON JOSE PORQUE SOY EL MENOR DE ONCE HERMANOS Y YA NO QUEDABAN MAS NOMBRES”
Se llama José Giménez Zapiola pero todos lo conocen como El Purre. A los 26 años, cuenta con un largo recorrido en programas infanto juveniles: debutó en Kally´s Mashup tras una breve participación en Soy Luna, luego actuó en Once, fue el protagonista de Go! Vive a tu manera y de Entrelazados, por Disney. En el medio, actuó en El primero de nosotros, por Telefe, y espera que este año se estrene la serie de Cromañón, donde tiene un personaje crucial. En teatro, participó de una decena de obras del under -Bullying, Orguyo, Chicos lindos, Ludo, Chicos feos, H de Hotel, Epica, La reina del pabellón, entre otras-, encabezó El regreso del joven príncipe en el Broadway, hizo la gira internacional de Go! Vive a tu manera, se lució en Entrelazados live en el Gran Rex y este verano desembarcó en la temporada veraniega de Carlos Paz con Mamma Mia!, junto a Florencia Peña y un exquisito elenco de artistas de la comedia musical. Allí, le da vida a Sky, quien vive una apasionante historia de amor sobre las tablas con Sophie, su prometida y futura esposa, personaje que compone Malena Ratner, quien a su vez es su novia desde hace cuatro años en la vida real. “Mi balance de esta temporada es hermoso. Carlos Paz superó todas mis expectativas. Desde que me ofrecieron el proyecto me dieron ganas de hacerlo; vi Mamma Mia! en Madrid y me entusiasmaba sumarme. Como actor, siento que tengo el respaldo de las canciones de Abba y todo es una fiesta. La vi en vivo en España y pensé: ´Qué buena onda ser parte de todo esto´. Nunca había hecho teatro comercial y nos divertía también compartirlo con Male”, confió El Purre.
-¿Se lo propusieron juntos?
-No, fue por separado pero sabiendo que se lo estaban proponiendo al otro. Ricky Pashkus, el director artístico, nos quería a los dos y habló por separado con cada uno. Desde el primer minuto, todo fue un sí. Y hoy, habiendo vivido la temporada, no me arrepiento y siento que
Carlos Paz superó para bien cualquier expectativa previa que tenía. Llegué re entusiasmado y además de trabajar, la pasamos espectacular porque en los ratos libres podíamos ir al lago, al río, salir a pasear.
-Y con el plus de compartirlo con tu novia.
José Giménez Zapiola surgió de tiras infanto juveniles como Kally´s Mashup, Once, Go! y Entrelazados, luego se lució en Telefe en El primero de nosotros, hizo mucho teatro under y este verano la rompió como el protagonista juvenil de Mamma Mia!, con Florencia Peña en Carlos Paz. Aunque su recorrido es extenso, tiene solo 26 años y un nombre común pero un tanto extraño para su generación. En esta nota, El Purre explica por qué sus padres lo llamaron así
-Sí, re. Nos instalamos todo el verano con Male y con Makena, nuestra perra, en una casa hermosa frente al lago San Roque. Nos encantó esta experiencia de trabajar juntos y reconozco que a veces nos teníamos que frenar porque nos la pasábamos hablando del laburo. En algunas cenas con el elenco, me pasó de tener que decir: “Che, hablemos de otra cosa”. Pero no por algo malo sino para distraer la cabeza y hablar de otros temas. Los días libres eran el desconecte total y como soy muy planero, siempre proponía hacer algo diferente.
-Definime planero.
-(Risas) Claro, todo el tiempo me gusta armar nuevos planes para divertirnos. Me cuesta estar en casa y los días libres amo armar planes. Qué se yo, agarrábamos el auto y salíamos a pasear, al río, a la montaña. Male es más tranqui pero me sigue siempre.
-¿Cuánto llevan juntos?
-En abril cumplimos cuatro años de novios. Todo empezó en Makena, que es un bar en Palermo. Ya nos teníamos de redes pero ahí nos conocimos un domingo. Habíamos hablado un par de veces por Instagram pero nunca nos habíamos visto en persona. Cuando la invitaba a salir, ella me freezaba porque estaba de gira con Soy Luna. Cuando volvió, nos cruzamos de casualidad en Makena. Salimos un par de veces, llegó el verano, nos dejamos de ver como seis meses y nos reencontramos en 2019. Nos pusimos de novios, llegó la pandemia y como supuestamente iban a ser solo 15 días, le dije: “¿Y si los pasamos juntos?”.
-¿Ella aceptó?
-Sí y esos 14 días se convirtieron en cuatro años de relación. En la pandemia convivimos y hace dos años que tenemos nuestra casa juntos. En lo cotidiano, somos re fáciles los dos para convivir. Siempre pienso que si nos llegamos a separar, no va a ser por la convivencia porque ahí nos llevamos espectacular. Jamás peleamos por trabajo y a mí me re divierte compartir con ella. No me pesa combinar el laburo y la convivencia porque nos llevamos re bien, por suerte. Si nos estuviésemos peleando todo el día sería una tortura porque no tenés momento de desconexión ahí. Nuestra profesión es muy inestable y siento que tenemos que abrazar esta oportunidad de estar los dos en el mismo proyecto.
-¿Van a seguir todo el año en Buenos Aires?
-Esa es la idea: llevar Mamma Mia! primero a Rosario, luego a Buenos Aires y el verano próximo a Mar del Plata. Sería hermoso que se concrete todo eso porque sería la posibilidad de que mucha otra gente nos vea. ¡Ojalá estemos en calle Corrientes todo el año!
-¿Quién te apodó El Purre?
-Una ex novia, que era más grande que yo y entonces sus amigas me decían “el purrete”. Tenía cuatro años más que yo, decían: “Ahí llegó el purrete” y me quedó El Purre. Siempre fui muy noviero, desde chico. He estado poco tiempo soltero. En algún momento, tuve que elegir mi nombre artístico pero ya mi Instagram era @elpurre y sentía que mi nombre se estaba perdiendo. José Giménez Zapiola es largo, ya era tarde y no reniego más. Soy El Purre para todos.
-¿Por qué te llamaron José, que es un nombre más de gente grande?
-¡Porque soy el menor de once hermanos y no les quedaba otra! A mis viejos ya no les quedaban más nombres. Mi papá, Fernando, tiene 82 años y tengo 25 sobrinos, algunos incluso más grandes que yo. Mi mamá se llama Fernanda
y es 22 años más chica que mi papá. Como mi papá se llama Fernando y mi mamá Fernanda, yo de pendejo pensaba que las parejas se tenían que llamar así. O sea: tenía que ser Fernando y Fernanda, Agustín y Agustina y así. Pero había nombres que no me daban y me entraba la confusión, ja.
-¿Siguen juntos ellos?
-No, se separaron a mis 20 años, no hace tanto. El tema es que tengo once hermanos, todos hijos de mi papá. De mi mamá somos solo yo y mi hermana Dolores. Soy el más chico de todos. Como mi papá tuvo tres matrimonios, en total tuvo once hijos. Mi hermano más grande tiene 58 años, me llevan más de 30. Por orden, somos: Fernando, Ricardo, Rodrigo, Ignacio, Victoria, Tomás, Clara, Cecilia, Santiago, Dolores y yo, José.
-¿Hay algún otro artista en la familia?
-No. Soy el único. Mi viejo toca la guitarra y canta, aunque su trabajo es en la inmobiliaria. ¡Nada que ver! Me crié con mi viejo tocando la viola todas las mañanas, pero como hobby. Cuando me tuvo
a mí, él ya era abuelo. ¡Todo un delirio! Tengo sobrinos más grandes que yo. Mis viejos se conocieron laburando en la inmobiliaria de mi papá. Ella estaba en otro sector de la empresa y es 22 años más joven que él.
-¿Cuándo descubriste tu vocación?
-A los 14 empecé a tocar la guitarra y a cantar porque me daban ganas. Veía a la gente en la playa con la guitarra y pensaba: “Qué lindo aprender a tocar en un fogón”. Pero ni loco pensé que me iba a dedicar a esto. Sí me gustaba la idea, de chico miraba la tele, flasheaba con Casi ángeles y me encantaba pero mi vida era otra cosa: jugaba al rugby, iba al gimnasio, era muy de los deportes. Iba ocho horas a un colegio privado y luego deporte todo el día. A los 17, mis viejos estaban en una crisis matrimonial fuerte y sentía que si ellos se separaban, mi vida se iba a terminar. Cosas que uno piensa de chico.
-¿Entonces?
-Tenía una novia que estudiaba teatro con Hugo Midón y Julio Chávez y me dijo: “Che, ¿por qué no te anotás en una clase de teatro?”. Bueno, dale. Iba a quinto año, me anoté, a fin de año hicimos una muestra en un teatro con la platea llena y me volví loco. Me apasionó y cuando bajé del escenario, dije: “Guau, lo que acabo de sentir”. Nunca tuve mucha vergüenza en mi vida y de pendejo era un caradura. Pero no penaba que podía dedicarme a la actuación.
-¿Cuál era tu plan A?
-Mientras terminaba el secundario, me anoté en Arquitectura y empecé el UBA 21. Llegó marzo y me anoté en Producción de Televisión en la UP, comencé a cursar pero duré tres semanas. Las clases de producción me encantaban pero cada vez que había que buscar a alguien para que actuara en los trabajos prácticos, lo terminaba haciendo yo. Ahí dije: “No quiero hacer esto; prefiero estar delante de cámara”. Me fui de una clase multitudinaria y no volví más.
-¿Tus viejos te bancaron?
-No era que sufría la carrera pero sentía que no era para mí, al menos en ese momento. La llamé a mi vieja y le dije: “Che, ma, quiero dedicarme a esto”. Me entendió, me desanoté de la facultad, lo hablamos con mi papá, les planteé mi idea y los dos coincidieron en lo mismo. “No te queremos todo el día en casa vagueando”, me dijeron. Me metí en clases de actuación con Nora Moseinco, de canto, de guitarra y mi vida se encauzó con un objetivo más concreto. Llegué a
“SOY MUY PLANERO Y ME ENCANTA ARMAR PASEOS”
Laboratorio Marte y fui haciendo mis primeras obras de teatro off.
-¿Y luego cómo llegaste a la tele? -Empecé a hacer castings y cuando me rebotaban, no me frustraba porque tenía mucho hambre y ganas de hacerlo. Creo que me frustro más hoy cuando no quedo en algún proyecto porque ya tengo el conocimiento y sé lo que es. A lo desconocido lo deseás por el laburo y cuando estás más grande, sufrís más el hecho de no quedar elegido. Lo primero que hice en tele fue una participación muy chiquita en Soy Luna, tipo bolo, después tuve un bolo con continuidad en Once y luego sí entré con un personaje en Kally´s Mashup, por Nickelodeon. Grababa 20 escenas por día y era genial descubrir ese mundo nuevo. De Kally´s me bajé de la segunda temporada porque quedé en Go! Vive a tu manera, por Netflix.
-¿Te entendieron? -Sí. En Kally´s se portaron muy bien conmigo porque me liberaron y me permitieron irme a hacer un protagónico en Netflix. Todo eso que hice fue para el público infanto juvenil, luego llegó la pandemia y cuando se liberó hice la serie de Disney + que se llamó Entrelazados. Pude saltar a otro público cuando hice en Telefe El primero de nosotros, donde me tocó componer al hijo de Adriana Salonia y Damián De Santo. Estuvo muy bueno hacer un proyecto para adultos y el año pasado grabamos la serie de Cromañón.
-¿Cuándo va a salir?
-No tiene fecha exacta. Soy uno de los protagonistas y va a salir por Amazon en este 2024, que se cumplen 20 años de la tragedia. No puedo decir mucho por una cuestión de confidencialidad pero está muy buena la serie. Va a ser una locura cuando salga. Además de esto, este año sacaré mi primer disco de música.
-¿Cuántas canciones tenés?
-Ya saqué siete canciones y se viene un disco de nueve temas. Va a salir por las plataformas digitales pero también quiero sacar algunos vinilos. Sale ahora, en abril. Los cortes que ya salieron son No me mires así y Cambiar el mundo pero ahora quizás sale un tercer corte, anticipando la salida de abril. Al disco lo grabamos en septiembre pasado en un estudio en Chile, en el medio de la montaña. Estoy con Pirka, que es la discográfica que maneja a No te va gustar y Tan biónica.
-¿Preferís la música o la actuación?
-No te lo podría decir, ¡las dos cosas! Cantar y tocar la guitarra me abrió las puertas de un montón de proyectos juveniles, donde cantaba y actuaba. O mismo con Mamma Mia! Yo no era un actor de comedia musical y pude hacer este proyecto que tanto me gusta. Mi carrera como músico nació en la pandemia: ahí empecé a componer mis propios temas. Antes tocaba canciones de otros y desde la pandemia comencé a hacer mis temas.
-¿Tu referente?
-Me encanta Coti Sorokin. Es el mejor compositor de la Argentina a mi entender, de los más contemporáneos. También me gustan mucho Fito Páez y Chano. Admiro que sigan tan vigentes y desde hace tantos años.
-¿Tus pasatiempos?
-Entreno un montón. No voy al gimnasio porque me aburre pero lo que sí me gusta mucho es aprender a hacer deportes. Entreno boxeo, juego al padel y al tenis, me entretengo con el golf y el fút
“CUANDO MIS VIEJOS SE SEPARARON, SENTI QUE MI VIDA SE IBA A TERMINAR”
bol. Lo que más hago es eso y armo planes con mis amigos. Me divierte mucho ir a bailar. Los bares me aburren y prefiero toda la vida ir a bailar a un boliche. Todo me viene bien, desde el cachengue a la electrónica.
-¿Cuántos tatuajes tenés?
-Tres. Me hice una rosa a los 17 años en el brazo y tuve que falsificar el documento para hacerlo en La Bond Street porque era menor de edad. Llegué a casa y les dije a mis papás: “Me hice este tatuaje”. Además, tengo un delfín en el dorsal y un corazoncito en la ingle, chiquito. Ese me lo hice de caprichoso: llevamos a la hermana de Male a tatuarse y ahí se me cruzó hacerme ese corazón chiquito. Si no fuese actor, me tatuaría todo. Me encantan los tattoos pero me tengo que medir porque a veces te juegan una mala pasada con mi trabajo cuando tengo que hacer algún personaje específico.
-¿Tus sueños?
-Trato de que sean sueños cercanos. Me gusta la idea de hacer shows con mi música y que cada vez venga más gente y se sienta identificada con mis canciones. Si pienso en el José de cuando comenzó a trabajar en esto y dónde estoy hoy, no lo puedo creer. Por eso, quiero que la vida me siga sorprendiendo cada día y que los años no me oxiden la pasión que siento hoy. Me gustan los desafíos y quiero prepararme para estar a la altura de las oportunidades que me lleguen.