Hoy no se anima cualquiera
Las franquicias son el espacio por excelencia de los emprendedores que quieren hacer algo, cuentan con un capital, pero no tienen experiencia en los negocios. Compensan esa falta de expertiz a cambio de un canon de ingreso, que hoy suele oscilar entre
US$ 10.000 y 20.000 (hay unas pocas, más económicas, y unas cuantas, mucho más caras). Hay franquiciantes más serios que otros, como ocurre en cualquier actividad. Pero la fenomenal expansión de las franquicias en nuestro país durante los últimos 12 años, con 700 marcas y más de 25.000 locales, demuestra que el sistema en su conjunto funciona. Este año, a pesar de la caída del consumo interno, sigue habiendo emprendedores que encaran nuevas aperturas y hoy te contamos diez casos. Dos coincicencias llamativas: muchos de ellos son “reincidentes” en el sistema, van por su segunda franquicia o aun más. Y en más de un caso, el factor que los animó a dar el paso fue una oportunidad vinculada al precio: o bien compraron barata una franquicia que ya funcionaba, u obtuvieron alguna ventaja vinculada al alquiler del local. Más difícil es encontrar, todavía, alguien que se arriesgue desde cero porque confía en que todo va a andar bien.
En el Dossier te mostramos una radiografía extensa del renacimiento del vino de Entre Ríos, una provincia que muy pocos saben que fue la cuarta productora del país hasta que una ley de los años ‘30 barrió, literalmente, con los viñedos del Litoral. Hoy, los empresarios vitivinícolas ya están instalados. El desafío que tienen por delante es generar un mercado propio. Como el que se están armando decenas de empresas puntocom argentinas que desembarcan en México, como te contamos en la nota de Comercio Exterior.
Nos vemos en noviembre.