Sweaters de exportación.
Un programador de software comenzó a diseñar sweaters que no encontraba en los negocios. Hoy, los exporta a 15 países, tiene 10 empleados y hasta una prenda diseñada especialmente por el dibujante Liniers.
La idea de Diego Roitman para armar su negocio provino de la frustración de que sus gustos no coincidieran con la oferta. Con su marca, This is Feliz Navidad, Roitman ofrece un giro original que lo acerca a la tendencia “hipster”: sweaters que reciclan el tradicional tejido hecho en casa, con los diseños clásicos retro navideños y alpinos, y los íconos de culto. En esto, la lista es larga: las películas Star Wars, ET, Volver al Futuro, Harry Potter, El Resplandor, Pulp Fiction; las series Twin Peaks y Space Invader; los personajes de Hayao Miyazaki y Macanudo, de Liniers; el marcianito del juego ochentoso Space Invader, y hasta el dinosaurio que salta en la espera de Google.
“Siempre que quería comprarme un sweater encontraba que eran incómodos, que picaban o se gastaban a los pocos lavados”, dice Roitman, de 29 años. Sus diseños ya se venden en más de 15 países y se hicieron un lugar en las páginas de la revista The New Yorker.
Roitman llegó al negocio textil sin ninguna conexión con el mundo de la indumentaria. Venía de estudiar Administración de Empresas en el ITBA y se dedicaba al software. Fue el primer empleado de Tienda Nube, uno de los sitios pioneros en diseñar tiendas web para comercio online.
“En Tienda Nube aprendí mucho sobre cómo se vende por Internet, y como siempre tuve la idea de hacer algo propio, y había estado ahorrando por mucho tiempo sin saber para qué, pensé ‘es ahora o nunca’ y me lancé”, cuenta. En 2013 dejó su trabajo y comenzó a investigar la forma de hacer sweaters con un capital inicial de $ 10.000.
Parte de la idea surgió por la base que tenía Diego en programación, que lo ayudó a ver el diseño del dibujo de la prenda como un píxel. “Empecé solo y no sabía por dónde.
Le pedí a mi abuela que me acompañe a comprar los primeros materiales, porque ella siempre había tejido y sabía de calidad de las lanas; ella fue mi principal asesora.”
Búsquedas en Google, llamadas,
Comenzó con $ 10.000, en 2013. “En Tienda Nube aprendí mucho sobre cómo se vende por Internet. Había estado ahorrando y pensé, es ahora o nunca.”
caminatas y largos recorridos en auto por diferentes talleres, consumieron los tres meses que llevó la investigación para lanzar la primera colección. Al respecto, Diego comenta: “De a poco, fui juntando las pistas para comenzar a realizar los sweaters. Fue muy difícil conseguir un taller que los teja. Cuando al fin lo logré, me decían que lo mío no era una colección, porque tenía un solo diseño en diferentes talles, pero para mí era que lo había logrado”.
La primera producción consistió en 35 sweaters, que se lanzaron y vendieron desde la Web, incluso antes de que estuvieran terminados. “Yo había publicado una foto en Facebook de la muestra que tenía, y la gente empezó a comprar. Cuando llegaron del taller, ya estaban casi todos vendidos y lo mejor era que ninguno había sido comprado por amigos o familiares. Se trataba de un logro real, eran desconocidos que me compraban desde cualquier lugar del país”, cuenta. Hoy, vende 5.000 prendas al año, con una facturación de $ 4 millones. Incluso, uno de sus sweaters tiene un diseño especial de Liniers, el dibujante de Macanudo, en este caso con su personaje-monstruo amigable Olga. “Hasta los usa en las entrevistas”, asegura Roitman.