Las empresas como entes vivos
A medida que crece, la empresa va desarrollando una cultura propia en apectos como el flujo de caja, la información, las compras y la manera en que son encaradas las mejoras de procesos.
Aunque el dueño de una empresa se esfuerce al máximo por imponer su forma de pensar en el ámbito de su compañía, a medida que la misma crezca en tamaño y complejidad irá desarrollando una cultura propia, distinta de la de su propietario.
Tal característica se presenta también en las pymes, aunque en ellas la impronta del empresario conserve más influencia. A partir de esta realidad, puede resultar valioso desplegar una analogía entre las empresas y los organismos vivos, para explicar mejor los factores que inciden en el éxito o fracaso de un emprendimiento.
Por ejemplo, si los seres vivos requieren de un flujo sanguíneo para mantener su ciclo vital, las empresas tienen su equivalente en el flujo de caja, que sostiene todos los procesos de una compañía.
En general, tanto los empresarios como sus gerentes, son plenamente conscientes de la importancia de este flujo y lo atienden en forma preferencial.
Sin embargo, existe otro elemento que tiene importancia clave en la subsistencia de un organismo vivo y es el flujo de oxígeno, que también tiene su corriente análoga en las organizaciones comerciales: es el flujo de información.
En este caso, son muy raras las experiencias de empresas que prestan la debida atención a este subsistema imprescindible para su sostenibilidad en el corto, mediano y largo plazo.
Existe un dicho que afirma que las empresas son ricas en datos, pero pobres en información. Para evitar que esto ocurra en la suya, un empresario debería aplicar las siguientes medidas (entre otras):
Desarrollar especificaciones técnicas precisas y completas para todos los bienes y servicios que su organización venda, manufacture o compre.
Implementar un adecuado soporte tecnológico para el registro de sus transacciones (es importante dejar claro que el correo electrónico y las planillas de cálculo no sirven como soporte para la información requerida en la gestión de una empresa).
Otro proceso en el que se espejan, en buena medida, los organismos vivos y las empresas es en su alimentación: una persona que coma alimentos inadecuados o en cantidades exageradas aumentará de peso y tamaño, pero al mismo tiempo se debilitará.
Del mismo modo, si su empresa no compra exclusivamente lo que necesita, en la cantidad que necesita y en el momento en que lo necesita, seguramente “engordará”, pero estará muy mal preparada para enfrentar los momentos de crisis.
Otro punto de vista que asimila a las empresas con entes vivos es el hecho de que todos sus subsistemas son interdependientes. Del mismo modo que un ser humano debe cuidar en forma integral su salud, es necesario que en la mejora de procesos de una organización comercial se aplique un criterio holístico en el análisis de los problemas y las soluciones a aplicar: no es posible optimizar la gestión total aplicando un enfoque área por área.
Cualquier organización, del tamaño que sea, tiene a su disposición un enfoque de administración que le permite optimizar su nivel de servicio al cliente, al mismo tiempo que reduce sus costos (lo que la hace rentable en el corto, mediano y largo plazo): el modelo de Gestión por Procesos.