7. JUEGOS MENTALES: LA CLAVE ES LA EXPERIENCIA DEL CLIENTE
La aventura de escapar de una habitación cerrada, a través de acertijos que ayudan a abrir candados y cerraduras, es desde 2015 un negocio que se puede franquiciar. En el mundo el juego es conocido como Escape Room –inspirado en un videojuego japonés– y la version argentina se llama Juegos Mentales: Danil Tchapovski puso su primer local en San Telmo, donde funcionan dos salas con diferentes temáticas. A tres años de aquella apertura, Juegos Mentales tiene 12 franquicias, una de las cuales funciona en Uruguay.
Las franquicias, dice Tchapovski, le dieron la posibilidad de que cada local tenga su propio dueño, con un grado de compromiso mayor. “Lo malo es que se pierde el control de algunos detalles que son muy importantes, por eso es muy relevante la capacitación. Nosotros invertimos mucho tiempo en capacitar a cada uno de nuestros franquiciados y a sus empleados”, dice.
La inversión total, dependiendo de la zona y el local, es de aproximadamente US$ 160.000. Para ayudar a las ventas, Juegos Mentales realizó acuerdos de descuento con diferentes empresas, bancos y tarjetas. “El franquiciado tiene que tener ganas de ganar dinero de manera diferente y divertida”, dice Tchapovski, y asegura que la clave para que el negocio funcione es estar muy atentos a la experiencia de los clientes. “Cada detalle es importante, ése es nuestro mayor diferencial. Es una actividad que está en crecimiento, la gente está ávida de vivir experiencias nuevas y cuantas más experiencias les demos, más se irá multiplicando el público”, dice.
Javier Lentile recorrió los diferentes stands de la exposición de franqui- cias que todos los años se hace en La Rural. Y ahí conoció Juegos Mentales. “Queríamos una franquicia que nos dé tiempo libre, que nos mejore la calidad de vida y que no sea vender un producto; ésas eran nuestras condiciones”, cuenta Lentile. En 2017, junto con su hermano Miguel pusieron su local en Barrio Norte, con dos salas y una tercera en construcción.
Antes de firmar, cuenta Javier, completó planillas de Excel de todos los tamaños y colores, analizó el mejor y el peor escenario, pero lo que terminó de convencerlo para desembolsar los US$ 100.000 que requirió para abrir la franquicia (llave en mano) fue que Tchapovski les prometió que iba a poder levantarse tranquilo a la mañana,
llevar a sus hijos al colegio y después ir al gimnasio, porque el local abre a las 4 pm. “Para nosotros, que estábamos agobiados de tanto trabajo, fue música para nuestros oídos”, remarca.
Si bien Lentile reconoce que el contexto económico del país no ayuda, confía en sus planillas de Excel. A un año de haber puesto el local, los hermanos Lentile cuentan que ya recuperaron la inversión. “Comparé Juegos Mentales con un barco, y hay que subir gente al barco. A medida que la actividad sea más conocida, la gente se va a ir subiendo y cuando venga la ola, nosotros ya vamos a estar navegando y bien posicionados”, confía Lentile. Y asegura que mes a mes viene facturando un poco más.