9. CHIKISPA: CUMPLES SIN SALÓN, PERO CON SPA
ChikiSpa es un servicio de animación de cumpleaños para niñas que quieren jugar al spa y salón de belleza. Su creadora, Alejandra Rey Gay, cuenta que no tuvo que salir a ofrecer franquicias, sino que comenzó a recibir pedidos de manera espontánea. “Las redes sociales funcionan y el boca en boca también. Todo fue muy rápido, yo promocionaba el servicio y, en paralelo, llegaban consultas por franquicias”, dice. En 2016, a tres años de la funda- ción, comenzó con las franquicias, que hoy funcionan en Chaco, San Juan, La Plata y Gran Buenos Aires. “Somos una marca firme y en crecimiento, pero somos flexibles con el alcance que quieran darle las franquiciadas. Hay quienes tienen otro trabajo y sólo hacen eventos los fines de semana. Otras se dedican full time y armaron varios equipos para hacer eventos más seguidos o simultáneos”, explica.
La inversión inicial es de $ 80.000 e incluye el canon de ingreso y el kit de materiales para los eventos. El máximo de festejos mensuales que Rey Gay alcanzó a organizar, y facturar, fueron 50. Para darle más empuje a las franquicias, desde este año y sólo para los nuevos contratos, cobra un fee de publicidad equivalente al 50% del valor de un evento básico ($ 1.350) “Ese dinero se va a destinar exclusivamente a redes sociales para cada franquicia. Para que este negocio funcione, sí o sí hay que hacer publicidad, y para que no haya margen de error, decidí centralizar la publicidad desde acá.”, explica Rey Gay.
El contexto actual, reconoce, no es el ideal. “Se mantuvo. Ahora ya no te contratan con antelación, te llaman de una semana para la otra. Me da la sensación de que es por la incertidumbre, nadie sabe qué va a pasar de acá a un tiempo y toman decisiones a último momento”, evalúa.
María Julia Invernoz (30) trabajaba en una agencia de motos alrededor de 10 horas diarias y los sábados hasta el mediodía. Terapia de por medio, entendió que no quería trabajar más en relación de dependencia y a mediados del año pasado invirtió $ 80.000, de ahorros que tenía con su novio, en ChikiSpa.
Al principio, Invernoz mantuvo su trabajo en relación de dependencia y los fines de semana trabajaba en la franquicia. “Yo buscaba algo para tener más tiempo y terminé trabajando más. Estaba molida, pero tampoco quise arriesgar todo de una”, reconoce. Pero tras unas cuantas campañas de publicidad en Facebook, asegura, los fines de semana ya no le alcanzaban. Finalmente, renunció a la agencia: “Había comenzado a trabajar durante la semana, de modo que le dije a mi jefe en noviembre que me iba en febrero, pero que tenía que dejarme salir a cubrir los eventos”.
De seis fiestas mensuales llegó a marzo, ya dedicada exclusivamente a ChikisPa, con 20 fiestas programadas. Su hermana y dos amigas la ayudan en cada evento; así se ahorra también los costos de contratar animadoras. “ChickiSpa es un buen producto y funciona. Además de calidad de vida, mejoré también mi sueldo. La clave es la publicidad, hay que invertir sin miedo desde el minuto cero. Yo arranqué temerosa, con $ 1.000 y ahora estoy invirtiendo $ 5.000 por mes. Con esto, yo estoy muy conforme.”