Un auto eléctrico para ir al súper
Ex constructor de Turismo Carretera, Oscar Álvarez ahora encara junto a su familia, desde Chacabuco, el desafío de un auto ecológico por menos de US$ 12.000.
Trabajar en equipo, tener la convicción de llevar adelante un proyecto y poder concretarlo es la idea de la familia Álvarez, de la localidad bonaerense de Chacabuco. Oscar Álvarez (50), ex constructor de autos de Turismo Carretera, está a pasos de dar un giro inesperado, acompañado por sus hijos: están presentando un auto eléctrico, por un precio similar al de un auto chico convencional, con autonomía para moverse por los pueblos del interior de la provincia de Buenos Aires.
Alejado de las pistas después de 22 años, en 2015 Álvarez decidió fabricarle un coche a su hijo Francisco (20) pero el proyecto era tan ambicioso que daba para más. “Mis hijos me dijeron que hiciera algo para cambiar un poco la naturaleza y el medio ambiente y decidimos hacer un auto eléctrico, ya que tengo experiencia en el chasis y en el diseño”, explica.
El proyecto fue tomando forma con el paso del tiempo. Aquella idea inicial de regalarle un auto a su hijo fabricado con sus propias manos se transformó en un ambicioso proyecto para crear un auto eléctrico. Su hija Valentina (23), contadora pública, se sumó al plan familiar para manejar las finanzas de esta pyme que hoy asombra a todos en Chacabuco.
Y así crearon el prototipo. Se trata de un auto eléctrico de tecnología de avanzada, “100% argentino”, y el primero que podría salir a la venta este año.
El auto ecológico es de fibra de vidrio, tiene 10 HP de potencia y dos motores de 5 HP en el tren trasero. Lleva seis baterías de 12 voltios.
Mide 2,50 metros de largo por 1,50 de ancho. Sin palanca de cambios, pero con botones y dos pedales. La batería tarda seis horas en completar su carga. Alcanza una velocidad de 50 km/h para recorrer unos 80 kilómetros. El rodado es de 16 pulgadas. Ideal para el campo, para la ciudad, y para realizar viajes cortos entre un pueblo y otro.
Y a pesar de que sus dimensiones exteriores se asemejan a las de un vehículo como el Smart, donde sólo entran dos pasajeros adultos, en el auto de los Álvarez entra un tercer pasajero: al ser un coche eléctrico, se optimizan los espacios que deja libre la mecánica. Como no tiene motor ni tampoco diferencial, se utilizan esos
lugares para tener un baúl más amplio.
En Chacabuco, el nuevo coche eléctrico provoca gran impacto por su diseño innovador y porque es muy silencioso. “Cada vez que sale a la calle, la gente lo asocia con un plato volador”, cuenta su constructor.
La familia Álvarez coincide en que fabricar este prototipo ecológico ha sido muy simple. Para ellos, lo más importante fue crear esta pyme. Tuvieron que sortear numerosos obstáculos burocráticos para conformar la empresa y además reconocen que si no fuera por el crédito del Fondo Tecnológico Argentino (Fontar) hubiera sido un poco más difícil llevar a cabo el proyecto.
“El 30% de nuestra inversión provino del Fontar. Es una linda herramienta para poder avanzar y cumplir nuestros sueños. Si no hubiese sido por eso, tal vez nos hubiera costado más tiempo”, afirma Álvarez.
Además, ya tienen la primera unidad prevendida, que sirvió como mecanismo de financiamiento. “Hay gente interesada que hace su aporte en este proyecto y eso nos sirve mucho”, agrega Valentina.
Hoy, los Álvarez reciben asesoramiento por parte de la Fundación Credicoop para llevar a cabo las estrategias de marketing y para seguir desarrollando la empresa. Además de Oscar, Francisco y Valentina, la empresa cuenta con cuatro técnicos y recibe el apoyo de otros dos ingenieros, También hay ingenieros del Conicet que participan del emprendimiento para desarrollar el tablero electrónico.
El auto eléctrico ya está disponible. Sólo resta homologar la fábrica y obtener la licencia de configuración de la marca para salir a la venta. Su nombre sería FOA, por las iniciales de Francisco, futuro ingeniero industrial.
La fábrica estará en el Parque Industrial de Chacabuco (Ruta 7, km 212). Se espera que el auto saldrá a la calle antes de fin de año. Habrá dos versiones: una económica y otra premium y ambas pueden ser personalizadas por el cliente. Su precio rondaría los US$ 11.500.
Si bien el coche eléctrico es uno de sus proyectos más ambiciosos, no es el único que está siendo desarrollado en Chacabuco, donde además hay proyectos de paneles solares y una planta fotovoltaica para generar energías renovables.