La cuarta revolución industrial
Por Silvio Zurzolo, presidente de ADlBA.
La expresión Industria 4.0 nació y se desarrolló principalmente en Alemania y corresponde a una innovadora forma de organizar los medios de producción, utilizando las tecnologías de la información y la comunicación (TICs). De este modo, podría decirse que la Cuarta Revolución es la digitalización de la industria. Las TICs crean la base del éxito de esta nueva revolución industrial, que se fundamenta en siete pilares: Internet de las cosas, fabricación aditiva, “Big Data”, inteligencia artificial, robótica colaborativa, realidad virtual y realidad aumentada. Cada una de estas tecnologías contribuyen a “hibridar”el mundo físico y digital. El propósito de la Industria 4.0 es la puesta en marcha de fábricas inteligentes (“smart factory”), capaces de una mayor adaptabilidad a las necesidades y a los procesos de producción, con una asignación más eficiente de los recursos.
Este modelo productivo se funda en herramientas, robots y cadenas logísticas conectadas, fábricas virtuales y procesamiento masivo de datos. Los productos inteligentes, con sensores, permiten crear nuevos servicios para el cliente. Aquí, el concepto de conexión va más allá del proceso. Los medios productivos interactúan no sólo con el entorno de la fábrica, sino con toda la cadena de valor a la que pertenecen: proveedores, clientes, logística y venta. La industria se hace, así, digital y flexible.
Los objetos conectados cambiarán los modelos de negocio de las industrias tradicionales. La transformación del modelo de producción no sólo genera como consecuencia mejores productos o procesos más eficientes, sino también forja nuevas oportunidades de negocio. La gran revolución en esta nueva industria es la cantidad de información que se genera a lo largo de todo el ciclo de vida del producto. El aprovechamiento de estos datos es, claramente, uno de los pilares para el desarrollo de modelos de negocio del futuro.
El éxito en la digitalización de la industria precisa alinear la gestión del talento de las personas con la estrategia de transformación digital de las compañías desde una perspectiva global. La transformación del modelo productivo, asociado a la Industria 4.0, no sólo tiene como consecuencia mejores productos o procesos más eficientes, sino que también genera nuevas oportunidades de negocio. Cambiar el modo en que el producto se pone a disposición del mercado, o incorporar funcionalidades novedosas a los mismos son solamente algunas opciones. Los nuevos productos, generalmente, incorporan inteligencia que les permiten estar conectados con otros productos o servicios, abriendo las puertas a modelos cooperativos que aprovechen estas conexiones.
Diseñar nuevas empresas basadas en la revolución de los procesos logísticos y de distribución también es posible, y generará muchísimas oportunidades en los próximos años. Por ejemplo, habrá centros en los que se utilicen herramientas de fabricación aditiva para que sea el propio cliente quien fabrique el producto, y servicios de reparto apoyados por drones.
El comercio electrónico, totalmente interiorizado por la sociedad actual, también puede tomarse como punto de partida para nuevas modalidades productivas, añadiendo elementos a la actual propuesta de valor, como la venta de productos personalizados que se fabrican bajo demanda.