Accidentes de trabajo.
Con la “industria del juicio” un poco más acotada, ahora las empresas apuntan a la capacitación efectviva contra los accidentes laborales.
En poco tiempo, accidentes de trabajo y juicios laborales se convirtieron en uno de los principales problemas para pequeñas y medianas empresas. A pesar de una importante caída de la siniestralidad, en menos de diez años el fuerte aumento de los juicios instaló el problema en el podio de las mayores preocupaciones de las pymes, detrás de la caída de ventas y la pérdida de rentabilidad y por encima del acceso al crédito.
La construcción, el agro y la industria manufacturera son los sectores con mayor participación de accidentes y consiguiente litigiosidad laboral en el mercado local.
Si bien la nueva Ley de Riesgos de Trabajo, con la adhesión a la norma de la mayor parte de las provincias, le está quitando presión a la “industria del juicio”, el consenso de los especialistas es que aún hay mucho por hacer, sobre todo en materia de prevención. Al reducir la tasa de accidentes, baja la posibilidad de litigio.
“La garantía para disminuir los accidentes en todas las áreas laborales pasa por la capacitación
en medidas de seguridad, el uso de buenas prácticas y el respeto riguroso por los procedimientos”, señala Mara Bettiol, presidente de la Unión de Aseguradoras de Riesgos del Trabajo (UART). “Para avanzar en ambientes de trabajo más sanos y seguros, es necesaria una conciencia individual y grupal sobre las tareas de prevención. La empresa debe involucrarse en jerarquizar las conductas, al cuidado de la salud laboral.”
En sus 21 años, el sistema de riesgo de trabajo en el mercado local registra bajas significativas de la siniestralidad, que los especialistas adjudican al trabajo coordinado de Estado, empleadores, trabajadores y ART.
“Desde su origen, el sistema consiguió reducir un 35% los accidentes laborales y un 70% los fallecimientos en el lugar de trabajo. La paradoja es que mientras bajan los accidentes y aumentan los beneficios, los juicios no paran de crecer”, dice Daniel Pivetti, gerente general de Omint ART.
DÓNDE EMPEZAR
Para generar contextos laborales más seguros hay que comenzar con el relevamiento, por parte de la ART, de las condiciones de trabajo en la empresa y se complementa luego con las medidas de seguridad recomendadas por la aseguradora, cuya aplicación debe controlar el Estado.
En forma paralela, el manual indica que empresa y ART tienen que disponer de actividades de capa-
citación de su dotación destinadas a la prevención de accidentes. La oferta de cursos con este propósito, que es brindada por las propias aseguradas, y profesionales o empresas especializadas es amplia, tanto en la modalidad presencial como on line.
En el mercado existen protocolos específicos para cada tipo de actividad o característica siniestral del empleador, señala Bettiol. “Si bien muchas acciones de prevención son comunes para la mayoría de las actividades, también existen otras acciones específicas acordes a los riesgos de los procesos productivos informados por el empleador a su ART”. La ejecutiva agrega que, a mayor riesgo de accidente, mayor tiene que ser el nivel de recaudos de seguridad.
En Experta ART, uno de los grandes jugadores del mercado, afirman que la prevención de accidentes laborales es un pilar clave. “Trabajamos a través de un equipo interdisciplinario en el asesoramiento técnico a las empresas de nuestra cartera, con una amplia gama de actividades de capacitación, incluyendo programas específicos para ciertos sectores. Hacemos especial hincapié en que una prevención eficiente de riesgos favorece la productividad, la calidad y la rentabilidad de las empresas”, dice Marcelo Vecchio, gerente de Área Técnica, Prevención y Prestaciones.
En SMG ART se destina un 4% de la facturación a la realización de actividades de prevención y capacitación, dice Juan Aulicino La Salvia, responsable de Prevención y Suscripción de la aseguradora. Agrega que las acciones de capacitación están diversificadas y segmentadas de acuerdo con el target.
“Los cursos están dirigidos a los tres niveles de la estructura organizacional de las empresas, trabajadores, mandos medios y nivel gerencial. Enten-
demos que la capacitación es una herramienta muy importante para evitar accidentes y mejorar las condiciones del medio ambiente laboral, pero no es la solución de todos los problemas y carece de sentido si no forma parte de un programa de seguridad más amplio, que incluya inspecciones, relevamientos y comités de seguridad.”
ESTRATEGIA
Carlos Nova Calderón, gerente de RR.HH. de Horcrisa, cuenta que cuando tuvo que encarar una estrategia para reducir el riesgo de accidentes laborales, su primera tarea en esta materia fue concientizar al personal por la vía de la capacitación y también de un sistema fluido de comunicación. Horcrisa tiene 150 empleados y se dedica a la producción y distribución de hormigón elaborado.
“La mayoría de nuestras acciones de prevención surgen del control periódico y la constante observación del ámbito de trabajo del área de seguridad e higiene”, dice Nova Calderón. “Esto requiere de normas que rigen la conducta segura dentro de las instalaciones, de la opinión de los colaboradores y de las recomendaciones de la ART.”
En Horcrisa, las actividades de capacitación se hacen en las dos fábricas de producción de hormigón, en salas especialmente acondicionadas. “Disponemos de las comodidades y medios audiovisuales necesarios para que la capacitación sea dinámica, y se puedan exhibir ejemplos concretos sobre los riesgos de la actividad”, asegura Nova Calderón.
RIESGOS VARIOS
Aviber SRL es una empresa avícola de Pilar que contrató a Jorge Nannini, ingeniero en Seguridad Ambiental, para el relevamiento de riesgos inicial y la posterior elaboración de una política de prevención y seguridad laboral.
Según este especialista, dentro de una granja suele haber una gran variedad de actividades que conllevan riesgos: tareas en altura, como la revisión de silos, mantenimiento en equipos de elevación de granos, o el trabajo en las líneas automáticas de producción, que abastecen de agua y alimento a los animales. O bien la fabricación de alimento balanceado, caracterizada por una fuerte exposición al ruido ambiental y la misma cercanía con las aves, lo que entraña riesgos biológicos.
“La capacitación comienza con la creación de conciencia de cada uno de los riesgos de la tarea cotidiana, la demostración del correcto uso de los elementos de protección básicos y de aquellos que son específicos para ciertas tareas”, dice Nannini. “Alguien que trabaja en una altura superior a los dos metros debe utilizar arnés de seguridad; quienes trabajan en ambientes con partículas en suspensión deben usar protección respiratoria, y los que trabajan en ambientes ruidosos deben usar la protección auditiva”.
En Metalcrom, especializada en proveer piezas metálicas y cromadas a diversas industrias, ubicada en el Parque Industrial Plátanos, dividen la tarea de prevención de accidentes en dos ejes. “Por un lado, se abarcan los grandes riesgos y se capacita al personal, por ejemplo, en qué hacer en caso de incendio, se forman brigadas contra incendio y se determinan responsabilidades. Se les dan cursos de Primeros Auxilios, incluyendo reanimación y utilización de un desfibrilador, entre otros”, explica su presidente, Alejandro Bartalani. “El otro eje son las actividades de capacitación para cada función dentro de la organización. En ese caso, se enseña a utilizar y preservar los elementos de seguridad que se les provee según la tarea, como lentes, guantes, máscaras. Y se capacita en el correcto manejo de las piezas y máquinas, por ejemplo, cómo utilizar los elementos de izaje. También se exhiben videos de accidentes con máquinas similares a las existentes en la planta, ya sea por errores operativos o por desatención del trabajador”, detalla.
Bartalini aclara que todas estas actividades se realizan en horario laboral, previamente pactado y con entrega de certificados de asistencia.
Nannini cuenta que en Aviber también suelen
recurrir a imágenes y videos en las reuniones de capacitación, así como a la entrega al personal de material escrito, con recomendaciones sobre buenas prácticas de uso de la maquinaria e instalaciones.
“Otra iniciativa que adoptamos es el mantenimiento continuo de las condiciones de orden y limpieza de cada uno de los lugares de trabajo, escaleras y otras estructuras de la planta. Disponer de lugares de trabajo confortables y limpios no sólo reduce el riesgo de accidentes, sino que además hace que el personal sea responsable del sector”, asegura Nannini.
PREVENCIÓN
“Se suele decir que todos los accidentes son evitables, y realmente es así”, asegura Vecchio, de Experta ART. “Las dificultades para favorecer ambientes sanos y seguros muchas veces están relacionadas con el valor de la inversión que implica realizar mejoras o adecuaciones de ingeniería. El hecho de propiciar el desarrollo y la sustentabilidad de la cultura del cuidado por parte de todos los integrantes de una empresa, es una práctica clave en la prevención de accidentes de trabajo.”
Con base en esta premisa, la aseguradora despliega una serie de actividades con foco en el asesoramiento continuo y la asistencia constante a las empresas clientes. Forman parte de esta estrategia el Programa Abierto de Formación, el del Espacio Virtual de Capacitación y los cursos “in company”, orientados particularmente a empresas con alta siniestralidad, o que necesiten afrontar el control de riesgos específicos.
“En ‘programa abierto’, el trabajador tiene la posibilidad de obtener el certificado de “Monitor en Seguridad y Salud Ocupacional”, que emite una Universidad Nacional, con la que tenemos vigente un convenio. De esa manera, este trabajador se convierte en referente y facilitador de prevención de riesgos ante el resto de la dotación de trabajadores. Se trata de una actividad compuesta por diecisiete cursos y talleres, que se dictan en diferentes sedes de CABA y Gran Buenos Aires”, afirma Vecchio.
Aulicino La Salvia, de SMG ART, destaca que los cursos son complementarios a las actividades de capacitación organizadas por las propias empresas.
“Tenemos un cronograma anual de seminarios presenciales en todo el país, sobre distintos temas generales, como ergonomía en los puestos de trabajo, conducción segura de vehículos, técnicas de manejo de la voz y primeros auxilios, donde las empresas clientes se pueden inscribir y enviar a sus colaboradores. En forma paralela, hacemos acciones de capacitación dentro de las empresas o por Internet, definidos de común acuerdo con el cliente”, dice.
En Omint ART, en tanto, disponen del Programa Omint Previene, en el cual los expertos de la ART evalúan la situación de los riesgos de accidentes con los ejecutivos de las empresas cliente, con planes a medida.
“Omint Previene nació el año pasado para un grupo reducido de clientes y como los resultados obtenidos fueron muy buenos, lo hemos extendido a toda la cartera. Los planes de acción a medida de cada caso, se complementan con la oferta de capacitación, que es gratuita, pudiendo ser presencial o por e-learning. A ello se suma la entrega de material impreso y visitas a las empresas”, afirma su gerente, Daniel Pivetti.
“Si se trabaja a más de dos metros hay que usar arnés. Cuando hay partículas en suspensión o ruido, hay que usar la correspondiente protección.”