Reclamo sectorial
Las crisis fueron motores de crecimiento para Mobiliarios Fontenla, pero hoy se muestra preocupado. “El tiempo que está durando nos asusta.
Uno ya no puede decir que en unos meses esto termina. Aquel ‘segundo semestre’ nunca llegó y no veo un rumbo económico definido”, dice Roberto Fontenla. “No estoy a favor ni en contra del gobierno anterior o del actual; yo sólo trabajo. Estos 70 años de historia son el resultado del trabajo constante y de las oportunidades que se han ido presentado y que supimos aprovechar”.
“La caída del consumo, combinada con la presión impositiva, provocó el cierre de talleres. Muchos de los que no cerraron se convirtieron en clandestinos y se transformaron en una competencia desleal para los que estamos con todo en blanco”, describe Fontenla, que además preside la Cámara de Empresarios Madereros y Afines (CEMA).
A través de la cámara, reclaman la postergación de pagos de impuestos y el no embargo de las cuentas. “Si bien desde el Gobierno nos han escuchado, aún no han tomado medida alguna. A falta de respuestas, la gente del norte y del litoral del país formó grupos independientes de las cámaras y ya han concretado cortes de rutas”, cuenta Fontenla. El empresario asegura que son muchos los talleres que debieron cerrar, y los que aún sobreviven lo hacen con una caída de la facturación del 50% en los últimos dos años.