Inteligencia colectiva
CAPTACIÓN DE RECURSOS HUMANOS, DELEGACIÓN Y “CEREBRO ORGANIZACIONAL”-
-Una de las cuestiones que se van reiterando es la resistencia de la pyme para sortear las crisis y también para adaptarse a los nuevos tiempos. Empresas más plásticas de lo que parece vista desde afuera. QUIRÓS: Sí, claro.
BEARZI: Igual, para mí, el empresario pyme tiene que hacer un ejercicio de apertura, ya que las organizaciones tienen el talento que se merecen. Es clave dentro de una organización saber captar los recursos humanos necesarios y también es fundamental saber retener ese capital humano. Una estructura muy burocrática va a repeler al talento innovador y hoy necesitamos eso. Todas las empresas lo necesitan. -Pero no todas las empresas pyme tienen claro esa necesidad de retener personal valioso.
QUIRÓS: Puede que no lo hagan, pero igual no desaparecen.
SBDAR: Como yo lo veo, el empresario pyme hace el cambio de verdad cuando ve resultados. Voy a dar un ejemplo autorreferencial: en MateriaBiz tenemos 14 sedes en todo el país; pero, ahora, estamos saliendo con un camión que armamos con la gente de River Plate, con quienes trabajamos el año pasado.
Con ese camión, vamos a la plaza principal de un pueblo, nos instalamos ahí y hacemos una jornada completa de clínicas para pymes, donde hacemos diagnósticos personales. Yo tendía a tener una forma de dirigir muy personalista y, en algún momento, por razones personales, me vi forzado a hacer un clic, y delegar. -Un cambio forzado.
SBDAR: Esta idea del camión, aprovechando la palanca que es River, que llega a todos lados y que tiene semejante capacidad de tracción, no fue una idea mía, fue una idea que salió de un grupo de gente. Una idea excelente.
QUIRÓS: Pero, además, está el tema de lo que va surgiendo día a día cuando varias personas van elaborando una tarea conjunta, esa evolución que se va formando en cada uno, producto de la tarea común. Yo he visto a un tipo que fue gerente general de una de las empresas que nosotros tenemos como clientes, que se fue y regresó a los tres años, como consultor. Pero lo que se perdió en ese período fue impresionante, porque el crecimiento que te genera un “cerebro organizacional” en comparación con toda la lucidez de una sola persona, es muy grande.