Una profunda revisión
Una crisis con caída de ventas y aumentos de precios, como la de 2018, exige hacer una profunda revisión de los gastos, intentando ser más eficientes puertas adentro de la empresa. Puntualmente, esto significa: evitar los gastos superfluos que no generan un valor agregado perceptible para el cliente, optimizar los recursos existentes y encarar mejoras de la organización y sus procesos.
Pero hay que tener cuidado, por ejemplo, al definir qué rubros se incluyen bajo la denominación de “gastos superfluos”. La publicidad a bajo costo no lo es y puede resultar una ventaja muy significativa.
Por el lado de la política de precios mi sugerencia pasa por ajustarlos con cautela. Si bien ante la desesperación muchas veces los empresarios intentan recuperar rentabilidad castigando los precios, eso puede jugar en contra, trayendo como resultado una caída aún mayor de las ventas. Opino que se deben enfocar las energías en vender mejor, en lugar de vender más. Esto es, prestar mayor atención al mix de productos, en relación a la rentabilidad que cada uno aporta a la compañía.