Internet desde los enchufes.
Un adaptador Powerline usa los cables de electricidad para distribuir Internet.
Los adaptadores PLC –o adaptadores Powerline– son pequeños dispositivos que permiten crear una red WiFi en áreas adonde la señal del router no llega o es muy débil. Pero lo más interesante de estos equipos es que, para crear esa red inalámbrica, la tecnología PLC (Power Line Communications) utiliza el cableado eléctrico del edificio para ampliar las capacidades de la red Wi-Fi existente. Obviamente no hace magia: es necesario tener un servicio contratado de Internet y un router, ya que será esa misma señal la que extenderá a otros ambientes.
Sin embargo, hay adaptadores PLC de diversos tipos: algunos tienen conexión mediante Ethernet y otros tienen acceso Wi-Fi. Además, difieren en la velocidad de conexión que brindan.
No obstante, todos tienen una instalación muy sencilla, que no requiere de conocimientos específicos: simplemente hay que conectar un adaptador PLC a un tomacorriente que esté cerca del router y enlazar ambos dispositivos mediante un cable Ethernet. Luego, en cualquier tomacorriente del espacio en el que se necesita señal de Internet, hay que enchufar un segundo adaptador PLC. Y conectarlo mediante un cable Ethernet al dispositivo que necesita ser conectado a Internet.
Si se usan los adaptadores PLC que tienen “Wi-Fi integrado”, no es necesario hacer estas conexiones mediante cable.
De esta forma se obtiene una conexión a Internet –generalmente más rápida que la de una red WiFi tradicional– para notebooks, smartphones, tablets y cualquier otro dispositivo que pueda conectarse a una red inalámbrica.
Un detalle importante a tener en cuenta al adquirir adaptadores
PLC es la velocidad de conexión que ofrecen: hay modelos desde
200 Mbps hasta 2.000 Mbps, que son los más caros. En general, el número que acompaña el nombre del modelo de adaptador PLC corresponde a la velocidad de transmisión de datos, medida en Mbps.
También es importante verificar que los adaptadores incluyan un enchufe, para poder conectarlos cómodamente. Y es deseable que dispongan de encriptación de datos (128-bit AES, como mínimo) para que la red siga siendo segura. Además, algunos modelos tienen una aplicación móvil o un software propio para configuración.