Nuevas formas de dinero plástico.
Lo que era el antiguo dinero plástico está disponible en todo tipo de formato. Para no pocos emprendedores, resultan soluciones más sencillas y accesibles. Pero también los obliga a estar alertas para elegir el mejor servicio.
El convulsionado mundo de los pagos digitales, en el que se mezclan avances tecnológicos con cambios regulatorios y nuevos jugadores, sugiere a los comerciantes analizar muy bien antes de contratar un adquirente de tarjetas. Así, suceden cosas como que la AFIP obliga a recibir pagos con tarjetas de débito, pero en muchos casos eso puede ser gratuito; o que los aranceles de descuento a los comercios estén regulados, por lo que la diferencia entre una empresa y otra es sólo en el servicio y no en el precio; o que existan promociones en forma permanente, por lo que no suene mal saltar de un proveedor a otro buscando aquel que se ajuste a las necesidades.
“Las empresas siempre están tratando de tentarte con alguna promoción. Y si alguna saca una herramienta superior a la que estamos usando, hay que escuchar y evaluar”, señaló Damian Ruiz, gerente comercial de Baby Company, una cadena de artículos para bebés con ocho locales propios (más otros 23 franquiciados) que utiliza los servicios de Prisma para las ventas físicas y telefónicas, a lo que suma Mercado Pago para las ventas vía Web.
“Actualmente, usamos terminales LaPos, el gateway de pagos Decidir y la venta telefónica mediante LaPos Web. También tenemos planes de financiación en cuotas con Visa y MasterCard. Con Prisma, usamos distintas modalidades teniendo en cuenta el constante crecimiento de la venta ‘no presente’. La falta de alguna de ellas nos dejaría fuera del mercado”, aseguró Ruiz. El gateway cumple en las compras virtuales la misma función que una terminal POS cumple en el comercio físico.
La desregulación del mercado de adquirencia de tarjetas (el servicio que se le presta a los comercios para procesar las operaciones con dinero plástico) iniciada en los últimos años rompió con el escenario tradicional con dos adquirentes, Prisma y First Data, que comercializaban respectivamente Visa y MasterCard. A partir de allí, nació la multiadquirencia, en la que una sola empresa puede proveer de servicios de todas las tarjetas. Se estima que en la Argentina funcionan 120 tarjetas. Visa, MasterCard, American Express, Naranja, Cabal y todas las demás pueden ser comercializadas por un único proveedor.
Los cambios se completaron con la obligación impuesta a los bancos por Defensa de la Competencia de vender sus acciones en Prisma para evitar una posición dominante en el mercado y la fijación de tasas y aranceles que reduzcan los costos e incentiven a nuevas empresas a competir en este negocio. Y con un dato del mercado: junto a la clásica competencia entre Prisma y First Data, se consolidó en escena Mercado Pago, que no es adquirente sino “agrupador” de los pagos que procesan las otras dos.
COSTOS
¿Qué costos debe mirar el comerciante cada vez que recibe un pago con tarjeta? En Increase, empresa que ofrece soluciones para esas operaciones, dividen los costos en recuperables y no recuperables. Los primeros son impositivos: retenciones de IVA, Ingresos Brutos (3% promedio), Ganancias e Impuesto al cheque (0,6%). Entre los que no se recuperan, aparecen el arancel de 2,15% para las tarjetas de crédito y de 1,1% para las de débito, establecido por la regulación, y los costos financieros por el otorgamiento de cuotas, las promociones y la inmovilización del dinero según el plazo de acreditación. En el caso de Mercado Pago, el arancel es de 5,49% para crédito y 3,49% para débito si se desea la acreditación inmediata del dinero y va decreciendo hasta llegar a 0% si se acepta la acreditación a los 60 días.
Todos estos costos, incluyendo la propia terminal POS, están cruzados
bonificaciones. “Para una micropyme que quiere vender con débito, la terminal es gratis por dos años y la tasa de descuento es cero. Es una forma de generar inclusión y habitualidad en el uso de los pagos digitales. Nuestros clientes están en los dos lados, tanto en el que tiene la tarjeta como en el comercio”, dijo Agustín Parodi, gerente de Productos y Soluciones de Prisma, quien asegura: “Todo el tiempo tenemos promociones”.
El costo fijo de la terminal arranca desde $ 400, incluyendo extras como el pago de servicios, que genera circulación de público en el comercio. O la conversión de monedas, para aquellos que reciben clientes extranjeros. CentralPos permite ver la conciliación de las ventas para saber cuándo se acredita el dinero y evitar descubiertos. “Buscamos diferenciarnos con servicio, porque las tasas están reguladas”, asegura Parodi.
“Lo que más pesa en el cobro con tarjetas es el arancel; los plazos de acreditación se pueden ajustar”, dice Rosario Vouillat. Su tienda de decoración y muebles, Vuillt Home, funciona en Colegiales desde 2014 y hace el
90% de sus ventas con tarjetas, incluyendo una incipiente venta online. “Cada vez hay menos ventas en cash, aun por montos chicos. No vender con tarjeta no es una opción; mi rubro no lo permite”, asegura.
Para aceptar todas las tarjetas utiliza una única terminal provista por First Data, por la que paga $ 900 mensuales. A eso agrega el servicio de Increase. “El costo más alto siempre está en los impuestos, que se llevan un 30% de las ventas. Por eso es importante saber cuánto te va a entrar en cada venta con tarjeta una vez hechos los descuentos. Tener esa información es fundamental para saber cuándo llega el dinero a mi cuenta y así hacer mis pagos a los proveedores sin pagar el costo del descubierto. Armo una planificación semanal con esos datos”, explicó Vouillat.
Mercado Pago reemplaza la terminal con un pequeño dispositivo que se enchufa a un celular para deslizar la tarjeta, que cuesta $ 100 pero suele bonificarse. Tampoco cobra arancel en las compras con tarjeta de débito. ¿Hasta cuándo durarán esos beneficios? “Hay que generar hábitos tanto en el comprador como en el vendedor, son soluciones nuevas. En algún momento, que por ahora no tenemos definido, comenzará a tener aranceles que probablemente se acerquen a los de procesamiento”, asegura Jonathan Stern, gerente comercial de Mercado Pago Argentina. Además de la flexibilidad para recibir los fondos, el comerciante que usa Mercado Pago comienza a construir un historial crediticio que le permite acceder a préstamos de capital de trabajo.
“No tengo más cuenta bancaria. Mercado Pago me solucionó la vida y me manejo sólo con eso desde hace dos años”, explica Gastón Morchetto, dueño de Delfi Pet Shop, una veterinaria que funciona hace 17 años en el barrio de Belgrano y supo tener el servicio de LaPos y cuenta en varios bancos. Pero ahora, 50% de su factupor
ración llega vía tarjetas, un porcentaje que no deja de crecer, al igual que los pagos con código QR.
“Los bancos siempre dan vueltas para abrir una cuenta y te piden que vayas personalmente. Eliminé de mi negocio todos esos trámites. Es cierto que Mercado Pago te cobra unos puntos más caro, pero todo se hace por la Web, más rápido y fácil. Incluso utilizo la cuenta de Mercado Pago para pagarle a mis proveedores”, explicó.
Morchetto tiene instalado el servicio Point de Mercado Pago con cuatro dispositivos conectados a cuatro teléfonos celulares. Con esos equipos, cubre los cobros tanto en el local como en el delivery de sus productos y servicios. “A veces enviamos al cliente un link de Mercado Pago por Whatsapp para que pague. Después chequeamos por la Web y listo.”
En cada operación cobrada con tarjeta, hay cuatro vías por las cuales el comerciante puede afrontar costos: el arancel, los impuestos, el costo financiero que surge del plazo de acreditación y los contracargos, tales como operaciones desconocidas por el cliente o devoluciones del producto. La buena información sobre esos cuatro factores ayudará a reducir esos costos.
“Unificamos la información en un solo lenguaje, para que el comerciante sepa cuánto se cobra y cuánto se descuenta. Todo se puede ver en una única pantalla, que se actualiza en forma permanente. Nuestro servicio evita que, por ejemplo, si un comerciante tiene cinco locales y dos terminales en cada uno de ellos, tenga que buscar esa información en 10 lugares diferentes. Y le permite recuperar los costos al máximo posible”, explica el CEO de Increase, Sebastián Cadenas.
El servicio de Increase tiene un costo de $ 340 mensuales por cada terminal y se contrata online. Ya funciona en 25.000 comercios, en su mayoría minoristas, aunque también lo contratan cadenas como Farmacity o Shell. Según Cadenas, la clave pasa por ofrecer una interfase sencilla para que el comercio conozca su flujo de ingresos minuto a minuto. Un servicio agregado facilita además la conciliación de los cobros con las cuentas bancarias.
Desde el mostrador de Baterías Ferrari, el negocio que su familia fundó hace 40 años en Adrogué, Ariel Ferrari asegura que no recuerda épocas sin ofrecer pago con tarjetas, incluyendo los viejos tiempos de los cupones con carbónico que se presionaban sobre la tarjeta. En su local y su página web (“un local más”) se puede pagar con tarjeta de crédito o débito mediante una terminal LaPos (con un costo mensual de $ 1.200) y con QR vía Mercado Pago.
“Lo fundamental es que la falta de un medio de pago no frustre una venta. Por eso conviene tener todo. Incluso mantenemos el precio en la venta online, aunque gane 4 ó 5% menos.
Pero quiero mantener ese canal. Hace un año incorporamos Mercado Pago, que tiene su propio costo, más alto que el de la tarjeta. Preferimos absorberlo y ofrecer una vía de pago más. Además, está ofreciendo promociones con tarjetas”, explicó Ferrari.
Si hay que elegir entre plazos de acreditación más breves o descuentos más chicos, Ferrari no duda: “Lo primero que miro son los descuentos. Si me acreditan una venta a los 20 días, no me preocupa tanto lo que pierdo por la inflación, estoy más atento a los costos, tanto de aranceles como de impuestos. Tengo el servicio de Increase, que permite proyectar esos descuentos y saber cuánto dinero me va a ingresar después de estos gastos intangibles. Sin esa información, quedaríamos ciegos”.
El panorama se completa con los pagos QR, que Mercado Pago ya habilitó en 200.000 comercios de todo el país, impulsado con campañas de fuertes descuentos.
“Si un comerciante cobra con QR, paga 2,15%, que es el mismo costo del procesamiento con las tarjetas. No paga ningún cargo adicional, ni alquiler ni costo de una terminal, con el mismo plazo de acreditación que las tarjetas. Y con una ventaja adicional: si cobra con débito va a recibir los fondos en el momento con costo cero, sin el 1% que autoriza el Banco Central a las tarjetas”, dijo Stern. Y destaca que el pago con QR mejora la experiencia del cliente, abreviando el tiempo de pago. Las estaciones de servicio han tenido buen resultado en ese sentido.
Todos los protagonistas del mercado esperan que, más temprano que tarde, lleguen más competidores. Tanto en Prisma como en Mercado Pago, destacan el caso de Brasil, donde la multiadquirencia hace que hoy existan casi una decena de competidores, con más ofertas, aranceles más bajos y especialización en nichos del mercado, en particular en el e-commerce.
Desde el lado de los comercios, se marca la paradoja de estar habituados a pelear un 3 ó 4% del precio de un producto con un proveedor y, a la vez, no tener el mismo rigor para controlar que un porcentaje así pueda llegar o irse de la mano de los descuentos y las promociones de los medios de pago.
La inflación y las tasas altas obligan a evaluar, ya que una mala decisión en los medios de pago puede llevarse parte de la ganancia.
Mientras llegan nuevas ofertas, ya que la tecnología no se detiene, la opción de pagar con tarjeta no puede quedar afuera de ningún mostrador. Y de ninguna pantalla.