¿Qué es la IA?
La Inteligencia Artificial consiste en la combinación de algoritmos con el fin de crear máquinas con las mismas capacidades que el ser humano. Los expertos Stuart Russell y Peter Norvig diferencian varios tipos de IA:
Sistemas que piensan como humanos: automatizan actividades como toma de decisiones, resolución de problemas y aprendizaje. Por ejemplo, las redes neuronales artificiales.
Sistemas que actúan como humanos: computadoras que hacen tareas de forma similar a como lo hacen las personas. Por ejemplo, los robots.
Sistemas que piensan racionalmente: intentan imitar el pensamiento lógico de los seres humanos. Los sistemas expertos pertenecen a este tipo.
Sistemas que actúan racionalmente: tratan de imitar el comportamiento humano racional. Por ejemplo, los agentes inteligentes.
Entre los principales ejemplos de aplicaciones de IA están la autenticación facial de los dispositivos móviles, los asistentes personales virtuales como Siri, Alexa o Cortana, y las apps para aprendizaje de idiomas, entre muchos otros. En pocos años, es probable que todos los sectores la utilicen para alguna función. El financiero podrá usarla para detectar fraudes, predecir patrones de mercado y sugerir operaciones a sus clientes. En educación, permitirá saber si un estudiante está a punto de cancelar su registro, sugerir nuevos cursos o crear ofertas personalizadas.
En salud, ya se usan chatbots (robots que chatean) para analizar síntomas y realizar un diagnóstico, además de generar patrones que ayudan a identificar los factores genéticos de alguna enfermedad. En el sector agrícola, la IA permitirá hacer análisis para mejorar rendimientos y predecir impactos ambientales adversos.
En logística será muy útil para evitar atascos y optimizar el tráfico.
En el área comercial habilitará los pronósticos de ventas, la creación de recomendaciones personalizadas y el análisis de productos para determinar si tendrán éxito, incluso antes de su lanzamiento.