Encuentro de ADIRAS.
Un seminario de Adiras permitió que dueños de cuatro pymes nacionales comenten sus experiencias en materia de costos, innovación, branding y transformación digital.
Una mesa redonda con los dueños de empresas como Bayton Group, Adox, Bitex y Hausbrot es un desafío difícil de concretar y fue el plato fuerte del encuentro “¿Podemos ser competitivos?”, organizado por la Asociación de Directorios Asociados, o Adiras, a secas. Los empresarios comentaron sus experiencias en innovación, branding y transformación digital en sus caminos hacia la competitividad.
Allí se presentó el caso de Bayton Group: el grupo de empresas, especializado en recursos humanos y fundado en 1979, consolidó un proceso de regionalización a partir de “muchos de los pedidos de nuestros clientes que tienen sedes o casas centrales en países como Uruguay y Colombia”, según describió Ricardo Wachowicz, presidente del grupo. “Fue un proceso lento pero firme, que nos permitió abrir nuevos horizontes”, agregó.
Si bien no reniega de su origen argentino, Wachowicz señaló que hoy la organización se define como “multilatina”. En su exposición, Wachowicz puso el acento sobre los costos laborales: “Son muy altos para el empresariado, y la legislación permite la industria del juicio, la cual no hay pyme que soporte, y eso está generando un quebranto en la sociedad”.
El empresario aseguró que los convenios colectivos que regulan las relaciones laborales “son muy antiguos y no dan lugar a los nuevos mecanismos de trabajo que impulsa la sociedad moderna”, lo que agrega “un nuevo obstáculo a los ya mencionados elevados costos laborales”.
En ese sentido, aseguró “El marco regulatorio en los países de la región está más aggiornado a las nuevas demandas del mercado” y resaltó la importancia de rafiticar la Convención N° 181 de la OIT, que regula a las empresas privadas de empleo y disminuye los niveles de informalidad relacionados con el trabajo temporario.
“Necesitamos una transformación como la que se está produciendo en Brasil. Si la Argentina no lo hace va a quedar relegada, quedará retrasada en el tiempo. No se trata de una modernización en lo cultural, sino en el modo de pensar y de transformar el país”, concluyó Wachowicz.
Javier Viqueira, presidente de Adox, se focalizó en la importancia de la innovación. El empresario, dos veces finalista del Premio PYME Innovadora (ver nota aparte en esta misma edición) contó que en 2004 se convirtieron en una pyme industrial y a partir de 2009 utilizaron la innovación incremental. “Ésa fue la base de nuestro desarrollo hasta 2013, cuando pasamos a la innovación disruptiva”, agregó. “Nos basamos en alianzas estratégicas y convenios de colaboración con el sistema académico y científico nacional”, apuntó Viqueira. Y destacó los vínculos establecidos con la UBA, la Universidad Nacional de San Martín, la Universidad Nacional de Entre Ríos y con institutos como el INTI, el INTA o el Conicet.
Otras innovaciones fueron el semáforo inteligente para no videntes
(en colaboración con el gobierno de CABA y una ONG especializada en el tema) y un electroporador para quimioterapia (con investigadores de las facultades de Ciencias Exactas, Veterinaria y Medicina de la UBA). A la vez, esa actitud innovadora se
tradujo en un crecimiento de la organización, que hoy cuenta con instalaciones de más de 10.000 metros cuadrados en su sede de la localidad bonaerense de Ituzaingó.
NACIDOS DIGITALES
Bitex, proveedora de servicios financieros fundada en 2014, proporciona infraestructura tecnológica para que terceros puedan acceder al Blockchain de Bitcoin.
“Construimos nuestra propia red de liquidez y también nos asociamos con otras compañías para llegar a más de 55 países alrededor del mundo, donde podemos ofrecer un servicio de alto valor a nuestros clientes”, describió su titular, Eduardo del Pino. “Somos la primera compañía a nivel mundial que conecta un banco a la red de Bitcoin y les permite utilizar una alternativa a la red Swift para pagos transfronterizos”, agregó.
Su charla estuvo enfocada en el desafío de desarrollar una pyme digital en el país, en particular en el marco del universo financiero.
“Se trata de un mercado desregulado, para el cual nuestra solución de custodia segura permite resguardar los bitcoins: aportamos experiencia y seguridad para que la sociedad pueda administrar estos nuevos activos”. La seguridad, subrayó, es un valor clave: “Todos los fondos son resguardados en ‘frío’, fuera de línea, y es necesario que múltiples personas firmen la transacción para poder moverlos”.
Otros servicios que brinda la entidad son transferencias internacionales, intercambio local de criptomo
“Los costos laborales son muy altos y la legislación permite la ‘industria del juicio’; no hay pyme que lo soporte. Eso está generando un quebranto social.”
nedas y puntos de venta para cobro en operaciones con bitcoins. “Nuestra solución de transferencias internacionales conecta cuentas bancarias locales en moneda local entre sí, de forma que se evita utilizar corresponsales bancarios al momento de realizar estos pagos, sumando rapidez, agilidad y transparencia”, describió Del Pino. Entre los beneficios de los servicios prestados por Bitex respecto de la oferta tradicional, el directivo destacó la inexistencia de montos mínimos, la ausencia de intermediarios, la trazabilidad (todas las partes involucradas pueden públicamente verificar el estado de una transacción) y la capacidad de realizar pagos simultáneos en una única transferencia.
“Tenemos una población joven que cada vez más trabaja de manera remota”, definió Del Pino a la hora de explicar las perspectivas de su negocio.
“Hay un cambio de paradigma en la innovación: se pasó de la innovación incremental como base de desarrollo a la innovación disruptiva.”
CONSUMIDORES
Una de las claves para mantenerse competitivos es observar el comportamiento del consumidor. En ese sentido, Hausbrot puede considerarse una adelantada: cuando inauguró su primer local en 1988, con su propuesta de alimentos basados en harina 100% integral, la idea de “lo saludable” en términos de alimentación no estaba arraigada en la sociedad.
El desafío, por lo tanto, “fue hacer docencia en los locales acerca del significado y beneficios de la alimentación a base de cereales integrales y de productos y producción orgánica, romper con el paradigma que lo sano es feo y salir del prejuicio de que nuestras propuestas son caras”, señaló Mario Schneider, presidente de la compañía, al tiempo que puntualizó que muchos de esos retos que había cuando empezaron, continúan vigentes hasta la fecha.
Los resultados acompañaron la propuesta: en la actualidad Hausbrot emplea a 123 personas de manera directa y da trabajo a otras 80 de manera indirecta, por el sistema de franquicias. Tiene 34 locales (15 propios), una planta de 2.500 metros cuadrados en Victoria, provincia de Buenos Aires (inaugurada en 2012), una planta de elaboración en Estados Unidos, un campo de más de 1.400 hectáreas en Tres Arroyos (“con certificación full organic”, destacó Schneider) y una facturación anual estimada que ronda los $ 200 millones.
Los objetivos de crecimiento trazados para el período 2018-2023 están en pleno avance: se desarrollaron nuevos canales de venta, se creó el Hausbrot Organic Market y se avanzó, subrayó el empresario, con las certificaciones orgánicas.
La compañía apunta ahora a exportar y a incrementar el número de sucursales, siempre teniendo en mente que una de las funciones de la empresa es “difundir las cualidades nutritivas, preventivas y terapéuticas de nuestros alimentos”, según concluyó Schneider.