DAFILM Preparando el terreno a la tercera generación
Dalfilm es una empresa dedicada a procesar y proveer al mercado películas simples y compuestas, dirigidas a las industrias de los envases flexibles y la industria de los plásticos. Está cumpliendo 30 años en el mercado. La empresa, que tuvo sus comienzos en el barrio porteño de Flores, hoy tiene su propia planta ubicada en el Parque Industrial de Pilar. Cuenta con 26 empleados, va por su segunda generación y ya está pensando en sumar a la tercera. “Vamos a recibirla con los brazos abiertos”, dice Andrés Gerzenstein, hijo del fundador, e ingeniero en Organización Industrial de la Universidad Argentina de la Empresa, que trabaja junto a su padre desde el año 2000.
La producción de Dafilm, películas plásticas y laminados, es utilizada en las industrias farmacéutica y alimentaria. También, fabrican multilaminados autoadhesivos para la fabricación de etiquetas.
Su fundador es Héctor Daniel Gerzenstein, ingeniero industrial recibido de la Universidad de Buenos Aires, quien junto a su mujer, Norma Tesselman, se dedicaban a la venta de películas de polipropileno biorientado. Pero desde el principio, el matrimonio se interesó en la industria de los envases flexibles y plásticos. Hoy, Norma Teselman es directora de Finanzas de la empresa.
Después, fueron incorporando las primeras máquinas, y las películas de PVC, que los llevó a alquilar un galpón más amplio. Fue recién cuando llegó la segunda generación, compuesta por Nicolás y Andrés, sus hijos, que el negocio terminó de expandirse. Nicolás se convirtió en el director técnico de Desarrollo, y Andrés ocupa el cargo de gerente general y director comercial.
“Héctor, mi padre, arrancó alquilando una oficina y un depósito en el barrio de Flores, y al cabo de 30 años, hoy estamos en un predio propio en el
Parque Industrial de Pilar, en una construcción de 3.500 metros cuadrados que estrenamos en abril del 2018”, cuenta Andrés Gerzenstein, el hijo mayor. “Lo pudimos hacer con capitales propios, y a lo largo de este tiempo contamos con 56 empleados y tenemos instalaciones donde fabricamos materiales barreras para la industria de los laboratorios, hacemos laminaciones que le dan diferentes protecciones, de acuerdo con la droga que va protegida en cada blíster, ya sea para rayos ultravioleta, patologeno, oxigeno o el ambiente que puede dañarlos”.
Dalfilm tiene entre sus principales clientes a los productores de medicamentos y alimentos. Desde el año 1996 está certificada bajo normas ISO 9000. Además, cuenta con un laboratorio propio para realizar investigaciones especificas, y desarrollar los productos, con una facturación anual de $ 450 millones.
“Siendo una pyme familiar, logramos competir con multinacionales europeas, australianas y norteamericanas”, agrega Andrés.
Lograr ser competitivos fue el fruto de un arduo trabajo que, según cuenta , fue puertas adentro de la compañía. “Todo es desarrollo, y know how propio. Trabajamos mis padres, y mi hermano en la empresa”.
La bienvenida de la tercera generación, no es casual, los hace pensar en comenzar a desarrollar un protocolo familiar. “Lo vamos a hacer para poder darle continuidad a la empresa”, comenta Gerzenstein, que realizó un MBA en la Universidad Austral donde abordó el tema del traspaso generacional. “Lo vamos a hacer porque no queremos que los egos puedan dinamitar todo lo que se construyó. El protocolo es tema que abordamos a menudo, y está sobre la mesa comenzarlo”.
Además, agregó: “Hoy, somos primera y segunda generación trabajnado juntas. Mi hijo, Matías, que cumplió 17 años, está próximo a terminar el secundario, y lo estamos esperando con los brazos abiertos, para que venga a trabajar con nosotros. Hoy, como toda empresa argentina, estamos preocupados pero esperando pasar este momento complicado. Este año, estamos exportando muy poco, porque nuestro mercado está en el mercado interno, pero esperamos poder hacerlo el año que viene, cuando vamos a estar participando en exposiciones de Sao Pablo, para poder expandir nuestro negocio, y empezar a exportar productos de valor agregado que hoy estamos vendiendo en la Argentina”, dice Andrés.