Liliana Gary InvGate
Trabajó de abogada en empresas, hasta que en 2014 su ex le pidió que tomara las riendas para expandir el emprendimiento familiar que habían fundado 11 años atrás. Hoy venden servicios en 40 países y tienen oficinas en Buenos Aires, México y Estados Unidos
Participó del diseño, la fundación y la financiación de InvGate. Pero Liliana Gary (43) recién comenzó a trabajar en la empresa 11 años más tarde cuando Ariel Gesto, su ex esposo, le pidió que ocupase la gerencia general.
Abogada, egresada de la Universidad de Buenos Aires con diploma de honor y con dos maestrías, una en Regulación Económica y otra en Derecho Corporativo, Gary trabajó asesorando legalmente y armando contratos societarios en América Latina Logística (ALL), una empresa brasileña de ferrocarriles de carga. “Éramos 25 mujeres entre 1.200 hombres. Siempre trabajé en empresas bastante masculinas; mi primer trabajo fue en una compañía de navegación. Fueron ambientes muy machistas, pero creo que esto cristalizó también mi forma de trabajar, porque más de una vez me han dicho que tengo una forma de trabajar muy masculina”, dice entre risas.
Se acercó a la gestión de los negocios cuando entró a trabajar en Close Up International, una empresa de marketing farmacéutico; fue en esta etapa en la que, cuenta, adquirió las herramientas de gestión que le permitieron ocupar roles más generalistas y la acercaron a su rol actual. En Close Up fue rotando por diferentes áreas y sumando experiencia; en esa época hizo un MBA en la Universidad Di Tella. “Necesitaba sacarme el estereotipo de la abogada que no conoce de números; quería afianzarme más en roles de gestión”, cuenta.
Por entonces estaba casada con Gesto, ingeniero en sistemas, quien en 2005 lanzó InvGate, una herramienta de gestión que permite administrar los activos de hardware y software y optimizar el uso de la infraestructura de Tecnología de la información (TI). Gary participó activamente en aquella etapa: lo apoyó financieramente y lo asesoró en la creación y desarrollo del negocio.
“Mi jornada laboral era de 18 horas diarias. Tenía mi trabajo en Close
Up, que de por sí era muy desafiante e implicaba viajar constantemente, y en mi tiempo libre trabajaba en este proyecto de Ariel, que al fin y al cabo era un proyecto familiar”, explica.
Aunque ya no están juntos como pareja, Gary rescata el hecho de haber tenido siempre una relación profesional muy sólida. “Si se quiere, logramos una sociedad más fuerte que la matrimonial y que, no muy habitual, sobrevivió a la separación”, dice.
Llevaban ya un año separados como pareja, en 2014, cuando Gesto le pidió que se incorporara a InvGaste para ocupar la gerencia general del negocio. “El grado de evolución de la empresa empezó a exigir más de las habili
“Tuve un jefe que hasta se atrevió a cuestionar que no fuera a un gimnasio. Estos comentarios me endurecieron. La forma en que vas vestida no es un tema de conversación si sos un hombre.”
dades que yo había desarrollado en mi carrera profesional. Ambos compartimos la misma visión e intereses, nos respetamos, tenemos un diálogo muy desarrollado y por supuesto mucha confianza. Así que finalmente no es tan sorprendente que haya pensado en mí para ocupar ese lugar”, reflexiona.
Seis años atrás, Gary estaba a cargo de la expansión de Close Up y, a la vez, el proyecto de InvGate entraba en esa misma etapa: Gary explica que Gesto, con un perfil más emprendedor, “no estaba capacitado para llevarlo a cabo”. Ella aceptó el desafío y ocupó el sillón de CEO, once años despúes, en la empresa que habían planificado juntos.
Cuando Gary tomó el control, trabajaban 12 personas. Hoy son 80, venden en más de 40 países, tienen sedes en Estados Unidos y México y el 70% de la facturación corresponde a los negocios que InvGate tiene en el exterior.
Toyota, Farmacity, Mercado Libre y Falabella son algunos de los más de 1.000 clientes. Sí, mil. ¿Y cuál fue el primero que confió en InvGate? ALL, aquella empresa brasileña en la que Gary dio sus primeros pasos como abogada y, claro, también como promotora del negocio familiar.
“Ariel y yo hicimos dos grandes cosas: InvGate y nuestra hija; son nuestras prioridades y el centro de nuestros intereses, decisiones y acciones”, concluye.