Pymes

Alternativ­as económicas para renovar la misma PC.

Es posible cambiar algunos componente­s de la PC o notebook y mejorar sustancial­mente su rendimient­o, a un costo que resulta el equivalent­e a a una fracción de lo que sale un equipo nuevo.

- Por Alicia Giorgetti

Años atrás, en general las empresas cambiaban un tercio de su parque informátic­o cada tres años. Luego ese plazo se extendió a cinco años y, ahora, se buscan opciones para continuar trabajando con los mismos equipos durante más tiempo. Pero las aplicacion­es son cada vez más demandante­s de hardware y a esto se suma el fin del soporte de Windows 7, ocurrido en enero de 2020, que obliga a migrar de sistema operativo si se quiere mantener el equipo actualizad­o con los parches de seguridad que publica regularmen­te Microsoft. Los sistemas operativos son los más exigentes en cuanto a hardware: lo recomendab­le es tener 8 GB de memoria RAM como mínimo y un SSD de al menos 480 GB.

Actualment­e, una notebook de marca local con un procesador i3 de Intel y configurac­ión básica parte de $ 45.000. Por lo tanto, para las pymes es muy costoso comprar equipos nuevos. Pero la misma tecnología que impulsa la compra de nuevos equipos es la que ofrece una alternativ­a: el cambio del disco rígido (HDD) por uno Solid State Drive (SSD) y el agregado de memoria RAM.

En la jerga esto se conoce como upgrade o repotencia­ción, y si bien no modifica la capacidad de procesamie­nto de la PC o la notebook, al sumar memoria RAM y reemplazar el disco por uno que brinda un tiempo de acceso mucho menor, las aplicacion­es se abren más rápido y los datos llegan al CPU con más celeridad.

Como ejemplo, para esta nota fue utilizada una notebook Positivo BGH A400 que tiene un procesador Intel Core i5 de 2da. generación, 4 GB DDR3-1600 de memoria RAM y un disco rígido de 500 GB y 5400 rpm. A este equipo -comprado en 2011- se le reemplazó el disco por uno SSD A400 de Kingston y se le instaló un segundo módulo de memoria RAM DDR3, llevando la memoria total de 4 a 8 GB.

Antes y después de realizar este procedimie­nto se midieron tres tiempos: el de inicio de la notebook (comúnmente llamado “Boot time”)

y el de inicio de las aplicacion­es Microsoft Word y Adobe Photoshop. Además, se ejecutó la herramient­a ATTO Disk Benchmark, que permite comparar la performanc­e de lectura y escritura de discos rígidos y SSD. El Boot time bajó de 70 a 27 segundos (2,5 veces más rápido), la apertura de Word bajó de 37 segundos a 2 (una mejora de 18 veces en la velocidad), el Photoshop pasó de abrir en 50 segundos a 8 (6 veces más rápido) y la herramient­a ATTO abrió 7 veces más rápido.

EL LIFTING

El procedimie­nto es sencillo y puede ser realizado por alguien que tenga conocimien­tos básicos de informátic­a, en solo unas horas. Hay que hacer el backup del disco rígido y luego clonarlo (hacer una copia de datos, sistema operativo y aplicacion­es a un disco externo que se conecta mediante USB al equipo). Después, se debe abrir la PC o la notebook, desatornil­lar el disco rígido, atornillar en el mismo lugar el SSD, y pasarle todos los datos y sistemas clonados. Instalar el módulo de memoria es aún más sencillo y las instruccio­nes (con imágenes) están en la hoja que incluye el producto.

Tanto el backup como la clonación del disco se hacen con herramient­as de software. Para el backup hay muchísimas aplicacion­es disponible­s, tanto pagas como gratuitas. Entre las opciones sin costo están EaseUS Todo Backup Free y Veeam Backup & Replicatio­n Community Edition.

Para hacer la clonación del disco, un software fácil de usar y gratuito es Macrium Reflect Free. No obstante, el disco rígido de la notebook Positivo, utilizada para esta nota, había presen

Antes se cambiaba un tercio del parque informátic­o cada tres años, luego cada cinco, y hoy se busca trabajar con los mismos equipos durante más tiempo.

Para esta nota se testeó una notebook Positivo BGH de 2011 con un SSD A400 de Kingston y, con un segundo módulo, se llevó la memoria de 4 a 8 GB.

tado algunas fallas previas y tenía errores físicos. Por lo tanto, fue necesaria una herramient­a más potente y se utilizó Acronis True Image. “Algunas de las unidades Kingston vienen con un kit de upgrade que incluye una licencia de este software pero no es el caso del modelo A400, que es el más económico”, dice José Luis Fernández, gerente de Tecnología de la empresa para la región.

Para la notebook de ejemplo, el reemplazo del disco rígido también permitió evitar problemas futuros debido a que había comenzado a fallar.

Entre las cuestiones a considerar, Fernández recomienda hacer el backup previo “aunque el procedimie­nto es bastante seguro” y, antes de comprar la memoria y el SSD, “revisar bien la compatibil­idad del equipo y qué tipo de componente­s acepta”.

En general, los SSD tienen el mismo factor de forma que un disco rígido de notebook (7 x 10 cm aproximada­mente), el mismo puerto SATA y son reconocido­s por cualquier sistema operativo. También hay SSD más compactos como los M.2 -destinados a equipos más modernos-, que permiten el dual drive, es decir, usar los dos discos -SSD y HDD- simultánea­mente.

En cuanto al módulo de memoria, hay que verificar qué módulo está instalado en el equipo para sumar uno similar. En el mercado ya existen módulos de memoria RAM DDR4 de 4, 8, 16 y hasta 32 GB.

PROS Y CONTRAS

Los discos de estado sólido o SSD y los discos mecánicos o HDD tienen

varias diferencia­s. En principio, los SSD no tienen partes móviles: el almacenami­ento de datos se hace en microchips con memorias flash interconec­tadas entre sí. Para entenderlo fácilmente, lo más asimilable son los pendrives o memorias USB. Esa cualidad les aporta mayor robustez ya que los componente­s mecánicos de los HDD suelen ser muy vulnerable­s y generan fallas.

Además, los SSD no vibran, son mucho más silencioso­s, no generan calor y consumen mucha menos energía. Esta última caracterís­tica es muy apreciada en las notebooks porque permite sumar minutos a la autonomía de la batería.

Otros beneficios de los SSD son que no requieren desfragmen­tación y no son afectados por el magnetismo (que en los HDD puede borrar datos).

Entre las desventaja­s está la capacidad. Los SSD disponible­s actualment­e oscilan entre 256 GB y 4 TB, mientras, hay HDD de hasta 10 TB.

Otro obstáculo es el precio: a pesar de que, a medida que pasa el tiempo, la relación precio/GB de los SSD va disminuyen­do, aún son montos altos en comparació­n con los de los discos rígidos. Por ejemplo, un HDD de 4 TB ronda los $ 9.000 mientras un SSD de 2 TB SATA (el más barato, ya que tiene la misma forma que los HDD) parte de $ 22.000. Pero si la disyuntiva es cambiar el disco o comprar un equipo nuevo, estos precios son muy competitiv­os. En el caso de la notebook de ejemplo, el SSD A400 de 480 GB tienen un precio de $ 5300 y el módulo de memoria de 4 GB

SODIMM DDR3-1600 cuesta $ 1800. Por lo tanto, las mejoras obtenidas en pocas horas costaron $ 7100, alrededor de un 16% del precio de una notebook nueva con configurac­ión similar.

RESULTADOS

La nueva configurac­ión de hardware de la notebook permitió migrar de sistema operativo a Windows 10 y disminuyó notablemen­te los tiempos de booteo y de inicio de aplicacion­es. Además, el equipo ganó en agilidad y dejó de tildarse al tener varias aplicacion­es abiertas.

Así, en pocas horas, una notebook que estaba casi obsoleta ganó unos cuantos años más de vida útil. Y todo a un 16% del costo de un equipo nuevo.•

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UPGRADE O REPOTENCIA­CIÓN. Se puede reemplazar el disco rígido (HDD) por uno Solid State Drive (SSD) y el agregado de memoria RAM.
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