Rotiserías que son espacios gourmet
Cuatro negocios porteños que combinan los aspectos clásicos del despacho de comidas, pero con chef propio. Algunos funcionan como boca de expendio de los restaurantes que le dieron origen. por MARIANA ROLANDI
Por qué estas rotiserías son diferentes a la que hace las milanesas con papas en cada barrio? Por el conocimiento y la experiencia de sus cocineros en restaurantes, hoteles y servicios de alta gama. Eso las vuelve particulares, con menúes gourmet o productos especiales.
Jornal para llevar, es el negocio independiente de rotisería gourmet y panadería propia -con productos elaborados a base de masa madreque pertenece al nuevo restaurante Jornal, ubicado en el barrio de Saavedra. Bajo la premisa de compartir en familia y con amigos, Lucas Villalba -dueño- y Martín Arrojo -chef- crearon una carta con platos y guarniciones para que el comensal de paso pueda llevar a casa elaboraciones que componen un almuerzo o una cena cuando no se quiere cocinar. Sí, se trata de una rotisería de barrio pero tiene la firma de un cocinero con mucha experiencia culinaria, con dedicación por reversionar los platos, combinar elementos que no es tan habitual que estén combinados, realizar una fusión de la
cocina criolla con sabores españoles, italianos, algunas cosas de Europa del Este para mostrar una cocina distinta. Hay un restaurante que la precede y de ahí también el arrastre del nivel de calidad de los productos.
Rëd Boutique pertenece al Hotel Madero y está comandada por el chef de su restaurante Rëd, Alejandro Bontempo. En 2014 luego de casi diez años de experiencia en el restaurante toma el mando del equipo de cocina del restaurante y de todo el hotel. “La boutique nace a partir de las consultas y pedidos de los clientes de Rëd Resto & Lounge. A partir de estas demandas es que nace la boutique”, cuenta Bontempo.
Daniele Pina, cocinero desde la adolescencia, hijo de dueño de restaurante, nacido en la Cerdeña y criado entre ollas, abrió en Buenos Aires hace ya varios años La Locanda. Hace 4 meses, se amplió con Il Due Briganti, sobre la calle Austria, en Barrio Norte, y multiplicó así toda la mano italiana que tiene su restaurante. “Hasta ahora se puede decir que ha tenido un rápido crecimiento. Hay un esfuerzo muy grande para ofrecer a los comensales opciones variadas y diferentes para cada día hacer crecer nuestro público”, cuenta Pina.
La Vuelta e invirtió con esfuerzo 2 millones de pesos hace pocos meses para abrir en la floreciente avenida Pedro Goyena de Caballito. La idea sí también fue tener una rotisería bien de barrio, con milanesas y puré, pero también mucho más cercana a un restaurante que las otras del mismo barrio y de otros. “Desde nuestros inicios, hemos ofrecido a los comensales productos de calidad y variedad en los platos para que pueda crearse una identidad y quieran regresar al lugar. Sin duda, nuestro crecimiento ha ido incrementando exponencialmente desde el momento de nuestro lanzamiento, y nos mantenemos en una curva ascendente”, cuenta Esteban Siderakis, socio de La Vuelta.•