Coronavirus: hoja de ruta
Equipo, caja, RRHH, mercado, clientes, proveedores, planeamiento y ejecución: una propuesta para armar la agenda para hacer frente a una crisis de la cual no hay antecedentes.
Los acontecimientos están pasando vertiginosamente y al empresario le cuesta tener claro las medidas a tomar. Por ello, creo que estructurar en estos 7 temas contribuye a tener mayor claridad.
1. Equipo pensante. La subjetividad de cada uno puede impulsarlo a mirar las cosas desde un solo ángulo. En la diversidad está la riqueza. Rodearse de su equipo de mayor confianza, no personal, sino profesional.
2. Caja. Excede los límites de este artículo, pero es obvio que cuidar la caja es clave, con todas las técnicas que hay al respecto, y estar permanentemente al tanto de las medidas que está tomando el gobierno para dar ayuda. Se está usando poco pero no es despreciable, la negociación con la gente misma para reducir los salarios. El principio de esto es que las leyes laborales que tenemos fueron diseñadas para mejorar la situación de los trabajadores, pero no previeron una situación de emergencia como la actual.
3. Recursos humanos. Asumiendo que esto pasará, como todo pasa, hay que cuidar a la gente. Porque es gente y porque es el recurso que sostiene a la empresa. No es solo ayudarles a hacer Home Office. Es también ser comprensivo y ayudarles en su circunstancia actual. Es probable que estén angustiados, que tengan dificultades para concentrarse, que no tengan todas las facilidades. Hay que ocuparse de cada uno de estos temas, ser comprensivo y dar apoyo.
4. Mercado y Clientes. Los clientes de uno están en el mismo escenario, con grandes dificultades. Estar en estrecha comunicación, tanto empresarial como personalmente, escuchar sus necesidades y transmitir la situación de uno ayudará a mantener la lealtad
5. Cadena de suministros. Toda empresa está inserta en una cadena logística. Mis proveedores son claves para seguir sosteniendo la operatividad. Y ellos dependen de nosotros y están pendientes de lo que hacemos. Al igual que con los clientes hay que mantener una fluida comunicación y ayudarles a que sobrevivan. Por razones humanas y de negocio.
6. Planeamiento y ejecución táctica y estratégica. La mayoría de las empresas tiene un comité de crisis, que es parte del círculo de confianza mencionado en el primer punto. Lo que he visto menos veces es un grupo de gente que piense un mes vista. Deben ser los que tengan mayor capacidad de anticipación y de análisis. Y encontrar la forma, con el equipo, de actuar velozmente, impulsándolos a actuar.
7. Cómo sigue todo cuando termine esto. En algún momento, quizás no hoy pero sí dentro de tiempo, empezar lo que llamo una nueva “visualización estratégica”: empezar a mirar, con ojos “de aprendiz” en qué mundo nos estaremos desenvolviendo. Qué cambió. Qué consumidores hemos perdido y cuáles podemos ganar. Qué hábitos tendrán. Qué puede haber pasado con la capacidad adquisitiva. Cómo quedó mi capacidad de aprovisionamiento.
Siempre se dice que el cambio es una constante. Esta crisis demuestra que a veces, también el cambio puede tomar la forma de un tsunami. Tenemos la oportunidad de sobrevivir y de aprovechar una nueva era. Si hacemos las cosas bien, un día miraremos para atrás y veremos que supimos entrar en ese nuevo mundo exitosamente.•