“El delivery pagó los sueldos”
Luciana Giordano hace 7 años es franquiciada Grandiet en Villa Mercedes (San Luis), con un local dentro de un supermercado Carrefour y el otro en el centro de la ciudad donde unas vallas impiden la circulación de autos. Dos situaciones bien distintas, en una misma ciudad.
-¿Cómo están funcionando tus locales?
-En el local del Carrefour la baja fue entre 10% a 15%, porque, en definitiva la gente sigue yendo a hacer sus compras al supermercado. En el caso del local del centro, las ventas cayeron un 50%; en tiempos normales en promedio recibimos a 60 personas; hoy, si por día entran 10 es mucho. Es que una particularidad que vivimos acá es que el centro está vallado, solo se puede entrar a pie, pero además la provincia de San Luis restringió la circulación por DNI.
-¿Qué hicieron?
-Lo primero que hicimos fue implementar el envío a domicilio, que para nosotros fue empezar a trabajar de un día para el otro de una manera muy distinta ya que, salvo algún caso puntual, no hacíamos entregas. Haciendo uso de las redes sociales y de la base de datos de clientes que teníamos, comenzamos a promocionar este nuevo servicio sin saber qué repercusión iba a tener. Y si bien las ventas no son las mismas, esto nos permitió pagar los sueldos de los seis empleados y los dos alquileres. Los repartos los está haciendo mi marido, que además es también dueño y como tal estaba dedicado a otro tipo de tareas. Pero necesitamos que la rueda siga girando.
-¿Hubo ayuda desde Grandiet?
-Al otro día del comienzo de la cuarentena recibimos una llamada personal del dueño, de Norman Schramm, con quien no hablamos frecuentemente salvo en las reuniones anuales. Nos trasmitió tranquilidad y ánimo para lucharla y nos estuvo contando un poco qué medidas estaba pensando. Económicamente, nos han reducido el 50% del valor del canon de publicidad y otros conceptos. La verdad es que ahora todo ayuda, además entiendo que requerimos de la publicidad para seguir vendiendo.