“Durante los 20 días que llevó la construcción de los hospitales los operarios durmieron en hoteles alojamiento, ya que eran los únicos abiertos en cada zona”.
navirus. En 2018, junto a su socio Facundo Castro, quien se dedicaba a asesorar a laboratorios medicinales, comenzaron a importar calzado de seguridad y antideslizante para bares y restaurantes. Se convirtieron en importadores y representantes de la marca brasileña “Sticky Shoes” y este año, pandemia mediante, comenzaron a ampliar la clientela hacia hospitales, clínicas, y todo tipo de industrias.
“El calzado tiene suela de caucho y una plantilla antimicrobiana que mantiene seco el pie. Se limpia fácilmente con lavandina y cumple con los requisitos de bioseguridad que están implementando las empresas a partir del coronavirus”, comenta Bick y detalla que al principio, importaban los pares desde Brasil y luego comenzaron a fabricar aquí algunos modelos (menos las plantillas) en talleres tercerizados.
“Antes de la pandemia vendíamos entre 700 y 1.500 pares por mes y ahora estamos en 2.500 mensuales. A medida que los locales gastronómicos van reabriendo, incorporan calzado de seguridad a sus protocolos, algo que en Brasil es obligatorio”, destaca el emprendedor. “No son aptos para la construcción pero sí para otro tipo de industrias -aclara-. Muchas clínicas y hospitales nos han comprado para su personal, y algunos laboratorios medicinales nos encargaron modelos personalizados con su logo para obsequiar a los médicos”.
El costo de cada par ronda los $2.700 y se comercializan online y en tiendas de uniformes de trabajo.
LUZ GERMICIDA
La empresa tecnológica Exo comenzó ensamblando y fabricando computadoras y tablets y, en los últimos años, fue incorporando dispositivos para energías renovables y telemedicina. Ante la situación generada por el coronavirus, la firma desarrolló