“La idea es abastecer en primer lugar al mercado provincial de salud y otro personal expuesto, y luego escalar la producción a nivel nacional e incluso exportar”.
Artificiales (ACRA) está siendo probado en el Hospital de Clínicas. “Este dispositivo permite que el médico regule el flujo de aire que le llega a cada paciente en forma independiente, por lo que puede ser usado por dos pacientes a la vez”, explica Guillermo Artana , director del laboratorio de Fluidodinámica de la Facultad de Ingeniería, donde se diseñó y desarrolló el dispositivo.
La firma de equipamiento médico Adox, junto a la cámara de industriales metalúrgicos Adimra diseñaron un sistema que permite adaptar rápidamente y a muy bajo costo los respiradores destinados a otros usos médicos para ser utilizados en la atención de pacientes con Covid-19 que necesitan ventilación mecánica.
“Aprovechando que los respiradores de anestesia tienen características similares a los de terapia y gracias a un proyecto colaborativo y sin fines de lucro, desarrollamos ciertos accesorios junto a una plataforma educativa que permitá convertir estos equipos en una alternativa provisoria técnicamente viable ante la emergencia sanitaria”, explica Javier Viqueira, titular de Adox. “Se trata de una solución adaptable a distintos equipos, cualquiera sea su marca o modelo, a un costo que no supera los $10.000”, asegura.
El proyecto ya cuenta con autorización de ANMAT (el organismo que regula alimentos y medicamentos), y los primeros 100 equipos, probados en laboratorios del INTI, fueron entregados en las provincias de Santa Fe, Tucumán y Buenos Aires.
Para expandir la técnica en todo el país, se desarrollaron videos tutoriales y soporte a distancia.
En cuanto a respiradores de alta complejidad, la firma cordobesa Tecme, una de las líderes globales del segmento, dejó de exportar sus equipos a 50 países y cuadruplicó su