Condesas Deco.
Paola Mengarelli fundó Condesas Deco en 2016, con una idea totalmente diferente a la que fue desarrollando y que ahora se potenció en estos meses de cuarentena. Había comenzado con un taller de tapicería, que fue mutando a un negocio de decoración.
“Comencé con mi primer producto textil en decoración, luego fui incorporando otros y comencé a reconocer aquellos que iban a perdurar en el tiempo y otros que ya no hacemos; es cuestión de ir renovándose”, cuenta hoy, desde su taller en el barrio de Palermo, donde el trabajo fue incrementándose de manera exponencial.
“Mucha gente que antes destinaba sus ingresos a la indumentaria o el auto, ahora se vuelca a redecorar su casa, reordenó sus prioridades. Yo venía trabajando con muchos clientes del interior, de modo que ya ya tenía armada la logística y el método de trabajo a distancia. Y con la cuarentena se incrementó mucho la demanda de clientes de la región metropolitana, con quienes también estoy trabajando de esta manera”, afirma.
El emprendimiento hoy da trabajo a nueve personas, pero en las primeras semanas de abril, los ingresos habían caído a cero. “Lo que hicimos fue tomar todos los retazos que habían quedado, los transformamos en fundas y salimos a venderlos de a tres por 1.000 pesos. Nos sirvió para promocionarnos en las redes, y de paso movimos un poco los ingresos. Comencé a publicar en algunos medios y nos empezaron a llamar desde Capital y el gran Buenos Aires”.
Cuenta que en poco tiempo se le abrió un tipo de público que no había antes de la cuarentena: quienes deben hacer reuniones virtuales desde su casa y buscan tanto asesoramiento y como nuevas ambientaciones. “La clave es que antes la casa era la prioridad número 15 para muchas personas que ahora la pusieron al tope de sus prioridades”.