Con dos IFE, crearon un novedoso dispenser
Dos hermanos de Posadas, especializados en plomería y soldaduras, destinaron su fondo de desempleo para comprar insumos y fabricar aparatos sanitizante para manos, tanto para hospitales como para locales chicos.
Los hermanos Leandro y Lisardo Martínez trabajan en el rubro de la construcción en la capital de Misiones, especializados en soldaduras, plomería y carpintería. Con las obras frenadas por la pandemia, los dos hermanos pasaron a ser beneficiarios del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), a los que decidieron dar otra clase de uso. Con los $20.000 de los dos IFE hicieron los pagos iniciales para comprar motores y transformadores para fabricar dispensers sanitizantes.
En realidad ese dinero no alcanzaba pero, cuenta Leandro, aprovecharon el Gobierno había prohibido a las empresas de servicios cortar los suministros por falta de pago y, durante un mes, desviaron el dinero de esas facturas al emprendimiento. Peso sobre peso, hicieron dos modelos de dispenser: uno con capacidad para 2.500 aspersiones, para lugares de alto tránsito como hospitales, bancos, colegios. Otro dispenser, más pequeño, fue diseñado para comercios, con capacidad de 500 aspersiones. También lanzaron una versión “manos libres” para los colectivos. Los dispenser fueron bautizados LAM (por “Los amigos de Misiones”).
Los equipos consisten en aparatos automáticos. Cuando la persona ingresa las manos se activa un sensor de movimientos y rocía alcohol concentrado al 70%. La carcaza es de acero inoxidable y el equipo es alimentado por un motor de 12 voltios, con una bomba que, junto con el sensor infrarrojo, se enchufan a la red eléctrica.
El precio de los dispenser arrancan desde $10.400. Para que resulten accesibles, explica Leandro, ellos mismos hacen la mayor cantidad posible de sus componente, para que puedan ser adquiridos desde instituciones hasta comercios de barrio. De todas maneras, aclara el menor de los hermanos, cada 4 ventas cerradas donan otro equipo a quién no tenga recursos para adquirirlo. Al cierre de la edición vendieron 8 equipos grandes, 8 pequeños y concretaron dos donaciones.
Mientras esperan que les salga un crédito del Ministerio de Industria de la provincia, los hermanos Martínez incorporaron al emprendimiento a Andrea Cardozo en la gestión y sumaron a una diseñadora gráfica, un contador y un encargado de logística. También están desarrollando marco repelente a base de citronella para combatir el dengue, ya que en Misiones abundan los casos. “Tenemos 11.000 infestados, por lo tanto, LAM va continuar trabajando y desarrollando productos para el cuidado de la salud, también en la Pospandemia”, asegura Leandro.
“También desarrollamos un marco repelente a base de citronella para combatir el dengue. Por lo tanto, LAM va continuar desarrollando productos”. Leandro Martínez
Recibido de Técnico Superior en Diseño Industrial en 2015, Sergio López comenzó a diseñar y producir en Salta equipos y objetos inclusivos para personas que padecen algún tipo de incapacidad motriz. Les puso como marca Cambiar TEC que, dice, es “cambiar la forma de ver a la discapacidad a través de la Tecnología”.
Lleva lanzados cuatro modelos de vehículos y tricicletas con tracción eléctrica delantera para sillas de ruedas. También diseñó escritorios de PC infantiles con un sistema de elevación, que permite que el niño pueda trabajar cómodamente desde su silla de ruedas, así como rampas para vehículos y sillas para senderismo de montaña.
Con ese bagaje, a partir de la pandemia López comenzó a producir antiparras hechas de acetato o recortes de radiografías, con marcos impresos en 3D; máscaras faciales y accesorios para el armado de máscaras faciales, en cascos o viseras. Pero López se detiene sobre todo frente a un prototipo de respirador mecánico que diseñó y que, asegura, se puede fabricar en 4 horas con materiales mecánicos comunes y el motor de un limpiaparabrisas.
Cada desarrollo, asegura, está pensado para que cualquier persona pueda arreglarlo (incluso fabricarlos). Por eso, aclara, utiliza materiales de fácil acceso y, fundamentalmente que no dependan de las importaciones, con excepción de los motores.
“Todos estos desarrollos se realizaron con capitales propios, en algunos casos con donaciones de botellas y radiografías que me fueron acercando vecinos. Los protectores se entregaron gratuitamente a personal de la salud y de seguridad”, cuenta López, quien se encarga personalmente de la venta de cada uno de sus desarrollos. Por ahora están concentradas en su Salta natal y Jujuy.
Además de su costado comercial, Cambiar TEC tiene uno solidario: aproximadamente un 25 % de los ingresos generados por cada venta se destina a la creación de otros productos que luego se donan y/o se comparten en Thingiverse, una plataforma de archivos digitales para la impresión3D, para que cualquier persona del mundo pueda replicarlos. Una moto ambulancia de rescate animal y una prótesis para perros son solo dos ejemplos de productos que realizó de manera solidaria.