La apertura de locales de ropa y accesorios
Tres casos de marcas de Capital y Gran Buenos Aires que permanecieron cerradas al público casi 100 días y ahora deben adaptarse a una nueva forma de trabajar.
Mientras que en el interior del país tuvieron mucho más aire, en la Ciudad de Buenos Aires y el conurbano bonaerense los locales de ropa y accesorios abrieron y volvieron a cerrar, quedando sin atención al público durante casi 100 días, La joyería Pandora comenzó por crear una app con un catálogo para crear una lista de productos y así preseleccionar las piezas, acelerando el proceso de compra. Le incluyeron juegos digitales para hacer más “divertida” la espera para entrar al local. Adentro del mismo los cuidados son extremos. Todas las piezas disponibles de joyería se limpian en forma constante. Y se repite el proceso en vidrios, ventanas y otros elementos, también en equipos como pantallas y teclados, iPads, teléfonos, impresoras y terminales de tarjetas de crédito y todas las áreas y superficies en las que estos artículos se encuentran.
“Limitamos la cantidad de personas en la tienda, colocamos marcas para indicar el espacio que se debe respetar en la fila para entrar a
las boutiques, y tienen en el piso stickers con una separación de un metro en filas, mostradores y otras áreas comunes”, explican desde la marca.
Para las tiendas Los Locos hubo un plan de supervivencia que incluyó suspensiones al personal, créditos tomados para el pago de los sueldos, negociación con los propietarios de los locales por los alquileres de los mismos, renegociación con los proveedores y suspensión del pago de servicios por tres meses. Más allá de estas medidas, lograron multiplicar por 20 las ventas on line. explica Nicolás Scolnic del equipo de Marketing de la marca. Abrieron 8 de sus locales y están trabajando con todas las medidas de seguridad necesarias para que no se acerquen las personas a menos de 1,5 metros, para que saniticen sus pies al entrar y sus manos. La ropa no puede ser tocada, excepto aquella que será llevada.
Mariana Toledano cuenta que la marca Lovely Denim, de indumentaria femenina, sobrevive con dificultades. Por empezar tuvieron que refinanciar todos los pagos que tenían pendientes y repactar los alquileres. “Fue muy difícil el primer mes hasta que nos fuimos organizando”, explica. Pero hubo una a favor: las ventas on line fueron muy buenas y eso les permitió pagar los sueldos e ir haciendo frente de a poco a los nuevos compromisos pactados. “Nuestro canal on line por suerte estaba muy desarrollado y eso nos ayudó a salir adelante rápidamente”, agrega Toledano.
Hoy solo están abiertos los locales de San Isidro y de Nordelta y por motivos de seguridad decidieron que la modalidad sea solo take away y que las clientas no puedan entrar al local a mirar la ropa. Tienen una mesita en la entrada con productos sanitizantes y es obligatorio el uso permanente del tapabocas y el uso del alcohol en gel antes y después de cada atención.•