Industrias Metalúrgicas Cestari Tolvas
Nindustrias Metalúrgicas Cestari, ubicada en Colón, provincia de Buenos Aires, se encamina hacia su centenario: fundada el 27 de agosto de 1927 por Andrés Cestari para dedicarse a la herrería artística, con los años se convirtió en una fabricante de maquinaria agrícola.“En los 1980 nos convertimos en la primera y hasta ahora única empresa local dedicada exclusivamente a las tolvas autodescargables”, indica Néstor Cestari, nieto del pionero y presidente de la empresa que tiene 70 empleados.
El monoproducto los obligó a ampliar mercados hacia el exterior para aprovechar la línea de producción en contratemporada de junio a octubre, cuando cae la demanda de los productores agropecuarios locales. Hoy exportan a más de treinta países en los cinco continentes. “No son cifras grandes las que tenemos en cada uno, pero sí perdurables en el tiempo”, dice Cestari.
La innovación fue clave para mantenerse con un producto a lo largo de cuatro décadas. “La nuestra fue la primera máquina agrícola fabricada en el país en incorporar banda de caucho para apostar a la compactación de suelo, también la pionera en ser pintada en base agua para favorecer el medio ambiente y en ser presentada con polímero para reducir ruidos, disminuir el peso o mejorar la tracción”, enumera Cestari.
“Llevamos el trabajo de mejora continua codo a codo con el contratista rural: en Argentina, a diferencia de lo que ocurre en el resto del mundo, 75% de la cosecha y de la siembra se hace a través de contratistas, que necesitan herramientas competitivas para dar un mejor servicio”, detalla.
La empresa forma parte de la cadena de valor de Techint desde hace décadas y el vínculo con Propymes le otorgó a Cestari el acceso a diversas capacitaciones, asesoría en exportaciones y lo que el empresario define como un punto clave: la asesoría en protocolo de empresa familiar, una necesidad inédita en la historia de la empresa en 93 años. “Mi padre tenía dos hermanas que se alejaron del negocio y yo tengo un hermano que falleció, por lo que soy titular único. Pero tengo cuatro hijos que van a pasar a ser de dueños a socios y que necesitan aprender a convivir en ese nuevo plano”.
La cuarentena dentro de la empresa duró sólo los primeros 15 días, tras los cuales pudieron reabrir debido a que sus tareas son consideradas esenciales. “Cuando arrancamos no paramos más: hoy estamos al 100% de producción”, indica Cestari. “Y nunca nos faltó materia prima”, destaca, en relación a la provisión de chapa por parte de Ternium.
Cestari detalla que con el programa Propymes también tuvo asistencia en la confección de los protocolos de seguridad. “Logramos cumplir con todas las normativas y hacerlo al mismo tiempo estricto y posible, queríamos que se cumpla, no que quedara colgado en un cuadrito”, afirma. “En más de 120 días de pandemia no tenemos ni un solo contagiado, pero estamos preparados para seguir trabajando y cuidar a nuestra gente en caso de que se produzca”, concluye.