En Sudamérica, el promedio es de 9,1 kg anual por habitante y la Argentina ocupa el segundo puesto en desechos electrónicos, con 465.000 toneladas.
europeos lideran con 16,2 kg por persona, quienes viven en Oceanía desechan 16,1 kg por persona y en tercer lugar se ubican los americanos (13,3 kg per cápita).
En Sudamérica, el promedio es de 9,1 kg per cápita y Argentina ocupa el segundo puesto en la generación de desechos electrónicos con 465.000 toneladas en 2019. Es decir, 10,3 kg per cápita. El ranking lo encabeza Brasil, con 2.143.000 toneladas, y en tercer lugar está Colombia, con 318.000 toneladas.
EN BUSCA DE SOLUCIONES
Tal como sucede con los desechos radiactivos, hay lugares que se convirtieron en “vertederos” para la basura electrónica. Uno de ellos es la ciudad de Lomé, capital del pequeño país africano Togo. Allí está en marcha una iniciativa de reutilización impulsada por el diseñador de sistemas Afaté Gnikou que construye impresoras 3D de bajo costo a partir de componentes electrónicos reciclados. Esto demuestra que hay muchas posibilidades de reúso para los RAEE.
Por otro lado, los desechos electrónicos generaron una industria incipiente llamada “minería urbana” debido a su contenido de metales que, si se reciclan, pueden usarse como materiales secundarios. Pero, de los 53,6 millones de toneladas que el mundo desechó en 2019, apenas se reciclaron 9,3 millones de toneladas, un 17,4%. Se estima que esto representó US$ 10.000 millones en materias primas recuperadas. Pero si se hubiera reciclado el total de RAEE generado en 2019 se podrían haber obtenido US$ 57.000 millones, principalmente en oro, plata y platino.
Además, 4 millones de toneladas de hierro, cobre y aluminio -entre otras materias primaspodrían estar disponibles para reutilizar. Los expertos afirman que esto también tiene ventajas contra la minería tradicional, ya que no requiere el uso de recursos no renovables como la tierra y disminuye la emisión de dióxido de carbono (CO2), principal gas de efecto invernadero.
Por ejemplo, se estima que obtener cobre reciclado mediante minería urbana implica un 85% de ahorro con respecto a la minería tradicional.
Pero no es tan simple: reciclar la basura electrónica plantea desafíos. Hay procesos industriales con ácidos u hornos a temperaturas superiores a 1200 ºC que son muy contaminantes y muy costosos. Y otros procesos no tan contaminantes, no son económicamente rentables. Por lo tanto, el
desafío es encontrar alternativas de menor costo y amigables con el medio ambiente.
IDEAS CREATIVAS
Actualmente hay en marcha algunos proyectos de minería urbana tendientes a cumplir tres premisas: sencillez, bajo costo y cuidado del medio ambiente.
Uno de ellos sucede en Holanda, donde un grupo de estudiantes de la Universidad Técnica de Eindhoven se asociaron con las multinacionales del acero Nyrstar y Tata Steel para desarrollar una tecnología de fusión que puede describirse como un “volcán artificial”, ya que imita el proceso usado por la Tierra para reciclar sus desechos durante millones de años.
La idea es calentar los residuos a algo más de 500 grados mediante energía eléctrica y, a partir de allí, la tecnología del reactor provocará que la temperatura suba hasta casi 2.000 grados para fundirlos y obtener una lava rica en sus elementos químicos constitutivos que, por la reacción de ignición, se separarán en diferentes capas.