“El empresario pyme suele aguantar, y eso no es bueno”.
En 16 años asesoró a más de 200 firmas desde Quirós Consultores, donde es socio. Autor del libro “Potenciá tu empresa” que acompaña esta edición, dice que el momento para saber cuándo pedir ayuda es “cuando el problema ya no te deja dormir”.
En 2004, siendo aún estudiante de ingeniería industrial, Hernán de la Riva (40) entró a trabajar en Quiros Consultores como pasante. Su primer cliente fue un frigorífico con serios problemas en sus resultados y, según recuerda, lo que hizo fue ayudarlos a reorganizar su sistema de costos. Dieciséis años después, de la Riva exhibe una foja de asesoramientos a más de 200 empresas y es socio de Quirós Consultores. A su tarea inicial sumó la formación y el desarrollo de los otros integrantes de la consultora. Pero fundamentalmente se encarga de diseñar las “herramientas” de gestión que luego aplican para ayudar a las empresas. En este sentido, asegura, la formación y actualización de conocimientos no es un tema menor.
Egresado del Instituto Tecnológico Buenos Aires (ITBA) con un MBA de la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT), de la Riva explica que los conceptos que se estudian no siempre son fáciles de llevar a la práctica y, teniendo en cuenta la dinámica de una empresa pyme, lo importante es “hacer simple lo complicado”.
Por eso, a la hora de escribir “Potenciá tu empresa. Cómo darle impulso a tu negocio” (Editorial Temas, 2020, que acompaña la presente edición de Pymes) dice que se concentró en redactar un libro práctico: “La idea no es lucirme yo sino más bien que el libro sea una herramienta que ayude a pensar. La vocación de servicio es lo que siempre me motivó a hacer lo que hago”, agrega de la Riva, quien además es padre de dos varones, de 8 y 3 años.
Cuenta que fue en la escribanía de su padre, en Mar del Plata, donde tuvo su primer contacto con el mundo pyme y donde conoció los desafíos que los empresarios enfrentan a diario para hacer crecer sus empresas o sostenerlas, dependiendo del contexto.
¿Cómo es el empresario pyme?
El empresario pyme es una persona sumamente generosa para quien demuestre compromiso, a quien sin importar la formación le va a abrir las puertas. Es un gran luchador y le pone el hombro a todo, nunca se baja del barco. No por ser una empresa pyme es menos importante que una gran empresa; al contrario, el ecosistema empresarial es enorme y unas dependen de la otra.
¿Cuáles son las principales dificultades empresarias?
Un problema habitual del empresario pyme es que con las dificultades del día a día lo urgente termina tapando lo importante y muchas veces quedan empantanados perdiendo el rumbo. Por lo tanto, la idea de este libro es ayudarlo a pensar dónde está parado y brindarle herramientas que le permitan una mirada simple de su negocio. Qué pueda pensar dónde está parado y hacia dónde va más allá de la coyuntura.
¿Qué implica potenciar la empresa?
Por supuesto es una empresa es potente cuando tiene flujo de caja, porque finalmente la plata es la que va a empujar el negocio. Pero además una empresa potente es la que es consciente en su conjunto (no solo el dueño) de cuáles de sus actividades son redituables y cuáles no tanto; elije cuánto de unas y de otras. Que prueba, que innova, que sabe y asume riesgos sin poner en juego la continuidad de la empresa.
En este sentido, ¿cuál es el rol que debería cumplir el empresario pyme?
Liderar la empresa. Este es el único rol indelegable; los colaboradores están para acompañar, pero el empresario pyme es el único que puede decidir qué camino tomar y sostener la decisión en el tiempo. El empresario puede conversar con sus colaboradores, otros colegas, con proveedores o con consultores acerca de qué hacer, pero finalmente es el único que va a tener que decidir el rumbo y tomar el timón.
¿Qué rol juega el contexto?
Estamos inmersos en un contexto que por supuesto nos condiciona y no lo podemos subestimar en ningún momento. Pero por otro lado, tampoco le puedo entregar mi empresa al contexto. Es decir, hay que poder mirar más allá, pensar, imaginar, soñar el mediano plazo o el largo plazo y tomar las decisiones que me permitan salir mejor parado cuando todo pase. No puedo, como líder de mi empresa, dejar que el miedo, la incertidumbre me paralice. El miedo es una respuesta válida y muy humana pero como líder debo ser consiente de que quedarme ahí, inmóvil, hace que el contexto gobierne la empresa. Siempre hay
decisiones que se pueden tomar para mantener el dominio de mi negocio.
Y están los resultados.
Si. El empresario no puede ignorar los resultados, los números y datos de su empresa, debe estar siempre actualizado y tener siempre reparado un plan B, considerando el peor escenario imaginado porque lo único constante es el cambio. Y cuando digo que debe saber los datos de su empresa no me refiero solo a cuánto dinero hay en la caja, también tiene que saber, por ejemplo, cuánto vale su empresa , cuánto lleva invertido y cuánto rinde esa inversión; datos a veces complejos, pero cuyo dominio ayudará al empresario a comprender y controlar contextos.
¿Cuáles es el error más habitual de los empresarios a la hora de gestionar?
Aguantar. El problema es que el empresario pyme está acostumbrado a aguantar quizás por miedo, porque claro, como todo humano también tiene miedos. Creer que deben aguantar es errado; en todo caso está bien cuando la tormenta dura poco, pero cuando ya se extiende a un tiempo incierto es momento de tomar decisiones y quizás sea necesario dejar de aguantar para cambiar y adaptarse a la nueva realidad.
Y pedir ayuda
El empresario suele acudir a nosotros tarde, cuando ya no ve la salida. Son situaciones límite pero no necesariamente es el final. Se terminan encontrando caminos para superar las circunstancias, pero no son las mismas soluciones que cuando se encara el problema con más tiempo ¿Cuándo es un momento a tiempo para pedir ayuda? Cuando pasaron unos días y el problema de la empresa te quita el sueño y no podes dormir; es decir cuando empiezan las preocupaciones.
¿Cuáles son los desafíos que enfrentan las Pymes en 2021?
No me gusta hacer futurología, difícil es saber exactamente qué pasará el año que viene, pero por lo pronto imagino que, al igual que 2020, será un año también raro y con sus dificultades. Por eso creo que el principal desafío para los empresarios va a ser el de mantenerse realistas, no cansarse y no escaparse de lo que le toque. El desafío tiene que ver con una cuestión de actitud; tiene que preservarse lo mejor posible para tomar buenas decisiones, por ello,
cansancio.• insisto, deben cuidar el