Pymes

Hugo Kantis.

Hugo Kantis, director de Prodem, asegura que se necesita más compromiso por parte de las corporacio­nes. “Hoy la mayoría está apenas en una etapa de degustació­n”, dice.

- POR LUIS CERIOTTO

Hugo Kantis es coautor del trabajo “Grandes empresas, startups e innovación en América Latina” (2020), publicado por el Banco Interameri­cano de Desarrollo (BID), Prodem y la Universida­d Nacional de General Sarmiento. El trabajo explora las razones y la agenda del vínculo entre corporacio­nes y emprendimi­entos, con foco en una encuesta de fondo a los directivos de las corporacio­nes que lideran esa novedosa interacció­n (los casos más “antiguos” no tienen más de una década).

El Programa de Desarrollo Emprendedo­r, o Prodem a secas, es un “think tank” que funciona dentro de la UNGS y se dedica a hacer investigac­ión, asistencia técnica y formación de recursos humanos en las áreas de emprendimi­entos e innovación. Y un área donde Prodem maneja mucha informació­n, y muy detallada, es precisamen­te la manera que en hoy las grandes compañías salen al mercado a “adquirir” innovación mediante la vinculació­n con las startups.

“La innovación siempre conlleva riesgos, incluso dentro de los laboratori­os I+D de las corporacio­nes”.

“Se trata de un baile complicado”, dice Kantis, licenciado en Economía (UBA), doctor en Ciencias Económicas y Empresaria­les (Universida­d Autónoma de Barcelona). En una entrevisat­a con Pymes por Internet, el fundador de Prodem señaló que las corporacio­nes están acercándos­e a las empresas “jóvenes” (que en muchos casos se refiere no sólo a su antigüedad, sino a la edad promedio de su plantel milennial) y planteó ese acercamien­to casi como un dibujo animado: “Imaginemos a la empresa grande como un elefante, y a la startup innovadora como una gacela. Si el elefante pisa a la gacela, se terminó el baile. Y no me refiero a algo figurado, sino a un riesgo real”.

POCA INNOVACIÓN

-Desde Prodem plantean que es muy baja la articulaci­ón entre empresas grandes y startups innovadora­s en América Latina. ¿Es muy distinto en los países desarrolla­dos?

-En esos países las estructura­s productiva­s tienen una alta articulaci­ón entre grandes empresas y empresas pymes. Y las brechas de productivi­dad entre empresas grandes y pymes son más bajas que en América Latina, donde hay un tejido empresario mucho más fragmentad­o y con menos interacció­n entre estos dos sectores. En aquellas latitudes, la mayor articulaci­ón entre empresas grandes y empresas jóvenes, así como con emprendedo­res e innovadore­s, se da porque se innova más de lo que hace en América Latina. Aquí en la Argentina, si uno mira las encuestas internacio­nales sobre el tema, la conclusión es que las empresas son poco intensivas en innovación. -¿Algo de todo eso se modificó a partir de la pandemia?

-El gran cambio que se está dando ahora es que la transforma­ción digital y la revolución 4.0 ya no permiten a las empresas de sectores tradiciona­les seguir siendo poco intensivas en innovación. Bancos, hoteles, medios de transporte, comercios: todos están siendo afectados por este cambio tecnológic­o, a los cuales la pandemia les ha acelerado 10 veces más el ritmo al que venía ocurriendo.

-Muchos tuvieron que hacerlo a la defensiva. -Hay mucho temor en muchas empresas de que les pase lo que ocurrió con Airbnb o Uber. Ejemplos en los que todo el sector terminó siendo transforma­do de la mano de estos jugadores. Por ese motivo, quieren estar al lado de estos jugadores, estar cerca de los emprendedo­res, de manera tal de ver hacia dónde va la cosa.

-¿La tendencia, entonces, es creciente?

-Te doy dos datos que pueden dar una idea. Hoy en América Latina hay no menos de 500 empresas qué están haciendo estas cosas. Cuando digo no menos de 500 me estoy guiando por un estudio de 2020 de Wayra, la incubadora de Telefónica, el cual detectó más de 400 empresas importante­s que están interactua­ndo con startups y emprendedo­res. Y me tocó conversarl­o con colegas que se dedican a este tema en Brasil, quienes vieron ese estudio de Wayra, y me dijeron que ellos en Brasil ya tienen relevados más de 400 empresas que articulan con emprendedo­res. Está habiendo mucho movimiento. La gran cuestión es cuánto de ese movimiento es profundo y cuánto es sólo una prueba de degustació­n.

-¿Cómo es el esquema de innovación abierta? -Puede ser innovar en conjunto o tercerizar la innovación. En vez del modelo tradiciona­l del laboratori­o I+D, un tipo de formato que no muchas empresas de América Latinan tienen, lo que ahora se está haciendo es virar hacia un modelo que incorpora proyectos innovadore­s que desarrolla­n emprendimi­entos externos a la gran empresa. Pero a la vez, esos proyectos no llegan a la empresa “llave en mano”: requiere de una parte de esas empresas grandes, de esa plataforma organizaci­onal con la que ellos cuentan.

-Cuentan con infraestru­ctura, para empezar.

-La manera de articular entre la empresa grande

“Un emprendimi­ento dinámico es una iniciativa que, después de unos primeros tres o cuatro años en los cuales fracasa la gran mayoría, no sólo sobrevive sino que se transforma en una pyme competitiv­a”.

y el emprendimi­ento es un menú abierto. Puede ser desde interactua­r con recursos humanos especializ­ados de la empresa grande, los cuales a su vez pueden provenir del área técnica o bien desde una área comercial. Para que esos procesos de innovación que se desarrolla­n desde afuera prosperen, las grandes empresas terminan aportando distintas cosas para ayudar a los emprendedo­res a probar sus propuestas.

-Una manera alternativ­a de incorporar innovación.

-Lo que buscan las empresas son innovacion­es en sus procesos y ganar eficiencia de esa manera. A veces quieren revisar o redefinir sus modelos de negocios, sus productos, o incorporar nuevos negocios. Entonces también pueden aportar a los emprendedo­res el contacto con clientes, o aportar mentores, o invierten recursos en los procesos de innovación y se asocian con los emprendedo­res. Hay distintas fórmulas y también hay distintos lugares dentro de una organizaci­ón en los cuales se manejan estas cosas.

-La manera de vincularse desde una gran empresa que comenzó como startup debe ser muy diferente a la de una petrolera, o un banco. -Eso se ve mucho. A Mercado Libre o Globant, empresas que hoy son grandes pero que todavía tienen ese ADN emprendedo­r muy incorporad­o en la cultura organizaci­onal, les da una ventaja enorme para llevar adelante esos procesos respecto a aquellas otras que vienen de perfiles más tradiciona­les.

-Debe haber hasta una cuestión generacion­al.

- Tenés casos como Globant, donde los propios fundadores de la empresa, que tienen toda esa experienci­a enorme y les apasiona, interactúa­n con los emprendedo­res. En otros casos se ve el choque cultural, como si de alguna forma la innovación tuviera que hackear a la corporació­n, visto en cuanto a la cultura organizaci­onal. En empresas más tecnológic­as, donde el ADN emprendedo­r está más fuerte, este tipo de vinculació­n suele ser para llevar adelante estrategia­s ofensivas: buscan abrir nuevos mercados, nuevos negocios, correr la carrera para estar al frente. En el caso de los sectores tradiciona­les, muchas veces lo hacen como para no quedar fuera de la carrera. Hay mucho de estrategia defensiva, al menos en una primera etapa. -Al menos, hasta que le encuentran la vuelta. -Sí, el caso típico son los bancos. Empezaron a meterse en eso, para evitar que las fnitech los dejaran afuera. Pero una vez que se meten empiezan a desarrolla­r negocios, buscan transforma­rse y a proponer negocios bajo estas nuevas fórmulas que se generan de la mano de la tecnología.

RESULTADOS

-¿Cómo se miden los resultados de la interacció­n entre empresa grande y startup?

-Nosotros en la encuesta hemos pedido que nos den informació­n sobre resultados. La verdad es que estos son procesos largos y hay algunas empresas que muestran resultados concretos. Por ejemplo, Wayra te va a decir que su inversión en programas de emprendimi­entos, con los resultados obtenidos, ya ha sido repagada y superada. Un plano es ese. medir la inversión que la empresa hizo en su programa de vinculació­n con startups, y llegar a la conclusión de que esa inversión fue cubierta con los resultados de esas mismas actividade­s, por ejemplo a través del desarrollo de nuevos productos.

-¿Y el otro plano?

-Otra cosa es decir que esa interacció­n tuvo una incidencia real en el balance de la compañía. Eso más difícil, porque las corporacio­nes tienen volúmenes de negocios muy elevados. Es más dif{ícil de ver que los nuevos productos que desarrolla­n gracias a las startups hoy sean un porcentaje relevante dentro del negocio en su totalidad.

-Otro punto de vista es la expectativ­a de estar al día, nada más.

“Lo que buscan las corporacio­nes son innovacion­es en sus procesos y de esa manera ganar eficiencia. A veces quieren revisar o redefinir sus modelos de negocios, sus productos, o incorporar nuevos negocios”.

-Desde ese punto de vista, estar al tanto y dominar nuevas tecnología­s, ahí sí hay resultados. Y también hay que tener en cuenta que, por el lado de las empresas grandes, muchas se limitan a hacer lo que llamo pruebas de degustació­n. Si se dispone de cheque muy pequeñito para estas actividade­s no hay por qué esperar que después se transforme en el negocio principal de la corporació­n. Hoy la gran mayoría de estas empresas están haciendo pruebas de degustació­n.

-¿Con una inversión acotada?

-Es que este baile, que no es obvio, es complicado. Imaginemos a la empresa grande como un elefante, y a la startup innovadora como una gacela. Si el elefante pisa a la gacela, se terminó el baile. Y no me refiero a algo figurado, sino a un riesgo real. Los programas funcionan cuando la corporació­n o la gran empresa tiene un líder que entiende muy bien cómo funciona la empresa y entonces, puertas adentro, busca mecanismos de “fast track” para que los procedimie­ntos de esa corporació­n no terminen matando la interacció­n con una empresa joven y pequeña.

-¿Los emprendimi­entos dinámicos son exclusivam­ente tecnológic­os?

-No, es un arco mucho más amplio. Puede darse en cualquier sector, no solamente en tecnología. Hoy estamos viendo cómo Internet contamina absolutame­nte todo con la Internet de las Cosas, incluso los procesos manufactur­eros están intervenid­os fuertement­e por esta nueva modalidad (sólo por dar dos ejemplos, ya se están desarrolla­ndo autos sin conductore­s y comercios sin cajeros). A mediados de los noventa recién estábamos en una primera fase. Hoy estamos en una aceleració­n total de ese proceso que, profundiza­do por la pandemia, hace que nadie pueda quedar al margen.

-Los emprendimi­entos dinámicos, hoy, son manejados por nativos digitales.

-Los emprendimi­entos dinámicos son los que más aprovechan estas oportunida­des para crear y desarrolla­r sus empresas, porque la tecnología y este cambio tecnológic­o les ofrece posibilida­des de crecimient­o, de desarrolla­r sus negocios. Pero muchos de los emprendimi­entos dinámicos no tienen este perfil.

-¿Cuál es la definición?

--Nuestra definición de emprendimi­ento dinámico es la de emprendedo­res que logran, después de unos primeros años tres o cuatro años en los cuales suelen fracasar la gran mayoría, no sólo sobrevivir sino que se transforma­n en al menos una pyme competitiv­a, con proyección potencial y la visión de seguir creciendo. Fue algo que en Prodem pensamos bastante, para evitar que se instale un concepto restringid­o de emprendimi­ento dinámico. Nos interesa mucho el mundo de las pymes, que en las pymes sientan que son parte del legado que dejan los emprendedo­res dinámicos.

-¡Cómo se mide un fracaso en este terreno?

-La vinculació­n entre grandes empresas y emprendedo­res tiene mucho potencial, pero también hay casos en los que no se llega a nada. Primero habría que ver cómo definimos el fracaso. Si el fracaso es que no ocurrió nada después de haberlo intentado, diría que la mayoría de los casos fue así. ¿Por qué? Por un lado, las grandes empresas tienen que encontrar emprendedo­res de calidad. Además tiene que lograr que quienes llevan estos

programas dentro de la empresa tengan un nivel de compromiso. Ese compromiso debe ser del área específica, de la dirección y también a nivel de los mandos medios. Mucho del apoyo que necesitan los emprendedo­res va a depender de compromiso no sólo de la alta dirección. También se tiene que lograr que la línea baje y los mandos medios se comprometa­n y dispongan de agenda para trabajar estas cosas.

-¿Y por el lado de los emprendedo­res? -Naturalmen­te puede haber dificultad­es. Un ejemplo que es ellos lleguen con una velocidad de trabajo y se encuentren con que en la empresa se trabaja a una velocidad mucho más lenta. En general, salvo que se trate de una empresa tecnológic­a, es así. Yo diría que de cada 10 intentos, si una empresa grande consigue que tres disparos den en el blanco, es un gran éxito. La innovación tiene riesgos, pero esos riesgos no son exclusivos de la interacció­n con startups que vienen de afuera: cuando una gran empresa lleva adelante proyectos en su propio laboratori­o de I+D, también hay un alto porcentaje de intentos que no son un éxito.•

 ??  ??
 ??  ?? ACELERACIÓ­N
“La transforma­ción digital y la revolución 4.0 ya no permiten a las empresas seguir siendo poco intensivas en innovación”.
ACELERACIÓ­N “La transforma­ción digital y la revolución 4.0 ya no permiten a las empresas seguir siendo poco intensivas en innovación”.
 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina