Fideos Don Antonio Alimentos para la región
Va por la cuarta generación: comenzó como una fábrica de pastas secas y se diversificó con un molino harinero y una línea de comida balanceada para animales. La empresa exporta entre 10% y 15% de su producción.
Fundada en 1914 en la ciudad bonaerense de Junín por el inmigrante italiano Antonio Fratamico, Fideos Don Antonio ha sido una empresa guiada por la consigna de crecer a partir de la diversificación y el agregado de valor.
“Exportamos entre 10% y 15% de la producción a la región. Empezamos exportando fideos a Chile en 2004 y al poco tiempo concretamos ventas de harina de trigo a Bolivia y Brasil, que continuamos con intermitencias. Hacia 2010 empezamos a exportar alimento balanceado para ganado vacuno a Chile y para truchas a Perú y también, a Chile”, dijo Natalia Fratamico, integrante de la cuarta generación de la familia fundadora y actual gerenta de RRHH de la firma.
La empresa nació como fábrica de pastas frescas y panadería, bajo el nombre de La Europea. Fratamico recuerda haber escuchado, en su casa, que su bisabuelo repartía pan y fideos en carreta de bueyes. Más tarde se llamó Fratamico Hnos y, finalmente, Fideos Don Antonio.
En 1994 Aldo Fratamico, por entonces titular de la empresa, propuso diversificar la producción a partir de la construcción de un molino harinero. Ese mismo año empezaron las gestiones ante el gobierno de La Pampa. Molino Don Antonio inició su producción en 1997 en la ciudad de General Pico y, seis años después, incorporó al molino la producción de alimentos balanceados para ganado y animales no mascota en general.
“La idea del molino consistía en abastecer la fábrica de fideos con la producción de harina candeal o sémola, y vender el remanente. Aldo, con su primo Aimar, consiguieron un crédito de promoción industrial en La Pampa y avanzaron con el emprendi
miento. Pero pronto se encontraron con dificultades para conseguir trigo candeal, porque ese mercado se maneja con precontratos, lo que llevó a cambiar el formato y convertirlo en molino de harina de trigo pan”, explicó Guillermo Romero, gerente de Agronegocios.
El ejecutivo aseguró que el Mercosur ha sido un aliado, pero que un eslabón débil del bloque regional, además de las permanentes dificultades financieras, es la logística.
“Exportar a la región es más simple. Aquí las operaciones las hemos hecho con cobro anticipado, y con la ventaja de que alcanzamos el punto de equilibrio con volumen. En todo caso el problema pasa por el financiamiento: los clientes brasileños nos piden crédito y no estamos en condiciones de concederlo. Y el año pasado con la pandemia el problema fue logístico, porque los camioneros no querían viajar y es el día de hoy que los viajes internacionales los están haciendo casi en su totalidad transportistas extranjeros”, agregó Romero.
Por su parte los vaivenes del mercado interno de los últimos años promovieron la búsqueda de nuevos negocios en el exterior. Llegaron a exportar fideos a Angola, pero la operación hacia eses destino no prosperó en el tiempo, tanto por la forma de transporte como por los tiempos de pago que, a veces, “significó cobrar varias semanas después del desembarco en destino”.