La agenda energética.
Fuentes convencionales y renovables. Los desasafíos que plantean las nuevas formas de movilidad. Vaca Muerta y sus cuellos de botella. Esos y otros temas fueron analizados por referentes del sector, en un encuentro organizado por la UCA.
Argentina necesita una política energética consensuada de 30 años (...). Tiene que ser un acuerdo entre las fuerzas democráticas que aseguren esa continuidad, tal como ocurre en otros países”, planteó el ex secretario de Energía y actual titular del Instituto Mosconi, Jorge Lapeña. Fue una de las conclusiones relevantes del encuentro “Energías para el desarrollo”, que tuvo lugar en la Universidad Católica Argentina (UCA) a mediados de agosto.
En ese encuentro el ministro de Hidrocarburos de Chubut, Marín
Cerdá, señaló que uno de los desafíos inmediatos que tiene el país es encarar grandes obras de infraestructura para para transportar la energía. “Tenemos un cuello de botella que es la línea de transmisión (...). El potencial de Vaca Muerta es inmenso, por ejemplo, pero hay un cuello de botella. Hace falta infraestructura para poder sacar toda esa energía”.
Regina Ranieri, especialista en energías renovables a cargo de la Maestría de Políticas de Energías Renovables de Universidad del CEMA, dijo por su parte que la electromovilidad llegará en un plazo de no más de 15 años y hace falta adecuar la infraestructura.” La migración hacia la electromovilidad es otro de los grandes desafíos que debería
“La electromovilidad va a requerir un aumento significativo de oferta eléctrica en las grandes ciudades”.
estar en la cartelera nacional. Me consta que está trabajando el Gobierno nacional en reglamentar una ley que favorezca este tipo de inversiones”.
La actividad fue organizada por la Escuela de Política y Gobierno de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Católica Argentina (UCA) en conjunto con el Programa de Bioeconomía de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires (UBA), The Millenium Project, el Centro Latinoamericano de Globalización y Prospectiva, Argentina Conversa, el Instituto de Planeamiento Estratégico y la Red Nueva Acción Política (Red NAP).
La jornada fue moderada por Lourdes Puente, directora de la Escuela de Política y Gobierno de la UCA, y Alejandro Drucaroff, miembro fundador de Argentina Conversa. Además de
Lapeña, Cerdá y Ranieri, participaron como expositores Elena Morettini, directora de Sustentabilidad de Globant; Guillermo Koutudjian, director de Integración, Acceso y Seguridad Energética de OLADE; Ricardo Arriazu, economista, y Paulo Farina, economista e investigador de CIPPEC.
En el siguiente informe transcribimos tres de las intervenciones, focalizadas en la política energética, de Lapeña, Cerdá y Ranieri.
CERO EMISIONES
“Yo me voy a referir a lo que es el contexto en el cual estamos, de la transición energética mundial. Estamos en 2021, un año bisagra tras
la asunción del presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, quien ha cambiado en forma radical el enfoque de este país respecto a este problema. Con esa actitud, Estados Unidos ha alineado a la comunidad internacional en los cumplimientos de los compromisos de París 2015”, dijo Jorge Lapeña, al abrir su charla. Los siguientes son algunos de los pasajes:
“El mundo, después de la cumbre climática virtual que se realizó el 22 de abril y de la cual participó nuestro Presidente, donde se reunieron 40 países que representan el 80% de las emisiones de gases y efectos invernaderos, se encamina en una lucha global para alcanzar las cero emisiones netas en un plazo de 30 años, a contar desde ahora”.
“Hay otro hecho que es importante y lo tomo como referencia y es el trabajo publicado el 18 de mayo pasado por la Agencia Internacional de Energía, que señala cuáles son los esfuerzos mundiales que serán necesarios para tener controlada la elevación de la temperatura planetaria 1,5 grados respecto a las temperaturas preexistentes en la era industrial. Ese es el incremento de la energías compatibles con el medio ambiente, que son las energías renovables: la energía nuclear, la energía hidráulica, eólica, solar y biocombustibles”.
“Argentina tiene que insertarse en este proceso, no puede jugar sola. Me parece que éste es el primer punto. Para insertarse necesita una política energética que debe ser, si es una política de 30 años, una política consensuada. En este momento todavía no veo un ambiente de consenso suficiente como para establecer esa política, esculpir la piedra y mantenerla durante 30 años, con los cambios que el sistema democrático impone en su funcionamiento a lo largo de esos 30 años. No podemos tener una dictadura que asegure esa política, sino tiene que ser un acuerdo entre las fuerzas democráticas que aseguren esa continuidad, tal como ocurre en otros países”.
“Esto tiene que plasmarse en un plan energético de largo plazo, que tampoco la Argentina tiene. Tiene que ser un plan donde se establezcan metas, objetivos o metas parciales, de cumplimiento de esos objetivos, etc. Esto tiene que ser elaborado por el Estado y tiene que plasmarse en una ley aprobada por el Congreso. El plan necesariamente tiene que ser flexible, tiene que ser actualizado cada 4 o 5 años. Pero cumpliendo este proceso. Me parece que éste es el desafío que nosotros tenemos que plantearnos desde el punto de vista político”.
“El otro desafío político es el que la clase política, o los que se dedican a la
política, no hagan estupideces como las que han hecho. Un ejemplo de este año fue la sanción de una ley de zonas frías aplicada a zonas calientes, que regala el gas con un sistema parecido al que se aplica con justicia desde siempre en la Patagonia”.
“La Patagonia es la zona más fría de la Argentina, es la zona que produce todo el gas y siempre ha tenido precios diferenciables favorables. En esto estamos todos de acuerdo. Ahora, llevar este régimen hasta Córdoba me parece directamente una decisión estúpida del Parlamento argentino, que en algún momento va a tener que ser revisada. Si esto, además, se hace son subsidios que no están focalizados en resolver un problema social como, por ejemplo, la pobreza, y se subsidia todo el consumo, terminamos subsidiando a los ricos para que calienten las piletas de natación”.
“Este sistema, estas decisiones incorrectas que vienen de la política, tienen que ser corregidos. También lo hemos visto en la sanción de la última ley sobre biocombustibles, que no se inserta en ningún proyecto energético de transición, ni siquiera energético de largo plazo en la Argentina, y se otorga una promoción por 15 años que renueva las aprobaciones existentes pero sin ningún objetivo concreto, que promueva o encuadre la promoción de lo que sería el bienestar general”.
CONSUMO
En otro pasaje de su charla, Lapeña se refirió a los cambios del futuro inmediato. “Otro punto importante es que Argentina tiene que corregir su economía energética. No puede vivir del déficit fiscal, sobre todo si el déficit fiscal no está financiado en forma genuina, porque ésto genera más inflación y la inflación genera más pobreza y más desequilibrios y, en definitiva, más tasa de “riesgo país”, que derivan en mayores tasas de descuento para los mejores proyectos”.
“Tambien tenemos que ir hacia un cambio tecnológico en la forma de consumo. El auto eléctrico será una realidad en 15 o 20 años y no va a ser generado por las terminales automotrices sino por las casas matrices de esas automotrices. Y lo iremos tomando de la misma forma que fuimos tomando otras innovaciones tecnológicas en estos años, sin darnos cuenta que la tomamos: nosotros no inventamos el celular, consumimos el celular que viene de afuera, y viene de afuera porque está inventado afuera, desarrollado afuera, etc. etc. Pero este cambio es inexorable”.
“En cuanto a Vaca Muerta, creo que debe ser moderado el concepto de la exportación de sus recursos.Los recursos son exportables en la medida que sean reservas comprobadas monetizables, en las condiciones del mercado actual. En este sentido, resulta una ficción pensar la salvación de la Argentina en base a recursos que no han demostrado absolutamente todavía su viabilidad económica concreta. Es necesario ordenar la economía energética hacia adentro, ordenar el sistema de decisiones por los cuales se deciden las grandes obras públicas y, particularmente, las grandes obras públicas energéticas”.
“Defecto muy importante que menciono: lo más común en la Argentina es la influencia corporativa, que logra colar en el Estado endeble decisiones de inversión que no justifican su rentabilidad futura. Se compran centrales nucleares sin estudios de factibilidad, se compran centrales hidroeléctricas en las mismas condiciones y se lanzan gasoductos de la misma forma.
No es un error puntual que comete un funcionario sino que es un error que comete la Argentina todos los años”.
“Termino diciendo que nuestra función es interpretar el mundo que vivimos. Una vez interpretado ese mundo que vivimos en términos energéticos, es necesario tomar las decisiones correctas. Nadie puede alegar su propia ignorancia, porque la propia ignorancia en la toma de decisiones genera corrupción o grandes pérdidas, por la estupidez humana. Entonces, me parece que tenemos que mejorar el sistema de decisión y tenemos que mejorar el funcionamiento de la economía energética”.
INFRAESTRUCTURA
Martín Cerdá es ministro de Hidrocarburos de Chubut y titular del Consejo Federal de Minería. Oriundo de Comodoro Rivadavia, con trayectoria en el sector privado (trabajó en Halliburton, una de las principales operadoras de la zona), Cerda realizó una detallada descripción del panorama energético de la provincia antes de plantear su punto de vista sobre las inversiones necesarias para infraestructura y sobre política energética. Estos fueron algunos de sus pasajes:
“En Chubut llevamos 113 años de actividad petrolera y gasífera y todos con campos maduros, como se conoce. Hace unos años le hemos sumado las energías eólicas y hay proyectos de energías limpias como son los proyectos de hidrógeno. A eso les podemos sumar las centrales termoeléctricas que tienen algunas operadoras en nuestra provincia y están generando energía. También tenemos dos centrales hidroeléctricas, Futaleufú y Ameghino, que abastecen de energía a la planta de Aluar, también dentro de nuestra provincia, donde contamos con puertos y aeropuertos”.
“En términos de energía, nuestra provincia le aporta muchísimo a país y a esta región, sobre todo en la actividad hidrocarburífera: hoy tenemos aproximadamente 6.600 pozos activos que producen petróleo y gas, a un ritmo de unos 23.500 metros cúbicos por día, de los cuales 65% va al mercado interno y 35% se exporta hacia el mercado externo. Todo eso lo hacemos a través de la central marítima que tenemos en Comodoro Rivadavia, donde el crudo de los yacimientos llega por ducto a esta central y de ahí se transporta en barco al mercado interno y al mercado externo”.
“No somos grandes productores de gas, pero tenemos una producción diaria de 8.000 millones de metros cúbicos diarios, que mayoritariamente se va toda para la Coordillera, a través del
“Hay que buscar formatos híbridos: la energía eólica siempre necesita tener un respaldo para cuando no haya viento, por ejemplo con centrales térmicas”. “La energía cuesta. Hay un productor que invierte, que apuesta a sacar esa energía y hay que pagarla”.
gasoducto Patagónico, que nace acá en nuestra cuenca. También lo inyectamos al Gasoducto General San Martín, que es el que va hacia Bahía Blanca”.
“También desde hace tiempo la provincia viene inyectando energías renovables al sistema central de energía, a la línea de transmisión de 500 megas. Actualmente tenemos 22 parques eólicos en funcionamiento con una capacidad instalada de 1.120 megavatios, con un factor de capacidad de 40%. Este factor de capacidad es en base al viento que nosotros tenemos. Cómo rinden esos parques, que hoy están rindiendo en un 40%”.
“Hasta el día de hoy tenemos el récord histórico en el Parque de Manantiales Behr, operado por YPF Luz y que ha llegado a un factor de rendimiento del 59%. No hay en el mundo un factor que haya dado tanto rendimiento en términos de energía eólica y lo tenemos a escasos kilómetros de la ciudad de Comodoro Rivadavia. Hay casi 300 turbinas eólicas funcionando en las provincias en temas de energía eólica”.
“Lo que hoy nos está sucediendo y hay que conversar a futuro es la infraestructura que se necesita para seguir generando energía. Tenemos un cuello de botella que es la línea de transmisión: tiene muy poca capacidad para seguir transportando energía. Ahí hay un tema interesante sobre el desarrollo de la energía y es la infraestructura que hace falta para, justamente, poder sacar la energía. El potencial de Vaca Muerta es inmenso, por ejemplo, pero hay un cuello de botella. Hace falta infraestructura para poder sacar toda esa energía. Se empiezan a dar estas cuestiones de un país que tiene los recursos para generar energía”.
“Tenemos la oportunidad de empezar a proyectar esta infraestructura: todavía falta que el gas le llegue a la gente. También debemos apostar a todo lo que se viene en términos de energías alternativas. Hay proyectos que se están llevando adelante en la generación de hidrógeno, es un campo que se está estudiando y a nivel mundial viene creciendo. Pero va a llevar un tiempo desarrollar y tener al hidrógeno como una energía alternativa”.
“También hay que pensar que, a la par de tener la posibilidad de generar varios tipos de energía, siempre vamos a tener que buscar alternativas híbridas. La eólica siempre necesita tener un respaldo para cuando no hay viento y la manera de poder hacerlo es con centrales térmicas. YPF tiene un proyecto interesante, que es generar a través de su central termoeléctrica en su parque Manantiales Behr, levantado sobre un yacimiento de petróleo y gas. A través del gas soporta todo lo que es el parque de Manantiales con una generación interesante, que hoy tiene la posibilidad de salir a abastecer energía: cuando hay algún problema en algún punto del país, automáticamente esa central levanta las térmicas e inyecta esa energía”.
“Nuestro país tiene un enorme potencial en términos de energía pero, a veces por las cuestiones de infraestructura, ocurre que no podamos desarrollarla de la mejor manera”.
“La demanda que hoy está requiriendo el país en términos de energía se puede cubrir tranquilamente. De
“El auto eléctrico será una realidad en 15 o 20 años, generada desde afuera, y lo iremos tomando de la misma forma que fuimos tomando los celulares”.
hecho, estamos trabajando para que eso suceda, sobre todo en las épocas invernales que cuando más necesitamos del gas y de la energía pero luego hay que ver qué hacemos en la época del verano con esa energía: hay que venderla, hay que poder llevarla a otros lados, porque todos sabemos lo costoso que es generar la energía y ahí hay un tema que hay que trabajar”.
“Creo que la energía cuesta. A veces, un pozo que se perfora para generar gas y petróleo no dan los volúmenes que a veces se planifican en las esferas de la ingeniería de las empresas y entonces hay que hacer otro pozo y eso es dinero. Hay un productor que invierte, que apuesta a sacar esa energía y hay que pagarla. En términos de política energética, las tarifas se planchan y ahí hay toda una discusión que creo que hay que llevarla adelante a futuro, también es uno de los cuellos de botella que a veces nos permiten no poder mejorar en términos de infraestructura”.
“Yo dejaría como disparador para que podamos discutir a futuro -y de hecho lo estamos haciendo acá en Chubutcómo mejoramos toda la infraestructura