Triple impacto
C arlos Göttert comenzó a producir maquinaria en el año 1941. Desde entonces, la empresa que lleva su apellido fue incorporando los avances tecnológicos de cada época hasta convertirse en un proveedor integral de instalaciones industriales altamente especializadas, con su sede en Garín, provincia de Buenos Aires (una planta de 1.000 m2 cubiertos) y una filial en Curitiba, Brasil.
“Llegamos a la actualidad habiendo sostenido los valores que guiaron el accionar de la organización durante estos ochenta años”, dijo Cecilia Göttert, bisnieta del fundador y actual responsable de Recursos Humanos de una compañía que cuenta con más de 100 empleados.
La empresa produce equipamientos para el tratamiento de superficies, cabinas de pintura y lavado, secaderos y equipos para la industria de la madera, portones de rápida acción, equipos especiales y servicios metalúrgico. Están incorporando a su cuarta generación familiar. “Con este ingreso logramos profesionalizar la estructura y nuestro equipo de trabajo pudo crecer en aspectos de gestión, tales como el desarrollo de indicadores o la generación de procedimientos escritos y certificados por normas ISO”, detalló Göttert.
El camino que llegó a la empresa a convertirse en parte de la cadena de valor de PAE es, al menos, curioso. En abril de 2020, la empresa comenzó a fabricar camas solidarias, con el objetivo de colaborar en la prevención y el cuidado relacionados con el COVID-19. “Con todo el esfuerzo y compromiso de nuestro equipo desde el comienzo de la pandemia pudimos seguir trabajando y creciendo, llevando a cabo este proyecto con la prevención y el cuidado que la situación ameritaba, lo que nos permitió colaborar con nuestra comunidad, seguir con los proyectos que estaban en pie e incluso arrancar con nuevas iniciativas”, detalló la empresaria.
Ese proyecto, en origen solidario, tuvo una derivación cuyos beneficios continúan hasta la actualidad “En ese momento PAE se comunicó con nosotros y nos encargó 200 camas para donar a centro de aislamiento de Comodoro Rivadavia”, contó Göttert. “Desde ese primer contacto nos ofrecieron participar del proyecto Mide lo que importa, que nos ayudó a reescribir nuestra misión y establecer objetivos y los plazos para alcanzarlos, siempre con la mirada puesta en convertirnos en una empresa de triple impacto”, agregó.
El vínculo incluye una serie de capacitaciones (“que estamos dando a conocer a todo nuestro equipo para que pueda participar”) y la elaboración de un diagnóstico, realizado por la propia PAE, cuyo resultado incluirá una serie de recomendaciones para que Göttert pueda afianzarse como empresa de triple impacto. “Lo que nació como un proyecto solidario terminó, en definitiva, ampliándonos la cadena de valor y acercándonos a una empresa de la envergadura de PAE”, reflexionó la empresaria.
Para Göttert lo más importante, no obstante, “es que pudimos continuar con este legado familiar que nos une y nos da la oportunidad de trabajar junto con personas que tienen la misma pasión por el progreso y la innovación que supo tener el fundador, hace ya ocho décadas”.
P robablemente era difícil de imaginar, allá por diciembre de 2013, que Tempus se convertiría en un referente en la gestión de flotas. En ese momento, la compañía nació con el sencillo propósito de alquilar camionetas tipo pick-up a las empresas del sector petróleo y gas que abundaban por su zona de influencia, en Neuquén.
Valeria Domínguez, mendocina, es licenciada en Economía y daba clases en colegios secundarios en 25 Mayo (La Pampa) donde vivió con su marido hasta que a él por cuestiones laborales lo trasladaron a Neuquény tuvo que reinventarse. Pensando en las necesidades de la industria del petróleo Domínguez, en 2014, compró un par de camionetasy salió a ofrecerlas en alquiler. Al poco tiempo, en respuesta a la demanda de los clientes, al servicio de logística sumó el de mantenimiento de flotas.
Con el negocio andando sobre ruedas -como no podía ser de otra forma- llegó el crecimiento: primero, un tallercito para mantener las propias unidades; luego, el mismo centro de servicios, pero ya enfocado a terceros que necesitaban mantener sus vehículos en forma. La demanda fue tal que ese pequeño espacio es hoy un importante predio en el Parque Industrial de la provincia.
Hoy, además, la empresa cuenta con 11 empleados.
La mirada hacia el segmento petro
lero puso a la compañía, además en el radar de las grandes organizaciones del sector.
“Todos nuestros vehículos y el personal están autorizados para ingresar a los yacimientos, tenemos experiencia en el rubro y apostamos siempre a la más alta tecnología disponible”, aseguró Domínguez.
En 2015, a su cartera de clientes se sumó PAE. “Hoy consideramos ese vínculo una pieza fundamental para nuestra actividad, nuestro principal cliente. Y al mismo tiempo nos ha brindado apoyo y capacitación, nos aporta herramientas para que alcancemos la mejora continua, elementos todos necesarios para crecer y mejorar nuestro servicio”, detalló la empresaria. Y un detalle no menor: “También recibimos asesoramiento respecto de las fuentes de financiamiento disponibles”, agregó.
¿De qué se trata el servicio de Tempus? Ofrece un servicio de logística completa de los vehículos: reparaciones mecánicas, chapa y pintura, traslados, gestión de la verificación técnica vehicular (VTV) o lavado -para lo cual se cuenta con una playa que cumple con todos los estándares de calidad de vertido establecidos por la provincia-, por citar solo algunas de las propuestas. Además, entre sus equipos cuenta con un “camión camilla”, que posibilita dar auxilio y trasladar, en caso de ser necesario, vehículos de hasta 17 toneladas. En una actividad en la cual abundan los trailers y las maquinarias pesadas, este taller móvil puede representar la salvación para que una operación no se detenga.
El acompañamiento de PAE, fogueado a lo largo de cinco años, terminó resultando crucial en el complejo momento de la cuarentena.
“En ese momento tan difícil nos convencimos de que era necesario repensar la gestión que había que buscar lograr una sinergia con todo el ecosistema de la industria. Sólo podía lograrse con una fluida comunicación entre las partes y con un fuerte vínculo de confianza”, planteó Domínguez. “Con esas acciones conjuntas apuntamos a alcanzar objetivos que en forma independiente no podían lograrse: la pandemia obligó a las pymes a tomar medidas urgentes para la continuidad de negocio, ya que esta realidad inicialmente afectó a las compañías productoras y se derramó en toda la economía, impactando en forma directa en las empresas de servicios de cualquier tamaño”, agregó.