Logística: recuperación con menores márgenes
Está bajando la capacidad ociosa y crece fuerte el e-commerce. Pero los costos suben más que la inflación y los proveedores no logran trasladarlos del todo a sus tarifas. Por Hernán Murúa
Contexto: los proveedores de servicios logísticos vienen trabajando por debajo de los márgenes operativos habituales a partir de la pandemia. Y se mantiene cierta capacidad ociosa tanto de depósitos como de vehículos. Así lo subrayó la Cámara Empresaria de Operadores Logísticos (CEDOL) en su última comunicación.
“En la mayoría de las empresas, el principal problema fue la baja de los volúmenes de sus clientes y el aumento de los costos para el trabajo seguro, a raíz de la pandemia. Pero hay que destacar que, si bien algunas empresas fueron más tocadas que otras, ninguna se cayó ni realizó despidos globales de personal”, explicó Carlos Musante, director técnico de la entidad.
En los primeros cinco meses de 2021, sin embargo, la actividad registró un crecimiento del orden del 12%. “En la comparación pesan mucho marzo, abril y mayo, que en 2020 operaron muy poco. Creció la categoría de productos no esenciales, pero también la de bienes de consumo y, en especial, la modalidad del e-co mmerce”, analizó el especialista.
El diagnóstico es compartido en empresas de distinto calibre. Provinter Logística, por caso, cuenta con un centro de distribución de 30.000 metros cuadrados ubicado en General Pacheco y atiende, con una flota de 50 vehículos propios, los canales de logística tradicional y de e-commerce.
“En el primer caso, los volúmenes se incrementaron este año entre 15% y 25%. Los productos que más crecieron fueron los artículos de limpieza, alimentos, bebidas alcohólicas y elementos de seguridad. Pero en el canal de e-commerce, los volúmenes se triplicaron, pese a que nuestra empresa en particular se vio afectada por el cierre de Falabella. Por eso, nuestra capacidad ociosa es del orden del 20%”, precisó Andrés Cacchione, titular de esta compañía fundada en 1973. No obstante, Cacchione es relativamente optimista. “Las perspectivas para la actividad en general, y para nuestra empresa en particular, son mantener e incrementar los niveles de actividad. Por suerte, el aumento de la participación en el negocio del comercio electrónico es constante, y será, en nuestro caso, uno de los pilares para lograr recuperar los niveles de rentabilidad”, observó.
Según la UTN, el Índice de Costos Logísticos Nacionales de los últimos doce meses subió 53,47%, contra una inflación de 48,8% en igual período.
PUERTA A PUERTA
Creada el año pasado en San Isidro, y con una capacidad de almacenamiento de 500 metros cuadrados, Mile Logistic también aprovecha el crecimiento sobre todo de las entregas puerta a puerta. En su caso, de productos de bazar, textiles, materiales de construcción, alimentos y bebidas que se comercializan por canales online.
“En el último cuatrimestre, llegamos al 95% de ocupación en nuestro almacén, mientras que en 2020 teníamos apenas un 35%. En el caso del transporte y distribución, nuestro volumen operado pasó de 700 pedidos por mes a 3.500”, señaló Lionel Arrigada, socio gerente de la firma. “Nuestros clientes habituales hasta triplicaron sus ventas, pero también incorporamos nuevas tiendas virtuales, que debieron adaptarse rápidamente a los cambios en el mercado por la pandemia”.
En este marco, un fenómeno que se reitera periódicamente es el de los cuellos de botella por falta de disponibilidad de unidades de transporte. Varios factores influyen en la problemática. Por un lado, el capital de trabajo que las empresas necesitan para funcionar es más elevado y paraliza la actividad de algunas pymes.
Por otro, las constantes negociaciones por los ajustes tarifarios terminan provocando desbalances financieros en las firmas, lo que les impide ampliar sus flotas. Y finalmente, se verifican atrasos en las entregas de camiones, semis y acoplados para los afortunados que pueden encarar inversiones en ese sentido.
TERCERIZACIÓN
Fundado en 1971, Zarcam es otro operador logístico que viene creciendo, este año, 44,8% en distribución y 6,5% en almacenamiento de derivados de la industria petroquímica e insumos para el agro, sus negocios principales, en comparación con la primera parte del año pasado. Cuenta con 110 unidades de transporte propias y 90.500 metros cuadrados cubiertos de depósitos en Zárate, Pilar, la ciudad de Córdoba y San Miguel de Tucumán, que hoy utiliza en un 90%.
“La falta de disponibilidad de transporte es uno de los problemas más importantes en nuestra actividad, ya que impacta en el nivel del servicio acordado con nuestros clientes”, explicó Matías Álvarez Piris, gerente general de la compañía. “Para minimizar ese impacto, implementamos un plan de desarrollo de fleteros que tiene por principal objetivo profesionalizarlos, fidelizarlos y alinearlos a la cultura de nuestra empresa”.
Agregó: “Si bien esperamos un segundo semestre con un mayor volumen de operaciones, la inflación sostenida, la falta de camiones y la dificultad para trasladar los aumentos de costos a las tarifas se van a reflejar en un año con notable pérdida de la rentabilidad. De hecho, estamos atrasados en un 11% con relación al alza de los costos logísticos. Para mini
mizar los riesgos asociados, revisamos continuamente nuestros planes de inversiones, poniendo el foco en el cuidado de la caja y en el nivel de deuda, de forma tal de contar con una posición financiera saludable”.
COSTOS
De acuerdo con el Centro Tecnológico de Transporte, Tránsito y Seguridad Vial de la Universidad Tecnológica Nacional, el Índice de Costos Logísticos Nacionales de los últimos doce meses creció un 53,47%. Fue bastante superior al 48,8% que mostró la inflación nacional, apalancado por la suba del gasoil, que llegó a 68,05% en el último año, luego de diez ajustes consecutivos desde agosto pasado.
La Cámara Empresaria de Operadores Logísticos (CEDOL) también advirtió alzas en los neumáticos, el film stretch utilizado para el embalaje de las cargas y los lubricantes. Y destacó el impacto de las minidevaluaciones del tipo de cambio y de los costos de la pandemia, relacionados con el personal de licencia, que se mantiene en un promedio del 10% de las nóminas.
Para no ser menos, el Índice de Costos de Transporte que elabora la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (FADEEAC) exhibió un aumento de 55,6% durante los últimos doce meses.
“Es un momento complejo para nuestra actividad porque somos esenciales, pero salir a la ruta nos representa un aumento constante, que no siempre se puede trasladar a tarifas”, resumió Roberto Guarnieri, presidente de FADEEAC.
Son interesantes, como ejemplo, las estrategias para reducir los costos encaradas por el Grupo Cargo. Se trata de una empresa creada en 1980, y que cuenta con 372.000 metros cuadrados de depósitos en Buenos Aires, Córdoba, Rosario y San Miguel
El Índice de Costos de Transporte que elabora la cámara sectorial FADEEAC exhibió un aumento de 55,6% durante los últimos doce meses.
de Tucumán y más 250 vehículos propios, que emplea casi a pleno.
El gerente de la empresa, Lucas Giménez, señaló una importante recuperación en la actividad de la empresa, entre 30% y 50% según el rubro, en comparación con el año pasado. Algunos servicios -por ejemplo, los brindados a la industria automotriz y el transporte internacionalincluso superan los niveles de actividad previos a la pandemia.
Giménez destacó las labores enfocadas en la optimización de costos, aunque aclaró que siempre dentro de los niveles de servicio comprometidos con sus clientes. “Hemos tenido que sacrificar lead time (tiempo de espera de las órdenes de despacho) para un mejor aprovechamiento de bodega. No obstante, logramos mantener estos desvíos dentro de los límites admitidos por los clientes, lo cual redunda en un beneficio para ellos, ya que es una forma de sostener precios competitivos en un contexto difícil”, puntualizó.
Además de ahorrar hasta 8% en los costos de combustible, a raíz del empleo de un sistema que monitorea el movimiento de precios del mercado y los puntos de abastecimiento más convenientes, el ejecutivo destacó el aporte de una flamante plataforma de gestión.
“Nuestra flota de camiones propios nos permite minimizar el recorrido de kilómetros vacíos y mantener constantemente rotando los activos. También nos da la posibilidad de trabajar cerca de nuestros proveedores de transporte, asignando viajes que permitan capitalizar oportunidades de retorno”, detalló.
A pesar de la satisfacción por esos resultados, el directivo no deja de admitir que la inflación y su traslado a las tarifas impactan directamente en la rentabilidad de los negocios de la compañía. “Es una preocupación que nos obliga a mirar cómo resolver el corto plazo de supervivencia, quitando tiempo para pensar en el crecimiento de largo plazo”, agregó.
DESBALANCE
A la reducción de los márgenes de rentabilidad las empresas de servicios logísticos suman cierto desbalance financiero, producto de la necesidad de solventar costos cuya condición de pago se verifica entre el contado, como en el combustible y los neumáticos, o plazos de no más de 20 días en el caso de sueldos e impuestos.
“El principal problema que enfrenta la actividad es la necesidad de crédito para capital de trabajo. Nuestros incrementos de tarifas,
que el año pasado fueron cercanos al 34,96%, siguiendo el índice de FADEEAC, siempre se dan con un desfase de dos meses”, ejemplificó Natalia González, gerente Comercial y de Logística de ITSA, empresa creada en 2011.
Con sedes en Zárate y Córdoba, ITSA brinda servicios logísticos de productos alimenticios y materiales para la construcción, para lo que cuenta con 4.600 m2 de depósitos, cuyo uso ronda entre el 80 y el 100%.
“Si bien tuvimos una caída de 30% en marzo y abril del año pasado, debido a las restricciones a la construcción, el consumo masivo enseguida se recuperó. Esto hizo que nuestra empresa pudiera salir ilesa de las consecuencias económicas de
“Es un momento complejo: somos esenciales, pero salir a la ruta nos representa un aumento constante, que no siempre se puede trasladar a tarifas”.
la pandemia, y que hoy tengamos un aumento de 20% en los viajes realizados por nuestra flota”, indicó.
La ejecutiva admitió que la crisis aparejada por el coronavirus significó una oportunidad para su empresa. “Muchas de las pymes que competían con nosotros en el mercado disminuyeron su nivel de actividad por cuestiones financieras. Por eso, nuestras perspectivas son mantenernos, seguir incorporando tecnología y monitoreando procesos para detectar oportunidades de crecimiento o diversificación de los servicios”, subrayó.
Celsur Logística, empresa creada en 1995, tiene una operación mayor, que supera los 150.000 metros cuadrados destinados a almacenamiento y más de 1.000 vehículos contratados. Pero reconocen problemas similares, a pesar de que la actividad de la empresa registró un crecimiento de 35% en los servicios de repuestos y accesorios automotrices, de 8% en artículos de consumo e industriales y de 5% en productos petroquímicos.
“La inflación hace que nuestra mezcla de costos suba en tiempo real, y que el traslado a precios, además de ser muy dispar por actividad, no se logre con la misma velocidad”, dijo Gabriel García Polignano, director de Operaciones de la firma cuyo centro de distribución de General Rodríguez, provincia de Buenos Aires, trabaja en la actualidad al 85%. “Esto genera tensión sobre el equilibrio del negocio. La afectación de margen es muy significativa, en algunos casos licuando totalmente la rentabilidad”.
Por esas razones, agregó García Polignano, “el horizonte de corto plazo es salir de la crisis adicional que generó la pandemia, pero al final de ese túnel nos espera la crisis estructural que afecta al país, la falta de financiación interna y externa, la baja disponibilidad de dólares para importar bienes de consumo o capital y la pobreza estructural que afecta a gran parte de la población”. Concluyó: “Si bien el nivel de actividad probablemente se mantenga a valores similares a los actuales, la apuesta es para el 2022, ya con otro contexto mundial y con las elecciones de medio término
juzgada”.• como cosa