Emidelia Solari Hnos Inversiones contra los cuellos de botella
Emidelia Solari Hermanos es una empresa dirigida por la quinta y sexta generación de la familia fundadora y, como tal, no está libre de los desafíos propios de las empresas familiares.
“Como la capacidad de endeudamiento es limitada, las inversiones tienen que ser continuas, desacopladas de los vaivenes económicos, porque el riesgo de desaparecer es permanente”, aseguró Felipe Solari, presidente de esta empresa que fue fundada a fines del siglo XIX en el partido bonaerense de Alberti.
Especializada en la prestación de servicios de acopio, asistencia técnica y logística y provisión de insumos, la empresa adquirió hace unos meses un autoelevador de pallets de origen chino y una clasificadora de granos de fabricación nacional, financiados con una operación de leasing a tres años.
“La incorporación del autolevador fue decidida por el crecimiento que había alcanzado el movimiento de insumos. Y la renovación de la clasificadora fue en el mismo sentido, dado que el equipo anterior limitaba las ventas: con la maquina anterior procesábamos 2500 kgs por hora y con la actual unos 10 mil. En ambos casos, la decisión se tomó para acompañar el crecimiento de las ventas”, explicó Solari.
La clasificadora de granos exigió una inversión de u$s 100 mil y la obra civil e instalación requirieron un desembolso de unos U$S 30 mil adicionales, que fueron financiados con fondos propios. En el caso del elevador, tuvo costo aproximado de U$S 25.000.
“El leasing es un producto financiero interesante para financiar la renovación de máquinas y herramientas, porque los montos y plazos se ajustan a las necesidades de financiación. Nosotros optamos por hacerlo a través de The Capita Coporation y la idea es quedarnos con ambos bienes al final del contrato”, dijo el empresario, quien agregó que anteriormente habían utilizado el leasing para la renovación de camionetas.
Otro aspecto que destacó el empresario es el timing de esta herramienta financiera. “Del leasing valoramos la facilidad y agilidad de la gestión crediticia”, dijo.
El origen de Emidelia Solari Hermanos se remonta a 1876, cuando dos vecinos de lo que hoy es Villa Grisolía (una localidad del partido de Alberti, más conocida por el nombre de su estación de tren Achupallas) se asociaron para adquirir la estancia “Santa Filomena”, de 1.500 hectáreas.
Cuatro años después la sociedad entre aquellos vecinos, Pascual Grisolía
y Juan Boitiano, se disolvió y repartieron el campo en mitades. Boitano se asocia con su yerno, Lázaro Solari, para crear el Establecimiento Agrícola “San Juan”, especializado en la cría de animales y producción de verduras.
En 1914 los hijos de Lázaro fundaron Cabaña San Juan y uno de ellos, Emilio, viajó a Nueva Zelanda para importar ejemplares de raza ovina Lincoln. Años más tarde importó toros de raza Shortorn, esta vez de Inglaterra y Escocia.
En la década del 60, cuando la firma estaba encabezada por Fernando Solari, la firma pasó a llamarse Emidelia Solari, en homenaje a sus padres Emilio y AdeliaKrause.
Los hijos de Fernando son los actuales directores: Felipe, María Luisa y Adelia, y también participan Juan y Tomás, integrantes de la sexta generación.
“El crecimiento, la inclusión de la familia en la empresa, la rentabilidad del negocio ayudan a no desaparecer”, agregó Solari. “Pero trasmitir la cultura empresaria a las generaciones siguientes tal vez haya sido el mayor desafío, para asegurar la permanencia. Los desacuerdos familiares, el estancamiento o la falta de crecimiento son amenazas que se neutralizan con inversiones. Y en muchas ocasiones, las urgencias diarias nos distraen de este objetivo”.